Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADOR

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Esa misma tarde, Jonathan se sentó en el porche de la casa con Marie jugando a sus pies sobre una manta que Olivia le había extendido y todos sus muñecos, aunque encontraba más interesantes las botas de Jonathan y tirar de los cordones. Adrian y Eli estaban sentados en los escalones del porche jugando con ella y esperando para poder hablar con su padre, Jonathan estaba tan ensimismado con su hija, que hasta el momento no habían tenido oportunidad, pero Olivia les había ordenado que no lo molestaran; hacía siete meses que Jonathan no veía a Marie y lo correcto era darle tiempo para estar con ella antes de que él tuviera que ocupar su día trabajando de sol a sol.

Jian seguía encerrada en la habitación y Liam se había pegado a Olivia durante el resto del día. Derby miraba hacia la casa desde un tronco junto al fuego y no había dicho palabra desde que había llegado. Kyle recuperaba el tiempo con Lisie, intentando volver a conocerla y que ella lo conociera a él y Darion y Chester charlaban sobre la guerra y el caos que había dejado.

En cualquier momento los periódicos anunciarían que había terminado.

—¿Café? —. Jonathan le agradeció a Olivia cuando ella le entregó una taza y la atrajo hacia su pierna para que se sentara.

—Te extrañe demasiado ¿sabes? —confesó y dejó la taza en el banco a su lado para no quemarla por accidente—. Siete meses se sintió como una eternidad.

—Para mí también, pero ya no volverás a irte. No te lo permitiré.

Sonrió y le acarició el muslo por sobre sus faldas y la besó, lento y con afecto, prácticamente suspirando sobre su boca al recuperar todas esas sensaciones que tanto amaba.

—¿Sabes que otra cosa he extrañado?

Rodó los ojos cuando él subió su mano lentamente hacia sus nalgas y se puso de pie, consiguiendo que él soltara una carcajada.

—No enfrente de los niños, Jona —. Terminó sonriendo con él y luego se agachó para levantar a Marie—. ¿Por qué no van ustedes tres a recuperar el tiempo perdido?

Los rostros de Adrian y Eli se iluminaron con la idea y ambos se pusieron de pie a la espera. Jonathan se bebió su café rápidamente y abandonó la silla, soltando un suspiró de cansancio. Realmente le dolía todo el cuerpo después de cuatro años de guerra y ansiaba darse un baño, afeitarse y cortarse el cabello, pero accedió a pasar el resto de la tarde con sus muchachos.

—Esperen aquí —pidió Olivia.

La vieron desaparecer hacia el interior de la casa y Jonathan bajó el porche y desordenó el cabello de Adrian.

—¿Se portaron bien imagino? —. Ambos asintieron—. ¿Han estado ayudando a Chester con la granja?

Eli asintió inmediatamente y Adrian tardó unos minutos en hacer lo mismo.

—Me alegro...Ya estás grande, muchacho —. Apretó el brazo de Eli y le dio un golpe suave en la mejilla—. Grande y fuerte, así me gusta.

Olivia regresó con Marie en brazos y el sombrero de Jonathan en su mano, le pintó una sonrisa en los labios al verlo y regresó al porche para reunirse con ella.

—He cuidado muy bien de él como me pediste.

—Mi preciado... —. Lo tomó en sus manos y acarició el ala que rodeaba la cabeza—. Gracias, amor.

—Cuida de los niños y los tres se bañarán esta noche.

Jonathan asintió, la besó y bajó los escalones colocándose su sombrero. Seguía calzando a la perfección y se sentía como una corona sobre su cabeza, le fascinaba su sombrero y era mucho más cómodo que aquel que había usado durante sus años en el ejército. Sujetó a los niños del hombro, no de forma agresiva, pero brusca de todas maneras y comenzaron a caminar hacia el campo.