Pesadillas y balas perdidas

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(+3 años)

¿Hace cuanto tenía esta pesadilla? Sus pequeños dedos ya no podían contarlo. Siempre era lo mismo, para colmo que no podía hacer más que observar e incluso alejarse con temor, buscando hacer desaparecer de su mente todo aquello.

Pero todos los caminos llevaban al mismo lugar... Oscuridad.

Abrió los ojos esperando dejar de lado esa tragedia convertida en cotidiana tortura de cada sueño, mostrando un gran cuarto oscuro que dejaba muy a penas entrar la luz de la luna.

No era fanática de mantenerse quieta, era bastante hiperactiva, por lo que moviéndose constantemente de la cama queriendo conciliar el sueño, sábanas enredadas, almohadas acumuladas y un cuerpo hecho bolita, era lo que dejaba en su entorno.

Odiaba tener que lidiar con lo mismo cada noche, cada vez más potente el sonido del arma siendo eyectada, cada vez más doloroso el ver palidecer un cuerpo frente a su persona, cada vez más perturbante ver el fino hilo del collar destrozarse y liberar las aprisionadas joyas.

Debía haber algún significado, un motivo de que su subconsciente le hiciera tan malas jugadas... Y lo iba a averiguar, pero por ahora quería poder descansar como Dios manda.

"Leche" pensó primeramente.

Con la fuerza que su cuerpecito le permitía, tomó impulso para bajarse de la alta cama, colocarse sus pantuflas y acercarse a la puerta de su habitación, notando como de ella emanaba una luz, indicando que aún había gente despierta. Abriendo con el máximo silencio la puerta, mira a ambos lados esperando no encontrar ningún merodeador.

Sin pensarlo tanto ante la desesperación, se expone a ser descubierta. Nota que nadie estaba al menos por los cercanos pasillos, por lo calmó la respiración y continuando su andar va en camino a la cocina.

A nada de entrar a ella, ve como una sombra parece estar en el lugar, lo que causa que se esconda tras el florero más cercano y espera se aleje. Mas no era nadie más y nadie menos que un can escabulléndose al igual que ella para buscar alimento. La pequeña no lo toma como una amenaza y se acerca con él para mostrarle que es alguien de fiar, al final ambos se unen para irrumpir en la cocina.

Todo fue mejor que lo esperado: Logró conseguir su leche y su compañero las galletas que tanto buscaba. Tomando de la bebida como si no hubiera un mañana, espera ansiosa por reposar, por lo que sube hasta su cuarto de nuevo y se acomoda para aguardar...

Esperando ya más de media hora, nota que no causa ningún efecto. Confundida, piensa otra alternativa.

"Música" trata de chasquear sus pequeños dedos por su descubrimiento, no lo logra. Pero se entendió su acción.

A paso apresurado y despidiéndose del canino —el cual la siguió hasta su cuarto, acomodándose en una parte de la cama a lo que ella no puso oposición—, se acerca a la sala principal donde busca con dificultad algún electrónico que le sirva. Y cuando lo ve, se sorprende al ver un tocadiscos en una de las mesas.

Sin tanto misterio se acerca para examinarlo mejor, encontrando en el objeto un disco de vinilo en perfecto estado, con un cabezal reposando suavemente en la rueda totalmente plana y oscura, muestra interés en saber cómo funciona.

Entre tantos intentos cuidadosos, por fin logra hacer funcionar el tocadiscos, dejando que este desate un tranquilo ritmo que le cautiva casi por completo, dejando que el inicio de guitarra relaje a Helena, dando paso a enamorarse de tan suave inicio y acomodarse en la silla más cercana y disfrutar más cómodamente.

La voz proveniente del disco, transmite con éxito su sentimiento acunando los oídos de la niña y cerrando sus ojos por inercia, permite seguir el canto hasta sus sueños y llenarla de una paz tranquila... Pero unos pasos que se acercan no son interceptados por ella al principio.

Helena ♡.¸『BatLantern』Where stories live. Discover now