¿Un sueño?

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- Chica dormilona, ya puedes moverte he ir a la cama -Dijo Harry entre risitas
-Ya llegamos- respondí entre bostezos, mi cuello me agradeció con un fuerte dolor por aquel viaje
- Claro que sí, te has dormido todo el camino - dijo Daniel mientras sacaba las cosas del coche
-No sólo tenemos una bella durmiente chicos mirad a Lucia -  expreso Nina mientras trataba de quitarse mi cabeza de su hombro y reía entre dientes.
Bajamos todos del coche y ayudamos a Daniel con las maletas y los bolsos
-Me pido la habitación más grande- dijo Nina
- Oye la casa es mía, así que la más grande es para mí - rio Lucia
Yo reía mientras las chicas discutían, y observe la casa poco a poco, era gigante, estaba en muy buen estado, tenía un color gris oscuro, si no te fijabas bien podrías decir que era negro, la puerta era de un modelo antiguo, con unos pequeños cristales y dibujos tallados en la madera que al acercarme vi que eran como serpientes, sus ojos se clavaban en los tuyos, tal parecía que estaban vivas y te iban atacar me parecían algo espeluznante, a pesar de que estaba algo distraída por las miles de ventanas que había alrededor de toda la casa, era un lugar un poco aislado de la cuidad, solo había árboles por todos lados y una pequeña gasolinera al frente, eso era bueno así no teníamos que ir a ningún lado para comprar la gasolina o llenar el coche, y lo mejor era que tendríamos comida chatarra para todas las noches de cine en casa.
- ¡Esta abierta, ya puedes entrar! -oí a Nina gritar desde el auto, no voltee a ver, solo tome la manilla para entrar de una vez, sentí que mi cabeza empezó a darme vueltas, casi sentí que caía al suelo cuando Harry me agarro por detrás.
- ¡Hey! ¿Estás bien?
-Sí, solo estoy algo mareada por el viaje- respondí aun aturdida y confusa
- Sube las escaleras y escoge cualquier habitación y descansa, yo me encargo de las maletas
- Gracias Harry- le dije mientras le daba un beso en la mejilla y entraba a la casa
- ¿Pero qué demonios? - no podía creer lo que estaba viendo, se me puso la piel de gallina ¿son...mis padres? Pero no en carne y hueso, por un momento creí que estaba alucinando, las manos me temblaban, justo frente a mi veía una escena, justo la misma escena de hacía diez años cuando mis padres murieron.
Era ocho de mayo, estábamos en noche de pelis (por algo tenía la costumbre de quedarme toda la noche viendo tv) mi padre metió su mano en el tazón de palomitas y me miro sorprendido
- ¡Ya te las has comido todas, hace apenas cinco minutos que las traje! -lo mire con una sonrisa, y él me devolvió otra, se levantó para ir a la cocina y traer más...pasaron unos diez minutos cuando mi madre se empezó a preocupar y pronunció su nombre varias veces antes de levantarse para ir en su busca, me dijo que me quedara ahí sentada, pero no la obedecí, me mantuve detrás de ella muy silenciosa, creo que ni siquiera supo que la seguía, no podía ver mucho de lo que pasaba delante de mí, el vestido casero de mi madre se movía mucho y al caminar me tapaba casi todo el rostro, al llegar a la cocina me fije en el microondas que aún estaba puesto en tres minutos para empezar a explotar bolitas y hacer nacer a las palomitas, pensé en eso ese momento, suena ridículo pero era solo una niña, mientras pensaba en eso mi madre soltó un grito de desesperación y dolor al mismo tiempo, la agarre tan fuerte como pude y trate de asomar mi cabeza a un costado de su cadera para ver porque gritaba, mis ojos se nublaron por completo, y las lágrimas comenzaron a correr por mis mejillas, una línea de un pegajoso charco rojo paso por debajo de mis pies, era sangre, mi padre estaba tumbado en el suelo y apenas respiraba mi madre quedo paralizada y solo corrió a llamar al 911,yo me acerque para ver mejor a mi padre, quien respiraba más lento, intente identificar de dónde provenía la sangre, no parecía haber habido ningún disparo.
Mi madre grito una vez más y di un brinco que caí sobre la sangre, salí corriendo a ver y apenas cruzaba la puerta algo me golpeo en la cabeza, caí al suelo, con los ojos entreabiertos y tocándome la cabeza por el dolor, delante de mí solo vi como golpeaban a mi madre de una manera muy brutal ella gritaba de dolor y solo me decía que corriera, yo no podía ni moverme, estaba casi inconsciente, logre fijarme en el atacante, traía unos botines dorados con unos tacones no muy altos pero lo suficiente para mí, no pude ver su rostro ya que estaba cubierto con algo negro, aunque aun así sobresalía su lacio pelo, que recorría toda su espalda, trate de identificar algo más y lo último que logre ver fue su tatuaje, lo tenía en su brazo, sobre su codo, parecía una mariposa, estaba muy bien dibujada, sus colores eran brillantes, pude sacar la conclusión de que no llevaba mucho tiempo con él.
-¡Me está mirando! - le grito a alguien que al parecer estaba detrás de mí - véndale los ojos
- Es solo una niña no importa – respondió asustado, pero aun así me puso algo que cubrió toda mi cara, porque era tan importante que no la viera, en fin, estaban matando a toda la familia, yo sería la siguiente, y por un segundo sentí un pequeño pinchazo en el brazo, poco después me sentí cansada, ya no escuchaba gritar a mi madre, los oídos me zumbaban, pero pude escuchar por última vez a la mujer cuando dijo que la policía estaba cerca y sentí sus pasos cuando salieron corriendo, ¿moriría? Pensé en ese momento cuando mis ojos se cerraban por si solos y no podía luchar contra eso. Unas horas después cuando amaneció desperté en el hospital, había una enfermera y dos guardias en la puerta que al verme despertar uno de ellos tomo si teléfono he hizo una llamada
- te sientes bien- dijo la enfermera mientras me daba un vaso de agua y una pastilla - debes de estar cansada
- ¿Que paso? ¿Y mis padres? –
Bueno ya sabía de cierto modo lo que ocurrió, comencé a tomarme el vaso de agua, hasta que no quedo nada- no me gustan las pastillas- dije sonriente
- Todo va a estar bien, los agentes van hablar contigo en un momento - me miro entristecida y se apartó de la camilla mientras buscaba su bolso, del cual saco un caramelo y me lo entrego - yo debo irme, pero volveré pronto para ver como estas. Ella salió de la habitación y un minuto después un hombre de estatura media, traje y corbata entró y cerró la puerta
- Hola pequeña soy el agente McWilens, solo quiero hacerte unas preguntas sobre lo que paso anoche - saco una libreta y un bolígrafo y se sentó en la silla junto a mi listo para tomar nota.
-Primero quiero saber que paso con mis padres - lo mire muy seria para que me respondiera y supiera que no iba a controlar tan fácil la situación - no voy hablar hasta que no me diga algo, Izo una pequeña mueca con su boca, no era una sonrisa del todo, pero tampoco estaba molesto, cerro su libreta y puso sus codos sobre sus rodillas acercándose más a mí
- Es una propuesta justa - soltó una pequeña carcajada la cual se fue enseguida- esto va a ser difícil para ti, y para tus familiares, esas personas que entraron en tu casa son ejecutores en serie, criminales que andamos buscando desde hace un año y medio, pero son muy listos y se esconden muy bien de nosotros, sobre tus padres (se quedó en silencio durante un minuto) están…
- muertos- respondí yo sin dejarlo terminar mientras me metía el caramelo a la boca
- Lamentablemente si- dijo entristecido
- ¿Cómo murieron? - pregunte, aunque ya sabía parte esa respuesta, quería estar segura, el me miro con el ceño fruncido, sabía que se estaba preguntando como una niña de seis años quería saber eso
- Tu padre fue el primero ¿no? - asentí con la cabeza y lo dejé continuar - al parecer forcejeo contra sus agresores, es decir que tuvo una pelea y se dio un gran golpe en la cabeza, perdió mucha sangre y por eso...ya sabes.
Sabía que esa no era la verdad, solo una suposición de la policía, no había rastros de una pelea, nada fuera de su sitio, o de igual manera no hubo ruido que indicara que había alguien peleándose en la cocina -tragándome el caramelo y con lágrimas en los ojos le pregunte por mi madre, se recostó en la silla mirando hacia el suelo
- Ella sufrió múltiples golpes en su abdomen y sobre todo en su cara, tuvo una hemorragia interna, se desangro por dentro, murió de camino aquí en la ambulancia.
- ¿Por qué yo sigo viva? - pregunte confundida- si mataron a mis padres porque a mí no.
No es la primera vez que lo hacen, pero si la primera vez que le hacen esto a una mujer, usualmente siempre son los maridos, dejando a las mujeres viudas con sus hijos.
Recuerdo que en ese momento recordé la tragedia de la familia de Lucia, su padre fue asesinado, lo mataron de un disparo frente a su esposa y sus hijas
- Ya me vas a contar todo lo que paso, ese era el trato - me dijo mientras volvía abrir su libreta y tomaba si bolígrafo, conté parte por parte todo lo que ocurrió, incluso lo del tatuaje. Todo fue en vano han pasado diez años y esas personas aún siguen libres y matando familias, aunque lo de matar no lo tengo muy seguro, no había escuchado más nada sobre algo parecido a lo que me dijo el agente, a veces pienso que habrá sido sus vidas.
La única pregunta era ¿Por qué estaba viendo aquel momento? era como ver la película de terror más...horrorosa por decirlo así, de repente cada una de las escenas comenzó a moverse desde que mi padre entró en la cocina, me moví por toda la sala para ir detrás de él, unas ligeras lágrimas recorrieron mi rostro mientras corría, me pare en seco justo al llegar a la puerta de la cocina, mi padre estaba ahí poniendo las palomitas en el microonda, me tape los ojos y voltee hacia el otro lado, allí estaba yo, tumbada en el suelo junto a mi madre y aquella mujer, trate de ver que hacia mi atacante, aquel hombre que me golpeo en la cabeza, él estaba tomándome una foto, que cosa tan descarriada, era una cámara muy pero muy antigua, de esas que al tomar la foto unos segundos después la tenías en tus manos, con mi ceño fruncido seguí tratando de captar algo sobre el pero estaba totalmente vestido de negro y al igual que la mujer traía algo que le cubría la cara, pronto sentí las sirenas y a los policías, cosa que no pude hacer aquel día, pero tampoco estaba orgullosa de ello, antes de salir corriendo el hombre tomo mi foto y levanto una tabla de madera del piso y la coloco allí abajo, me preguntaba si aún estaría ahí, y sobre todo, ¿por qué dejarla en mi casa?. Ellos salieron corriendo y unos minutos después entraron los policías y los paramédicos, las escenas comenzaron a verse borrosas y todo desapareció, volví al mundo real, Lucia entró a la casa y subió las escaleras haciéndome una seña para que la siguiera yo no me podía mover, estaba tan confundida, no sé por qué pero tenía un mal presentimiento, faltaban pocos escalones para subir a la segunda planta de la casa, y de repente alguien salió de uno de los cuartos, ya no estaba alucinando, ni viendo cosas del pasado, esta vez sí parecía bastante real, esta persona pareció asombrada al vernos, incluso asustada, parecía estar tramando algo, corrió hacia las escaleras tropezando con Lucia quien calló dando vueltas por las gradas, subí corriendo para auxiliar a mi amiga mientras trataba de que no callera más, aquella persona salía corriendo, había un gran charco de sangre en el suelo y los chicos se alarmaron al ver salir corriendo a alguien de la casa y entraron para ver que sucedía
- ¿Que paso? ¿Quién era?- pregunto alarmado Daniel
- ¡Esta muerta, no respira! - le respondí a Daniel entre lloriqueos -¡llama a una ambulancia por favor!
- ¿Anny? ¿Anny? ¡Despierta!...

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