Capítulo 19. Estadía.

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Narrador Omnisciente.

Entre risas Angeles deja que Isaac la lleve hasta la cama. Se posiciona sobre ella y la besa suavemente. Ambos muerden el labio del otro sintiéndo sus cuerpos presionarse. Las manos del chico juegan con el dobladillo de la remera de la beta. Ella tampoco se queda quieta y empieza a acariciar toda la piel expuesta que tiene gracias a que Isaac aun no se habia vestido totalmente.

Se separan respirando agitados. Observan al otro con dulzura y la chica no puede aguantar sus ganas de sonreír. Lo ama tanto.

- Así que ahora esta en tu cama. Es en un muro donde debería estar, como trofeo.

Angeles deja de sonreír.

Por encima de Isaac, su madre se alza peligrosamente.

- Creo que solo estas fuera de practica, cariño. ¿Necesitas que te recuerde como se mata a estas bestias? - Saca un cuchillo muy grande. - Hagámoslo juntas.

Lleva el cuchillo a la garganta de Isaac.

- ¡No! ¡Aahh!

- ¡Angeles!

La castaña se incorpora tal velocidad que se lleva un golpe en la parte de atrás de la cabeza gracias a la cabecera de la cama. El golpe empieza punzar con fuerza. Cierra los ojos del dolor.

- E-Ella esta aquí. - Susurra.

Isaac la revisa sin entender.

- ¿Quien? ¿Quién esta aquí? ¿De que hablas?

Pero cuando la chica vuelve a abrir los ojos no hay nadie. Solo Isaac que la mira con mucha preocupación mientras soba la parte de atrás de su cabeza. Aparta la mano de su novio, muy confundida.

- Y-Yo...

No puede decirle. Creerá que esta loca.

¿Pero y si ya lo esta?

¿Por que le perseguía el fantasma de su madre?

¿Por que ahora?

- Debo salir de aquí. - Se aparta de Isaac de un movimiento.

- Angeles, ¿Qué ocu...?

- Solo necesito aire. - Toma un abrigo y los calzados.

- Voy contigo. - Se levanta también.

- No. - Lo mira seria. Su pecho se mueve erráticamente. - Quédate aquí. Y-Yo necesito estar sola.

Isaac la mira dolido pero Angeles respira con fuerza y sale de ahí antes de sentir el picor en sus ojos. Tiene que averiguar que demonios le esta pasando. Se frota la cara con furia y baja las escaleras.

Camina a lo que cree es la recepción. Una mujer de avanzada edad esta ahí, dándole la espalda.

- Disculpe, eh... - Saca el dobladillo del periódico. - ¿Puede decirme algo sobre el suicidio de Alexander Argent?

La mujer se da la vuelta, dejando ver una extraña intravenosa en su cuello. La loba evita mirarla mucho rato, sintiendo un escalofrío recorrerla de punta a punta. La mujer tiene ojos grande y grises, acuosos. Su sonrisa pone nerviosa a la chica, por mas que siente que esta siendo amable.

- Ahí esta todo lo que hay que saber, cariño. - Le responde con una extraña ligereza. - Si hubiera analizado demasiado cada uno de nuestros suicidios no habría pasado de los 20 años.

Angeles se la queda mirando.

- ¿"Nuestros suicidios"?

- ¿Ves ese numero ahí? - Le señala a sus espaldas.

a toxic finale [lahey] a toxic saga³Where stories live. Discover now