Nuestros caminos (Roomie 3)

Capítulo 2 - "No lies"

"CAPÍTULO MUY LARGO"

Sentía como algo me picaba el brazo, me moví intentando que se fuera si era alguna clase de insecto, pero no. Tomé una almohada lanzándola.

—Auch — dijo una voz femenina.

Abrí los ojos aunque el sol me calaba, vi como Abby estaba tumbada en el suelo — ¿qué haces ahí?

Ella se levantó para después acostarse sobre mis piernas y mirarme expectante — ¿qué hiciste ayer, Porki?

—A una fiesta — vi que ella estaba todavía en su pijama de dinosaurios que me robo — ¿y tú qué vas a hacer hoy?

Ella sonrió — pues debo de entrenar.

—Me haces sentir mal, yo apenas puedo con mi existencia — miré el reloj — son las siete Pinki, no inventes, mucha gente todavía no sabemos ni quienes somos a esta hora.

Abby rio comenzando a peinar lo vellos de mis piernas — pero siempre te pasa así, tú más alcohol, igual a "Pinkii, abruuueme" — dijo arremedandome.

—Ay yo no le hago así.

Me miró — no me dejaste dormir, sentía que un oso se quería meter a la casa, el pobre de Nick se asustó pensando que un ladrón había entrado a la casa.

— ¿Tan mal estuve? — pregunté casi esperando que no contestara.

—Porki — dijo casi intentando no reírse — llegaste solo el bóxer y te comiste todo lo que había en el refrigerador, Nick bajó con un bate y por poco te mata.

Unos toquidos en la puerta hicieron que los dos volteáramos, Nick nos miraba desde el marco de la puerta —buenos días señor oso — entró y se acostó a un lado de Abby y ella comenzó a peinar su cabello.

—Ay, pero que linda familia somos — hable sarcástico.

Nick me miró y luego sonrió burlón — ¿te robaron o qué?

—No, mi ropa está en el carro, recuerdo cuando me la quité, es que sentía calor.

Mis dos hermanos levantaron las cejas pícaramente — ¿ah sí? — preguntó Abby mirándome.

Puse mi pie en su espalda haciendo que rodara al piso junto con Nick — vete a cambiar que se te hace tarde para tu entrenamiento.

—Te has de preocupar mucho por mí — dijo levantándose del suelo y tomando un par de guantes míos — los voy a ocupar, nos vemos — y salió.

Miré a Nick — ¿qué?, tú también afuera enano, uchale — lo ahuyenté con mis manos.

—Préstame ropa.

Quité la sábana blanca de mi cuero levantándome y dirigiéndome al baño — ¿Para qué?, ¿ocupas un disfraz?, porque mi ropa ni de chiste te queda.

—Solo necesito una camisa y bóxer — dijo desde afuera.

Me encogí de hombros —Pues busca a ver que te gusta y te queda.

—Y si me pudieras prestar unos zapatos, sería increíble.

Oí como empezó a mover toda mi ropa, asomé ligeramente mi cabeza por la puerta del baño – y cuidadito que me desacomodes la ropa, la acabo de organizar.

Nick solo me levantó los dedos diciendo "okey" sin mirarme y siguió buscando.

Después de mi baño, salí y vi que mi hermanito ya no estaba, cerré la puerta con seguro y me puse un bóxer y un pans gris, mi cabeza dolía y mi estómago comenzaba a rugir, así que bajé tranquilamente las escaleras y abrí las gavetas para ver qué había para comer.