Capitulos 26: "Marcos"

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Narra Erik

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Narra Erik

Golpe, tras golpe. Golpeó el saco una y otra y otra vez hasta quitar la rabia y los pensamientos que están atornillando mi cabeza.

Pienso en que no podré ir a la universidad, golpe.

Pienso en la traición de mi pasado, golpe.

Pienso en mis padres y en qué solo les importa su puto trabajo, golpe.

Pienso en lo que pasó en un pasado que no deja de atormentarme, golpe.

Pienso en Mía, en las cosas que siento que me dan miedo descubrir y en lo jodido que es que no confíe en mí.

Golpeó el saco sin parar sacando la frustración y el enojo que llevo dentro hasta que mis nudillos duelen. El sonido de la puerta del gimnasio me saca de mis pensamientos y no es más que el idiota de Marcos que me mira con una estúpida sonrisa que me dan ganas de borrarla de un golpe.

-Pero mira quién tenemos aquí, si es el tonto Erik Smith- Dice con una estúpida sonrisa caminando hacia mi.

-Mira estúpido idiota no estoy para tus juegos de mierda así que lárgate - Digo tratando de calmarme pero no me lo pone fácil.

-Calma no vine a discutir solo quería saber cómo lo hiciste - Pregunta con una sonrisa arrogante.

-¿Hacer que?, habla ya!!- Digo perdiendo la paciencia ante su silencio.

-No te hagas el tonto Erik, ambos sabemos que hablo de como hiciste para meterte en las bragas de Mía o solo se habría fácil de piernas - Dice con una sonrisa burlona en su rostro y exploto.

Camino hacia el con la irá creciendo en mi interior y le propongo un golpe en la cara y lo sujeto del cuello de su camisa con enojo.

-!!Eres un grandísimo hijo de puta, jamás te vuelvas a atrever a hablar así de ella!!

-Jajajaj eres patético, tan bien lo hace que hasta la defiendes, sabe ella que tuviste que ver en la muerte de tu hermano- Dice y explotó.

Golpe, tras golpe y mis nudillos empiezan a sangrar. La irá me domina y solo siento ganas de golpearlo sin parar.

El me devuelve algunos golpes también hasta que siento a personas entrar al gimnasio y tratar de separarme de el hasta que lo logran y salgo del trance de irá.

Marcos está en el piso con la cara llena de moretones y la nariz rota, logra pararse y me dedica una mirada de odio.

Comentan que van a llamar a la policía y mis alarmas se activan, no puedo permitir que la policía me lleve. Camino a las afueras del gimnasio y subo a mi moto sin saber a dónde carajos ir.

Arranco la moto y cojo rumbo por las calles de Los Angeles hasta el lugar dónde menos tengo ganas de estar.

Apagó el motor y fijo mi vista en la mansión de mis padres y dudo en entrar pero ya estoy aquí. Entro con cuidado pero al ver la casa en completo silencio no me preocupo porque se que mis padres no están y no es nada nuevo.

Miedo al amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora