El pájaro misterioso de Luffy

11. Disculpas

Luffy le dice que lo ama cuando Marco le dice que se va.

Luffy le dijo a Marco que lo ama antes, pero esta vez hay un acero en su columna y un bloqueo en su mandíbula y una súplica en sus labios que le dice a Marco -o más bien le grita- que si Luffy lo sabe o no, esta vez, es diferente. Es desgarrador, estimulante y muy injusto, todo en uno. Si Marco no lo supiera mejor, sospecharía que había sido un plan. La amorosa confesión mantenida escondida en su mano, un comodín, un último intento desesperado de mantener a Marco arraigado en esta vida media. Solo endurece su determinación. (Luffy se merece algo mejor).

"No puedo quedarme. Este barco, tu tripulación, esta aventura en la que estás, yoi... yo..." ¿Cómo podría explicarlo Marco? Eso es... "Es demasiado, Luffy." Demasiado bueno para él, demasiado parecido a lo que solía ser el hogar, antes de que Marco lo arruinara.

"¡Nos lo tomaremos con calma!" Luffy grita a través de la cubierta vacía, Marco se pregunta si despertará a alguien. "Todo irá bien." Él miente. "Prometí mostrarte que siempre queda algo, lo digo en serio. Si es demasiado, podemos... podemos detenernos en algún lugar por un tiempo." Marco sabe que lo dice en serio, puede verlo en la línea inquietante de su frente y la forma en que sus mejillas se hinchan cuando Luffy está tratando de guardar algunos pensamientos en sí mismo. Intenta sonar despreocupado y tranquilizador, pero Luffy siempre ha sido un mentiroso de mierda. (Quedarse quieto lo empañaría de una manera que Marco no puede ser responsable, Rusukaina y lo que habían compartido allí había sido un sueño febril. Una serie de circunstancias estadísticamente imposibles que crearon el ambiente necesario para la supervivencia de esta aventura. Este amor es algo frágil.)

"¿Qué hay de tu sueño, yoi?" Marco tiene la intención de desafiarlo pero sus palabras arden, como restos frágiles de una fogata, la pelea se le acabó hace mucho tiempo. Nunca va a convencer a Luffy, lo sabe. "¿Qué pasa con Wano? ¿Y el próximo amigo que hagas que necesite ayuda? ¿O el próximo?" Marco navegó con los Mugiwaras por muy poco tiempo, pero ha visto que la actuación de Luffy en Marineford no es la excepción, sino la normal. Luffy es un hombre que dará forma al mundo, Marco no puede quedarse y arrastrarlo hacia abajo (no puede). "No puedes renunciar por mí." Y ya lo he dejado todo.

"Marco, lo prometiste." Marco quiere decirle que una promesa hecha bajo coacción no cuenta, pero Marco no quiere admitir cuánto tiempo ha sabido que así es como termina, no puede soportar asumir la responsabilidad total de orquestar el corazón roto de Luffy. Luffy está llorando, la ira se convierte en dolor, y Marco no puede soportar mirar la mirada fulminante cuando se da la vuelta, con los ojos puestos en la luna clara y creciente.

(Marco hizo esto).

La mano de Luffy agarra la parte de atrás de su camisa, el tirón es mínimo pero le ruega a Marco que se quede con una fiereza que debilita sus rodillas.

"Te quiero." Luffy le dice. Es una súplica y una promesa. "Te amo, Marco, por favor... yo... no entiendo bien, no sé todo lo que has pasado, no puedo... no puedo entender, pero sé que hay gente ahí afuera esperándote. Jinbei lo dijo. Lo sé... Sé que el Viejo murió y..." Respira hondo, tragando en una rara muestra de malestar. "¡Y Ace también murió, pero no puedes...! No puedes detenerte. Marco, por favor." Luffy lo abre, destroza sus entrañas de una manera con la que Marco está profundamente familiarizado y, sin embargo, se siente completamente nuevo. Intenta evitar que le tiemblen los hombros mientras pierde las peleas y los gritos. No sirve de nada llorar, porque Marco no puede arreglar ni sus errores y él siente que en este punto no hay vuelta atrás.

"..." Un feo sollozo se le escapa y la mano de Luffy aprieta la camisa de Marco. Marco necesita moverse, necesita irse. (Porque, ¿Y si Luffy hace que se quede? Marco necesita irse, necesita hacerlo, aquí es donde termina, ¡Lo sabe!)