-.Capitulo 7.-

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Estaban Chile y Polonia conversando en la terraza, el muchacho contemplaba a la chica y esta le contemplaba a él, de pronto hubo un silencio que no fue para nada incomodo, de pronto Polonia le dijo:

-es increíble cómo es que entre más la admiro, más hermosa es usted.

Chile le sonrió, mientras un ligero color carmesí aparecía en sus mejillas, ella se había sonrojado.

-y sonrojada se ve aún más hermosa. –dijo Polonia sonriéndole

-no hay porque exagerar. –dijo Chile sonriendo leve mientras bajaba la mirada.

Era primera vez que le hacían bajar la mirada, ella se sentía alagada, pero al mismo tiempo tímida, era una reacción que con ningún otro hombre tubo antes. Ni siquiera con Alemania.

-su alteza, no es por exageración, usted es realmente hermosa. –dijo Polonia

Chile iba a responder, pero de repente...

-Atención, su majestad el emperador España. –anuncio un guardia de palacio.

Chile y Polonia, tuvieron que dejar su conversación para otro momento, se pusieron de pie y reverenciaron al emperador que venía al parecer un poco molesto. Cuando el emperador llego con Chile esta dijo:

-bienvenido su majestad, desea acompañarnos?

-no, Chile, he venido para decirte que debes disculparte con la emperatriz Azteca. Por no reverenciarla y decirle que al tener un hijo mío no nato no era digna de reverencia. –dijo España

-no he dicho que no sea digna de reverencia, solo le dije que no era digna de mi reverencia. –dijo Chile- no has notado que la emperatriz del imperio norte no hace más que sobrepasarse con mi madre? La insulta cada vez que puede, y eso yo no lo permitiré.

El emperador suspiro con cansancio, y dijo:

-Chile, no lo hagas más difícil, solo ve y discúlpate, la emperatriz se sintió humillada por lo que dijiste.

-pero... –replico Chile

-hazlo! –ordeno España.

Polonia observaba todo aquello, algo molesto, España obligaba a Chile a humillarse frente a ellos, en cuanto a Chile tuvo que acatar las órdenes de su padre.

Ella reverencio a España y Polonia y se retiró dirigiéndose a los aposentos de Azteca y México. El emperador iba con ella.

Al llegar a las puertas de los aposentos, España dijo:

-espera aquí cuando lo indique entraras.

Chile no dijo nada solo bajo la mirada, en ello España entro a los aposentos, mientras Chile se quedó afuera esperando la señal de su padre.

Mientras tanto España dijo:

-he traído a Chile porque quiero que todo esté bien entre ustedes.

El emperador hizo un gesto a la sirvienta que estaba en la puerta y esta abrió la puerta, dejando ver a Chile, que estaba cabizbaja, sonrojada de la vergüenza, sentía la humillación a flor de piel, luchaba porque ninguna lagrima se escapase de sus ojos.

-entra. –ordeno España.

Chile entro, sin levantar la mirada, se posiciono al lado de su padre con el frente dirigido hacia la emperatriz y el príncipe del imperio Norte.

-ella ha venido a disculparse... -hablo España- como se debe.

Chile se acercó a Azteca, manteniendo la mirada baja, se arrodillo ante ella tomo un lado del vestido de la emperatriz y lo beso para luego decir:

-le pido perdón excelencia. Por todo lo que dije.

Azteca miraba fijamente a Chile y dijo:

-le perdono princesa.

Pero por dentro Azteca se reía, y México también. A pesar de que mostraban una mirada serena, por dentro la humillación de la princesa les complació más que suficiente.

Chile se puso de pie y se apartó, volviendo a quedar al lado de su padre, España le miro y dijo:

-retírate.

Chile, con el orgullo herido tuvo que hacerles reverencia a todos, y luego se retiró, al salir de los aposentos, no pudo evitar soltar lágrimas, se fue caminando lo más rápido posible, estaba llorando, su propio padre la había humillado.

Mientras tanto Polonia, el caminaba por uno de los pasillos, mirando los cuadros en las paredes, en ello vio a lo lejos del pasillo a Chile, pudo notar que esta estaba llorando. Por las gruesas lagrimas que caían de sus ojos.

Se acercó a ella y le dijo:

-princesa Chile...

Ella se sorprendió al verse descubierta en pleno llanto. Se secó las lágrimas y le miro diciendo:

-qué ocurre?

-quien le ha hecho llorar? –pregunto Polonia, esta vez con una mirada seria.

Chile podía jurar que, si le decía, Polonia sería capaz de ejecutar al culpable. Y era cierto. Polonia sentía como su instinto asesino despertaba. No tendría piedad de quien hizo llorar a Chile.

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Continuará.

séptimo capitulo!! pues no olviden seguir a mi colaboradora _laly_17 

espero que les haya gustado esta actualización y nos leeremos en la próxima.

chau!

Empire (Countryhumans) {Colaboración 2 - con _Laly_17}Where stories live. Discover now