Nuestros caminos (Roomie 3)

Capítulo 10 - "Grace"

TOMMY — TRES AÑOS DESPUÉS.

Stella se levantó de la cama apurada, por entrar a la ducha. Sonreí al ver su cuerpo desnudo correr por la habitación hasta llegar al baño.

Restregué mi rostro y suspiré.

Le habían hablado a Ela para que fuera al hospital por una emergencia, así que nuestra mañana estaba un poco apretada.

— ¿Quieres algo especial de desayunar? — le pregunté, levantándome de la cama.

— ¡¿Podrías poner mi uniforme sobre la cama?! — preguntó, desde la ducha.

Reí, eso significaba que le daba igual el desayuno. Saqué su uniforme azul, poniéndolo sobre la cama.

Caminé hasta la cocina, y comencé a preparar su desayuno. Sabía que no iba a tener tiempo para comérselo aquí, así que lo puse en un topper para que pudiera llevárselo. Tomé su envase para líquido y vacié hasta el tope, jugo de naranja.

El departamento al que nos habíamos mudado ya hace un tiempo, estaba en unos de los edificios con mejor prestigio de la ciudad, y bastante cerca de todo. Lo cual era bastante conveniente para ambos, tanto para Ela por su trabajo en el hospital, tanto como para mí. Era bastante amplio, y podía decir que era una casa. Toda la decoración la había elegido ella, así que el estilo era muy minimalista, y no había cosa fuera de su lugar.

—Tom... — me miró, mientras yo estaba tomando mi café — Tom, ¿podrías ponerte ropa? — preguntó, moviéndose rápidamente para tomar sus cosas.

Sonreí — ¿Qué tiene de malo estar desnudo? — La miré — no me digas que te da bochorno.

Ella negó, riendo por mi comentario — ¿Y qué tal si alguien viene?

—Es mi hogar, tengo derecho a estar en pelotas — le extendí su almuerzo — es de atún — sonreí.

—Gracias— Me besó en los labios — No puedes recibir a las visitas en pelotas.

Sonreí, pícaro — ¿Y a ti si?

—Te amo — dijo, saliendo del departamento.

—Te amo también — oí como cerraba la puerta.

Suspiré, caminando hacia el baño.

— ¡Apúrate con una mierda!

Volteé, encontrándome a Matt y a Luck en mi entrada.

— ¿Por qué no me asombra? — mi hermano me miró.

—Es mi día libre — dije, tranquilamente.

Matt rió —Y una mierda.

— ¿Qué quieren? — pregunté.

—Los inversionistas quieren retirarse del proyecto en Australia — comentó Luck, lanzándome un cojín.

Lo atrapé — ¿Quién la cagó?

—Nadie — Matt se sentó sobre el sofá — el marido de una de las socias se acostó con otra socia, entonces el problema es interno.

— ¿Papá qué dijo? — pregunté, mientras seguía tomando mi café.

—Papá está en una junta en Roma, así que es nuestro problema — respondió.

Suspiré — ¿Por qué?, ¿por qué lo hacen en mi maldito día libre?

— ¿Planes especiales? — preguntó Luck, burlón.

—Jodete — caminé hacia mi habitación — denme un minuto,

STELLA.

— Catéter puesto —Liis miró a la paciente — ¿se siente bien?