La nota

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Me abrí paso entre la gente, hasta que logré entrar a la casa, y aunque un par de guardias me lo estaban impidiendo, mentí y dije que era de la familia, en la sala estaba sentada Loreen, llorando hasta mas no poder
- Directora Loreen ¿Que ha pasado?
- Es...es, mi abuelo- respondió casi a susurros, no podía hablar
- ¿El señor Arnold? - pregunte, pero mi cuestión se respondió sola cuando dos médicos salieron de una de las habitaciones con una camilla, y sobre ella había un cuerpo envuelto en una bolsa negra - Oh dios mío lo lamento tanto - Loreen no paraba de llorar, estaba destrozada, no me atreví a preguntar que le había pasado, no era el momento para ello, así que le di un abrazo tratando de consolarla
- Se suspende la limpieza- dijo con las pocas fuerzas que tenía- no puedo ir a supervisarlos
- No pasa nada, nosotros nos encargamos de todo
- Gracias Anny - en ese instante entro por la puerta una mujer mayor
- ¿Mama? - dijo Loreen
- Hija mía lo lamento tanto- dijo la mujer de pelo castaño y ojos verdes
- Yo ya me tengo que ir- dije mientras salía de la casa, y me despedía de Loreen, quien estaba abrazando a su madre, me dio curiosidad y me fijé en su brazo, mi corazón se aceleró, que casi se podían escuchar los latidos a unos pasos de allí, ella también tenía ese tatuaje, no debió de sorprenderme, pero era más aterrador verlo en persona.
Salí corriendo de la casa y me acerque a los chicos, les explique lo que había pasado y se quedaron muy tristes, aun así, debíamos de irnos a la escuela, y hacer algo por la directora, pensé en invitarla a cenar, pero me incomodaba la idea de que su madre fuera a mi casa, aunque estaba muy tranquila con el tema de mis padres, aun debía de resolver aquel gran acertijo en el que me metí, pero luego pensé que sería una buena idea, conocer a su madre, así que me decidí por ello
- Bueno ya estamos aquí, la escuela es nuestra - dijo Nina
-Tienes razón, aquí vamos- respondió Tony
Los chicos se bajaron del coche y yo espere a Daniel, aun la idea de que fuéramos novios me tenía algo inquieta, pero a la vez me gustaba, caminamos hacia la entrada y hablamos con el guardia, nos dejó pasar y nos mostró donde estaban los materiales de limpieza
- La escuela es gigante- examinó Lucia
- Es imposible limpiarla nosotros solos - añadió Harry
Tenían razón, mirándolo desde ese punto de vista era enorme, pero algo habría que hacer, así que tome el mando
- Bien chicos, no hay nada grande para un grupo de amigos, dividámonos y a trabajar, Nina y Tony, limpiarán las escaleras, Harry y Lucia, ustedes encárguense de los pasillos, y Daniel y yo, el patio, no es tan difícil
- Esta chica es genial- insinuó Daniel- pues en marcha camarada
Media hora después ya teníamos, tres bolsas de basura listas para desechar, cuando oímos algo de música acercándose a nosotros
- Hola chicos, que tal estáis - dijo Asher, quien traía consigo un equipo de música, y a unos cuantos amigos de su clase - quien dice que no podemos tener una fiesta
- Genial -procedió a decir Nina
- Hemos venido ayudar - respondió Asher
- Pues que bien, a trabajar se ha dicho- dije a todos mientras ellos mismos se separaban en grupos y nos ayudaban.
Fue un día feliz después de todo, no esperaba que a tantas personas les gustara limpiar, cuando terminamos nos paramos en la entrada, y vimos lo relumbrante que estaba, habíamos hecho un gran trabajo, pero ya era hora de volver a casa.
Un mes después todo había cambiado en nuestras vidas, Daniel y yo cumplíamos un período de novios, lo cual había sido un mes muy bonito, los chicos estaban cada vez más emocionados con saber en que terminaría todo esto, por otro lado Loreen y su madre se habían mudado del país después de que murió el señor Arnold, las invitamos a comer, fue una cena agradable, pero intensa a la vez, llegue a pensar que Karen (la mamá de Loreen) estaba algo nerviosa, o se sentía incómoda con mi presencia, no dejaba de mirarme algo extraño, ese día comentaron lo de su viaje, y me quede totalmente sorprendida, mis planes de descubrir la verdad se iba por la borda, ya no tenía nada, no las iba a seguir fuera del país, aun así sabía que no era buena detective, mi vida era muy atareada para estar por ahí siguiendo a mi directora, bueno, exdirectora, también había dejado la escuela, ya sería una completa extraña para mí, era como si nunca la hubiera conocido, nuestra vieja directora había vuelto a la jefatura por decirlo así, mis días volverían a ser igual que antes, escuela, amigos, tareas, y noches de películas. Ya habían pasado tiempo desde la muerte de mis padres, ya no tenía caso insistir en algo que en once años la policía no pudo resolver, y yo no iba a resolverlo tampoco, tenía casi las mismas pruebas que ellos, solo que yo tenía un sospechoso, y no creo que ellos también. Así que de un modo u otro seguí mi vida como antes, ya me había quitado la venda del pie, estaba muy bien, y ni siquiera me habían quedado marcas, de momento llego a mi mente el Doctor Hans, era el padre del hijo que Loreen iba a tener, ¿él también se habría ido?, no lo sabía y tampoco quería averiguarlo.
Era fin de semana, no quería quedarme en casa todo el día sin hacer nada, bajé las escaleras decididas hablar con los chicos y crear un plan para hoy, pero para mi sorpresa no había nadie, busqué en la cocina, en el baño y no encontré a nadie, así que fui por las habitaciones en busca de mis amigos.
- Pasa, estamos todos aquí - grito Daniel desde dentro de la habitación, porque estarían todos en el cuarto de Harry
- Hola chicos, ¿qué hacen todos aquí? – pregunte
- pensando en que hacer para hoy - responde Lucia
- Me han leído la mente, llevo pensando eso toda la mañana, deberíamos ir al cine o a comer en algún sitio - dije a todos
- Pues valla, este tiempo junto nos ha conectado más de lo normal - indagó Nina
- Si ya casi sabemos lo que hace cada uno - añadió Tony
- ¿Bueno pues, entonces qué hacemos? - pregunto al fin Harry.
Volví a mi habitación al cabo de unos minutos , Michi había tomado mi lugar en la cama, estaba acostado boca arriba frente al ventilador, se me habían olvidado apagarlo, pero me alegraba no haberlo hecho, se veía muy gracioso así que le tome una foto y la pegue en mi Instagram, mire a su rincón y aún tenía comida así que no era necesario darle más hasta la noche, fui hacia el armario, mire una y otra vez toda la ropa, no sabía que ponerme, era sábado, y no me parecía ponerme un vestido y unos tacones, pero tampoco quería un jean y unos tenis con una camiseta, no hacia tanto calor, di una mirada más y por fin supe que ponerme, al cabo de unos minutos ya estaba lista, no recuerdo la última vez que me vestí tan rápido, me pare frente al espejo y quede impresionada con lo que vi, mis pies estaban cubiertos con unas sandalias, su modelo era muy peculiar, sus tiras me llegaban casi hasta las rodillas, más arriba había escogido un conjunto blanco que Daniel me había regalado por nuestro primer mes, era muy chulo, y me quedaba estupendo, recogí mi pelo con una coleta y coloque unos adornos en un lado de mi cabeza, me encantaba como me veía. La puerta detrás de mí se abrió, era Daniel, se acercó a mí y me dio un cálido beso, me dejo saber lo hermosa que estaba y me dijo que ya todos estaban listos para nuestra salida, le asegure que en un momento bajaba y se marchó de la habitación. Mi gato seguía dormido así que lo deje que se divirtiera a su manera, salí del cuarto y lo cerré con llave, ya todos me estaban esperando en la parte de afuera de la casa, así que me apresure a llegar a ellos
- Vamos morena, que hoy nos iremos a pie - dijo Harry
- Me parece estupendo, así disfrutaremos más el recorrido, aunque es muy lejos - respondí
- No tenemos gasolina - río Daniel - y está cerrado el lugar más cercano
- Que fastidio - añadió Tony- ya cogeremos algo si nos cansamos.
Una larga caminata nos esperaba, nuestra ubicación alejada del mundo no era tan buena después de todo, las cosas siempre tienen su ventaja y su desventaja, y eso es bueno, en algunas ocasiones. Era la primera vez que caminábamos por aquella zona, siempre íbamos en el carro, nunca en había fijado en el terreno que nos rodeaba, ni en las personas, parecía un mundo totalmente distinto, unos cuantos kilómetros más y habíamos llegado a nuestro destino
- Hasta que al fin llegamos, El Spa - suspiro Lucia
- Necesito entrar ya - añadió Harry
Los demás reímos al ver el cansancio de los chicos, nosotros también estábamos agotados, y necesitábamos descansar, entramos y pedimos turnos, él lugar estaba casi vacío, las últimas personas ya estaban siendo atendidas, así que solo esperamos unos minutos hasta que nos hicieron pasar, las chicas fuimos a una habitación y los chicos a otra, nos quitamos la ropa y nos acostamos boca abajo en unas muy cómodas camas de masaje, el aroma de las velas era muy dulce y agradable, unos minutos después tres masajistas entraron en el salón, nos saludaron y comenzaron con su trabajo, nunca me había sentido tan relajada en mi vida, mis músculos me lo estaban agradeciendo. Creo que al cabo de unos minutos me estaba quedando dormida, de repente vino a mi mente nuevamente la escena de Lucia cayendo por las escaleras, y aquella misteriosa mujer que estaba en la casa, de la cual no recordaba su rostro, di un respingo que casi me caigo de la cama, las chicas ya se estaban vistiendo y Nina noto mi reacción al despertar
- ¿Oye, estas bien? - Si, si es solo que...- no sabía que decirle exactamente, no iba a decirle que vi a Lucia morir frente a mí, o eso creía - ¿Me quede dormida? - cambie rápidamente el tema de conversación
- Pues sí, ya casi te íbamos a levantar - dice Lucia
- ¿Chicas, ya están listas? - pregunta Daniel desde el otro lado de la habitación
- Ya casi estamos, unos minutos más y salimos - responde Nina.
Me volví a poner mi ropa y salimos todos de allí en el camino le comenté a Daniel lo que había visto, y se quedó muy preocupado, así que decidimos hablarlo cuando estuviéramos en la casa. Todos estábamos muertos del hambre, así que decidimos ir a una cafetería de allí cerca, estaba muy bonita, y tenía un menú bastante amplio, pedimos una pizza familiar y unos refrescos, compartimos entre todos y la pasamos muy bien, aún era temprano así que nos fuimos a dar una vuelta por el parque, nos sentamos, reímos y jugamos. A eso de las cinco nos dirigimos hacia la casa tendríamos que pedir algo para cenar, ya que estábamos bastante cansados, nos quedamos en la parada unos minutos y tomamos un taxi, yo tome el asiento de adelante junto a Daniel, y el resto estaba en la parte de atrás, el chofer subió la música y todos nos pusimos a bailar, incluso él se sumó a nosotros
- Ya llegamos - nos dijo al cabo de veinte minutos, Harry hizo el honor de pagar el taxi y todos bajamos de él. Yo fui la primera en dirigirse hacia la casa, estaba muy agotada y necesitaba tumbarme en la cama unos minutos, me acerque a la puerta y olvide que no traía mis llaves, así que me senté en la entrada cuando mi mano rozo con algo, era un pequeño papel, lo abrí y note que había algo escrito:
<<Se lo que buscas Anny, y no voy a parar hasta detenerte a ti y a tus amigos, será mejor que cuiden sus espaldas de ahora en adelante, por tu culpa mi vida se volvió una desdicha, y es hora de que pagues por ello>>
- ¿Qué es? - pregunta Harry al ver mi reacción, me levante de un salto y le entregue el papel, sus ojos se quedaron en blanco al ver aquella nota tan directa, no sabía quién la podría haber mandado, pero tendríamos que averiguarlo.

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