Hitoshi no era idiota, podía notar como las mirabas volaban de Aizawa a él y de él a Aizawa. Era verdad; las similitudes eran demasiadas, pero no podía evitar sentirse agobiado y asqueado. No sabía cómo era su mamá pero como deseaba haberse parecido más a aquella desconocida de la que sólo heredó sus ojos morados. Morados como del color que se tiñó el cabello para no parecerse aún más a su papá ya que su cabello en realidad era azabache también.

La clase iba con normalidad. Podía sentir como lo miraban con curiosidad por momentos, pero prestaban atención a los que Aizawa decía; por lo menos algunos. Otros hablaban, se pasaban notitas o simplemente usaban sus celulares. El profesor tuvo que regañar a, más que nada, un rubio ruidoso y su amigo pelirrojo quienes no podían evitar reír fuertemente; por momentos era hasta contagioso.

—Aquí tienen un mapa con sus habitaciones el cual realmente no necesitarán ya que las posiciones son idénticas al año pasado —La clase estaba por finalizar, así que se dispuso a dar más información para el inicio de año. El profesor miró a Hitoshi —La única diferencia es que Shinso Hitoshi también está ahora anotado —Se miraron fijamente una vez más, sin saber la carga emocional que aquello en realidad debería tener, y la clase finalmente terminó.

Orgulloso de no haber hecho alguna locura por el cansado hombre frente a él, miro la especie de mapa que le dieron y se fijó que estaba al lado del famoso Bakugo Katsuki. Suspiró deseando que no fuera tan insoportable como los rumores decían, ya que iban a prácticamente vivir lado a lado y se levantó para irse de allí.

—¡Shinso Hitoshi! —Un rubio con un rayo negro en el cabello estaba gritando su nombre en cuando salió del aula, el mismo que reía y gritaba con su amigo anteriormente —¡Shinso! —No respondió, solo lo miró —¡Me gustas! Ven a comer conmigo y mis amigos —¿"Me gustas"? Una forma rara de expresarse, pero le bastaba; no tenía amigos de todas formas.

Claro que tenía conocidos en el instituto puesto que él ya había cursado con otros chicos, pero jamás fue incluido realmente y tampoco le molestó demasiado. Él no era de buscar socializar con los demás y nadie se le acercó por su cuenta, así qué pasó todo el año en soledad y tranquilidad.

Fue hacia él sin decir nada y el rubio sonrió satisfecho para luego comenzar a dar prácticamente un monologo puesto que Hitoshi no era de hablar demasiado.

En el camino, Kaminari, nombre que le había dicho en su conversación, le fue contando cosas sobre sus amigos: Kirishima, Sero, Mina y Bakugo, le dio información del colegio, totalmente innecesaria ya que él ya había estado ahí un año pero que le agradeció por cortesía y le ofreció ayuda para lo que necesitara. Kaminari le agradó instantáneamente. Sintió que su primer año con alguien como él hubiera sido mucho mejor; quizás hasta se habría quedado en su otro curso y no se hubiera pasado al departamento de heroísmo.

—¡Chicos, lo traje! —Llegaron y Kaminari fue directo a sentarse al lado de su mejor amigo.

—Te dije que no lo hicieras, idiota. No quiero compartir mesa con un inútil más  —Bakugo chasqueó la lengua y siguió comiendo.

—¡Bakugo! —Lo regañó y Bakugo bajo la mirada, molesto. Kirishima parecia tan animado como su mejor amigo —¡Hola Shinso!

—Hola —No dijo mucho más pero Kaminari se exaltó porque por fin escuchaba su voz. Eso hizo que todo el grupo riera y quizás a él también le sacó una sonrisa; Hitoshi en el fondo sabía que ese rubio cambiaría algo en él.

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Al ser el primer día, era más como un día para acomodarse, organizarse y comenzar a acostumbrarse al lugar nuevamente, así que no tuvieron muchas más clases y fueron a las habitaciones a poner sus cosas.

Los chicos prácticamente lo acosaron todo el día porque, dicho por ellos, "les hacía acordar a Bakugo cuando no quería ser amigo de nadie y les daba ternura". No era que Hitoshi no quería amigos, simplemente no le interesaban, pero estar con ellos era agradable.

Kaminari parecía haberlo adoptado directamente. Ya vivía pegado al chico de cabello morado y lo miraba con aprecio en sus ojos. A Mina, Sero y Kirishima simplemente les daba gracia como Kaminari solo fijó como objetivo a Hitoshi y ellos lo seguían ya que el chico igualmente les caía bien. Bakugo era un tema aparte ya que históricamente no le agradaba la gente pero, a sorpresa de todos, parecía estar cómodo con la presencia de Hitoshi; era callado y no tan molesto a su parecer.

Lo dejaron solo para acomodar sus cosas y luego de un par de horas, terminó y no quiso salir más de su habitación. Su energía social se había agotado y, no solo eso, sino que recién iniciaba la semana así que tendría que hormonarse.

Hitoshi había estado mucho tiempo por su. cuenta y no tenía tiempo para pisar un hospital cada vez que tenía que hormonarse, así que aprendió a hacerlo solo y tenía todo lo necesario para hacerlo.

Solo tardo unos minutos en preparar la inyección y pincharse en ese punto que él sabía. Ya ni siquiera sentía la aguja de tantas veces que lo hizo. Nuevamente guardó todo, lo escondió y con ello también escondió el binder que estuvo usando todo el día para por fin liberarse y dormir en paz.

Daddy issues (bnha)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt