—Me preocupaste, Elisa, no fuiste a la casa para dormir y no apareciste en todo el día.

—¿Todo el día? ¿Qué hora es?

—Una y cuarto —. Jacob enmudeció al ingresar al ático, donde estaban sumidos en oscuridad a excepción de la vela con la que Elisa se alumbraba—. ¿Llevas aquí toda la noche?

Elisa asintió y limpió la tierra de sus manos con su vestido.

Debía darse un baño después de haber pasado toda la noche entre tanto polvo.

—Debo mostrarte algo...Debo mostrarte varias cosas de hecho, pero necesito abras tu mente ¿sí? Porque es bastante extraño.

—Prefiero irme, realmente no me gusta esta casa...

—Solo escúchame, por favor. Unos minutos —. Jacob pensaba negarse, pero notó la necesidad en su mirada y decidió asentir y esperar de pie. Elisa tomó el cuadro que se apoyaba en la pared y lo sostuvo ante él—. ¿Habías visto esta pintura antes? ¿A quién se parece?

—A mi madre, se parece bastante a mi madre cuando tenía como cuarenta.

—¡Exacto! ¿Y quién se parece demasiado a tu madre?

Jacob levantó la vista de la pintura y frunció el ceño.

—Mi hermana, pero esta pintura es de mis bisabuelos, tiene como un siglo de antigüedad.

—Lo sé y sé que es una locura, Jac, pero...Creo que es Olivia, aun no puedo confirmarlo, salvo con el gran parecido de las fotos, mira —. Levantó las imágenes del suelo y las sostuvo frente a él—. Es idéntica a Olivia, e incluso en esta...Se ve prácticamente igual a como la recordamos.

Jacob tomó la foto de la boda y la miró con el ceño todavía arrugado.

Debía reconocer que el parecido era abrumador y que era la primera vez veía una foto de la madre de Elizabeth, pero no por ello creería en algo tan ridículo como que su hermana había viajado al pasado y se había casado con Jonathan.

—Es bastante parecida, no lo negaré, pero no hay lógica detrás de lo que dices.

—No una que la ciencia fundamente, pero no por eso es imposible—. Temió que ella hubiera enloquecido y la siguió con la mirada cuando se fue hacia el escritorio para agarrar el collar—. Tengo una teoría, Jacob...Llevo toda la noche poniendo en orden los eventos que tu bisabuelo describe en su diario y estoy un noventa y nueva por ciento segura, de que su esposa es Olivia.

—Elisa, de verdad que este no es momento para inventar una fantasía ¿sí? Por favor, vamos.

—Escúchame, por favor, es todo lo que te pido. ¿Qué diferencia hará que me escuches? Llevamos cinco años sin saber nada de ella y ahora finalmente podríamos tener en nuestras manos toda su vida, Jac.

—Pero es imposible.

—¿Tan imposible como desaparecer desde el interior de una habitación sin dejar rastro ¿o no? Y, aun así, así es como Liv desapareció —. Enmudeció al verse sin argumentos y metió las manos en sus bolsillos, concediéndole el silencio para que continuara—. Tu abuela le dejó a Olivia este collar ¿verdad? Y estuve intentando recordar que era lo que le decía en la carta y finalmente recordé; No uses el collar hasta la medianoche del miércoles ocho de abril y ¿Cuándo fue que ella desapareció?

—La medianoche del miércoles ocho de abril, pero nosotros la vimos ponerse el collar, Elisa y no sucedió nada, además...es solo un estúpido collar.

—No lo es, brilla y de alguna forma está conectado a ella. Cuando llegué ayer, el collar estaba brillando en la habitación y al agarrarlo, pude escucharla, Jacob...Pude escuchar a tu hermana —. Jacob continuó negando, pero en su rostro comenzaban a reflejarse ciertos atisbos de convicción, como si estuviera luchando entre la lógica y lo que Elisa le contaba—. Era como si estuviera escuchando todos los segundos de su vida, desde que nació hasta su muerte, todas las conversaciones que ha tenido, las veces en las que ha llorado y no solo eso...Había una mujer guiándome y me guio hasta aquí; hasta todo estoy. Creo que es ella, Jacob...

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORWhere stories live. Discover now