Helena ♡.¸『BatLantern』

Revisión mensual

(1 mes)

—Claro y será facilísimo decirle que dos hombres, solteros y sin siquiera tener un historial de relaciones estables, van a cuidar de una niña que apareció de la nada —Hal estaba más que histérico, el sólo pensar que le alejarían de la pequeña le daba un no sé qué —. Dime que para esto tienes un plan

—¿Crees que porque soy Batman tengo un plan para todo? —se cruzó de brazos ante la afirmación del castaño —Pues sí, obviamente

—Bien, te escucho —apoyó su cuerpo contra la pared más cercana, cruzando sus piernas en bien escondida calma.

—En primer lugar, soy Bruce Wayne —se señaló con narcisismo —Y en segunda... la primera

—¿Ese es tu plan? —señaló al azabache sin entender completamente —¿Tú?

—Soy de los hombres más ricos y codiciados de Gotham, ¿cuánto crees que tengo en poder de mis manos? —sonrió en modo retórico, los nervios del piloto deberían ir por debajo de los que tendría en caso de tener a la niña en manos de alguien más que no fuese él —Pude tener la custodia de cuatro niños en menos de una semana, respectivamente, no creo que ella pueda conmigo

(...)

—Voy a ser sincera con ustedes, no creo que estén listos para esto —la mujer les miró con seriedad, no tenía gracia alguna ver a dos imponentes hombres sostener una frágil criatura con un propósito bueno.

—¿Decías, Wayne? —Jordan se dirigió a este con enojo y disipada burla.

—No es por ser pesimista, al contrario, soy una mujer realista —sus tacones resuenan por el pasillo, a duras penas sabía por dónde pasar sin toparse con algún fallo en la mansión, según ella. Bastante irónico, a decir verdad. —Y no hay nada peor para el crecimiento de un niño, que quienes cuiden de él no sean siquiera cercanos

—¿Propone que nos casemos de un momento a otro, o algo así?

—Perdone mi descaro, señor Jordan, si en pocas palabras se lo deletreo: S-Í

Lo más extraño del caso era que hasta había pronunciado la tilde como si hablara con niños pequeños.

—No lo entiendo —Bruce ni siquiera podía fruncir el ceño, la mujer era difícil de tratar en cuanto entró con cara de no haber sonreído ni una vez en su vida —¿Asegura que dos hombres no pueden cuidar de una niña?

—Corrección; dos hombres que no parecen tener interacción alguna no pueden, ni deben, cuidar de una niña

—Es una extraña forma de imponer una relación

—Quiero hacerlo sencillo para ustedes, señores —del bolsillo de su traje saca un bolígrafo y junto a un cuadernillo donde va anotando lo que habla. —Según las normas, para que un niño crezca plenamente ha de ser protegido en un hogar con lo necesario para su formación, entre eso está el quiénes cuidarán de él/ella y su debida socialización entre la pareja

—Señora, está en la mansión Wayne, por si no se ha dado cuenta —Jordan comentó mientras con un ademán señalaba toda la hectárea.

—La mansión podrá ser más grande que la propia casa blanca, pero si no cumple con los parámetros que una casa de granja por mínimo, algo están haciendo mal —no despegaba la vista de la libreta. —Eso, junto a una correlación disfuncional

—¿A qué se refiere?

—Iré directo al grano —la mujer giró sobre sus talones y señaló a ambos hombres con el ceño totalmente fruncido —: El señor Wayne trabaja casi a tiempo completo, mientras que el señor Jordan es piloto en horario diurno, si no me equivoco. Sus horarios no calzan bajo ninguna circunstancia sincrónica, primeramente