El pájaro misterioso de Luffy

6. Algo nuevo

Advertencia: Pensamientos suicidas, intento de suicidio, escenas sexuales

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Cuando Marco se despierta de nuevo, tiene frío, está mojado y hay una cara sonriente en medio de su visión. Lo primero que siente es una decepción aplastante y un odio profundo creciente hacia sí mismo. (Miren al gran Marco el Fénix, un hombre que ni siquiera puede morir bien).

(Marco se da cuenta de lo que está pensando, de lo que ha hecho y trata de evitar la idea de enfrentarse a alguien que alguna vez lo haya amado. ¿Cómo puede mirarlos a los ojos después de esto? Qué vergüenza tan familiar arder dentro de él. Solo hay una cosa más...)

Odia estar despierto, lo odia con toda la ira que intenta fingir que no tiene.

Marco no planeó suicidarse, no lo hizo, pero ahora que ha fallado, sabe que ese había sido el plan todo el tiempo y ahora... ahora Marco tendrá que reunir su coraje para hacerlo de nuevo. ¿Quizás probar un método más infalible? Tendrá que conseguir algo de piedra de mar, no quiere ahogarse si es consciente de ello. (Aunque tal vez Marco se lo merezca).

"¿Mystery Bird?"

¿Es ese 'Mugiwara' Luffy en la visión de Marco?

El joven y Ace solo comparten un parecido pasajero, pero de igual manera le da un puñetazo a Marco en el estómago.

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Luffy nunca ha estado en contra de la idea, y cuando Marco se lo pide, está dispuesto a intentarlo y ver de qué se trata toda la confusión. Ama a Marco, lo sabe como conoce su nombre. Lo anhela como anhela ser el Rey Pirata. Porque, Luffy encuentra algo en Marco que el mar nunca, pero nunca podrá darle. (Sin embargo, no está seguro de qué ).

¿Y Marco?

Marco no es justo, piensa mientras está empujándolo contra la pared de su pequeña cabaña, sin camisa y mareado.

Luffy nunca antes había tenido estos pensamientos. Nunca ha visto a nadie, ni un hombre o mujer, y pensó que lo quería, no así. Luffy ama a la gente, ama a sus nakamas, le gusta tener a su gente, pero no como quisiera tener a Marco. (Egoístamente, eternamente, lo quiere todo de él.) Y ahora, el ardor está en todas partes y no se necesita nada para encenderlo, y tan poco para avivarlo y ahora ve a la gente y lo entiende. Obtiene miradas de reojo de Nami a los abdominales de Zoro o las breves desapariciones de Robin o las largas cartas de Usopp a Kaya y cómo nunca deja que ninguna mujer se le acerque demasiado, aunque Luffy no cree que llegue a entender a Sanji.

Luffy ve a Marco y él piensa en el blanco, en nada, porque todo se desvanece y Luffy, quizás sea simple, pero tampoco nunca se detiene. Luffy siempre está en movimiento, siempre en movimiento haciendo algo, hacia su sueño y Marco... Luffy piensa que si algo sucede y él no lo logra, Marco seguirá ahí. A Luffy no le gusta Marco porque Marco hace que Luffy esté de acuerdo con detenerse, con tomarse las cosas con calma. Marco le muestra a Luffy que no hay prisa y eso lo aterroriza. Luffy lo odia pero nunca se ha dejado engañar a sí mismo, también lo quiere. Luffy nunca ha odiado nada de lo que quiere antes.

(Pero una vez fue torturado porque la soledad duele más que el dolor y sabe que a veces debemos ser valientes para tomar las cosas que queremos).

Marco le muestra a Luffy todas las otras razones por las que uno puede ser fuerte y flexible y tener el control, y Luffy simplemente no puede tener suficiente y es como la comida, pero es diferente. Luffy necesita comida, pero no necesita a Marco, ni sus manos errantes, ni sus labios suaves, ni su respiración en su cuello cuando se despierta. Luffy solo lo quiere, lo quiere como si quisiera libertad y, de alguna manera, Marco y toda su cegadora dicha es la libertad. Luffy quiere cada vez más y más.