Infiltrada

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Ya era tarde, estaba cansada, mi cabeza se pasó la noche dando vueltas y vueltas a la idea de infiltrarme en los archivos de la escuela, estaba hablando como toda una espía, la noche paso rápido y logre conciliar el sueño algo tarde.
-Buenos días, hora de levantarse
Mis ojos estaban aún cerrados, solo sentí algo que se acurrucó a mi lado y sentí una mano sobre mi estómago
- Vamos dormilona
Era Daniel, estaba sentado en la esquina de la cama con el desayuno preparado, unos waffles, y una taza de chocolate caliente, al lado mío estaba mi gato, lamiéndome la cara para que me despertara
- Buenos días - dije en tono cansado - ¿qué hora es?
- Las 6:00- respondió riéndose
- ¡Como que las 6:00!
- Ya tranquila que son las 6:30 - vine a darte los buenos días
- Porque me has levantado tan temprano, y porque te has levantado tu mucho antes
- Porque quería dar un paseo mañanero contigo, si se puede, me acerco el desayuno y me dio un cálido beso en la frente - te espero a las 7:00 en la puerta.
Desayune, me vestí, le di comida a mi gato y recogí todas las cosas de la escuela, y lo que no era de la escuela también, me quede pensando, en que significaba todo esto, Daniel siempre me había gustado, pero porque ahora es tan cariñoso conmigo, no quiero gustarle a un chico solo porque estoy en una situación difícil, pero no sabía si preguntarle o dejar que las cosas siguieran su rumbo. Salimos a dar un paseo por los alrededores, el sol estaba saliendo así que aún había una leve brisa en el ambiente, y sobre todo un silencio total, cuando no estábamos charlando solo se podía escuchar el sonido del tacón de mis botines, las personas comenzaban a levantarse, las luces en las pocas casas que había a los alrededores se iban encendiendo,
- Ten, esto es para ti- Dijo Daniel dándome una pequeña caja
- ¿Qué es?
- Ya que vamos a ser espías o detectives pensé que vendría bien algo así- tome la caja y desenvolví el papel, eran unos lentes, muy lindos, por cierto, pero de que servirían unos simples lentes
- ¿Emm? -dije confundida
- No son lentes comunes- dijo interrumpiéndome - tienen una cámara y un micrófono instalado, y lo puedo monitorizar todo desde un celular, así podré ver todo lo que ocurra y sobre todo escuchar cualquier novedad
- Es genial, será de mucha ayuda, y me quedan genial
- Sabía que te gustarían
Me cogió de la mano el resto del camino. Pasamos a la casa a recoger a los demás y luego fuimos al cole, ya todos conocían en plan para este día, no sabíamos si funcionaria, pero había que intentarlo
- Es hora de la acción- dije a los chicos
- A la orden señora- dijo Daniel en tono burlón
Ya era el tiempo de almuerzo, y la Srt.Loreen debía de salir almorzar, era los minutos perfectos para meterme en su oficina así que nos pusimos en marcha, al terminar la última clase espere unos minutos, hice una llamada a la dirección para asegurarme de que no había nadie, deje que sonara por unos segundos y luego me puse en acción, me coloque los lentes que me regalo Daniel, mientras el monitoreaba todo desde su móvil, logre recorrer el pasillo y llegar hasta la dirección, al entrar cerré la puerta con llave, me puse a registrar cada cajón del escritorio, cada papel o documento que allí había,
- Oye encontraste algo- era Daniel a través del pequeño micrófono
- Aun no, no hay nada sobre ella aquí ni de su vida – le susurré, de repente sentí que intentaban abrir la puerta, mi corazón comenzó acelerarse, las únicas opciones que tenía eran ocultarme y esperar que no me descubrieran o que la Srta. Loreen me hiciera un montón de preguntas, me había preparado en parte para eso, pero no estaba segura, así que me escondí bajo el escritorio, unos pasos que se acercaban más y más, hasta que se detuvieron frente a mí, era la directora,
- Se me ha olvidado enviar el archivo a mi laptop- dijo como si hablara con alguien- menos mal que lo recordé a tiempo.
Después de eso estuvo unos instantes y luego se fue, esperé un momento y a continuación salí yo, la campana había sonado ya hacía unos minutos, se me hacía tarde para la clase, salí corriendo de la dirección y volví al salón
- Señorita Anny, ¿dónde se había metido? - pregunto el profesor William
- Lo siento, me… - hice una pausa para pensar que decir- me quede encerrada en el baño - en serio en el baño, no se me puso ocurrir algo mejor, que vergüenza
- Tome asiento, y quédese en silencio- dijo algo inquieto
- Claro profe- respondí mientras caminaba hacia mi asiento.
Estábamos en el coche de camino a casa, yo me encontraba perdida en mis pensamientos,
- ¿Que era ese archivo del que hablaba? - pregunte confusa
- No tengo la menor idea, seguro era algo de la escuela- respondió Daniel
- No, no lo creo, dijo que era a su laptop, aquella que vi cuando- hice una pausa- ya saben, cuando la estuve espiando por la ventana, ¿Y si vamos a mi casa?
- ¿A tu casa? - pregunta Daniel- quieres decir a seguir perdiendo tu tiempo con la señorita Loreen
- No estoy perdiendo mi tiempo, sé que tiene algo que ver con todo esto y... -de un golpe deje de hablar, no quería discutir en esos momentos con nadie, no estaba de humor para eso
- Oye lo siento- se disculpa Daniel- no quise ser grosero solo que...
- No pasa nada- le interrumpo antes de que termine de hablar -Por favor estaciona el auto, sólo un minuto
- ¿Para qué?
- Solo detenlo- le pido abriendo la puerta, el estaciona el auto y me bajo del coche - me voy a mi casa, nos vemos mañana en él cole, necesito estar sola un tiempo- dije a los chicos
- Anny no te puedes ir así sin más-añade Lucia- sabes que te apoyamos en esto
- Pues mira que no es lo parece - dije muy furiosa, cerré la puerta y caminé unos kilómetros hasta mi casa. Parada en la puerta, una mano pasó sobre mi hombro, mi corazón latió más rápido de lo que nunca había latido, voltee para ver quién era,
- ¿Directora Loreen?
-Hola Anny, ¿cómo estás?
- Yo...yo, yo bien y usted- respondí con una falsa sonrisa, lo cual se me notaba en la cara, ¿porque estaba ella en la puerta de mi casa? ¿Me estaba siguiendo mientras yo la seguía a ella?
- Solo pasaba por aquí, y te he visto llegar, así que vine a saludar - respondió recogiendo las llaves que había tirado al suelo por el susto que me había dado
- Hace tiempo no te veía llegar
- Si, es que no estoy viviendo aquí en estos momentos- definitivamente me estaba siguiendo, pero no creo que supiera sobre la otra casa, y donde se encontraba, por eso no pensaba decirle nada
- Que sorpresa y ¿dónde te estas quedando?
-Estoy...- que le digo, que le digo, mi mente pensó en miles de cosas para decirles, y para que quería saber ella eso - Estoy en casa de mi abuelo- y terminé soltando eso, ya me di cuenta de que no sirvo para situaciones como estas
- Que bien- dijo con una sonrisa pícara
- Yo también estoy con mi abuelo, bueno, eso creo que ya lo sabes- rio con algo de fuerza- ¿Te apetece ir a cenar con nosotros?, estamos solo nosotros y nos vendría bien algo de compañía
- ¿Eh? - sería una buena oportunidad para...- Sí, claro, estaría bien - hora de ponerse en acción nuevamente guarde las llaves y caminamos hasta su casa, tampoco era para tanto solo tenía que caminar unos metros, Loreen no me parecía del tipo de personas que son asesinos en serie, pero como vi en una peli cuando era pequeña <<Hasta los asesinos tienen vecinos>>, un fuerte ladrido me hizo volver a la tierra,
- ¡Perro malo, ya cállate! - dijo Loreen molesta
- Tranquila, no pasa nada- trate de relajarla
-Bueno, pasa - Abrió la puerta y me señalo con la mano para que entrara
-Que linda casa- si literalmente no era la típica asesina en serie, su casa era muy bonita,
- Hola señor...
- Arnold, me llamo Arnold - respondió mi vecino tendiéndome la mano
- Hola señor Arnold, un gusto conocerle al fin - jamás en mi vida había estado en su casa, solo nos saludábamos en el jardín de vez en cuando, pero nada más allá de un alzamiento de mano 
- Tú debes de ser Anny ¿no? - pregunto haciéndose camino para ir a la cocina
- Sí, soy yo un gusto conocerle
- Igualmente querida, después de tantos años te conozco y quiero que sepas que...
-Abuelo- interrumpió Loreen - Déjanos a solas un rato y así preparamos la cena
- Pero es mí…
-  Ya te llamaremos cuando esté lista – interrumpió nuevamente Loreen desesperada y prácticamente sacándolo de la cocina
- Tranquilo señor Arnold, ya tendremos tiempo para conocernos mejor - añadí mientras lo echaban de allí
- Disculpa a mi abuelo, a veces puede ser algo intenso
- No pasa nada es normal en las personas mayores- dije inquietante - por cierto ¿Dónde está el baño?
- La tercera puerta del pasillo, después de los cuartos- me respondió con una gran sonrisa, y comenzó a preparar la mesa
- Gracias, enseguida vuelvo
Mi plan estaba funcionando, asome mi cabeza para ver al señor Arnold, estaba sentado leyendo el periódico en su sillín, casi que corrí por el pasillo, pero no para ir al baño, pase de puerta en puerta, buscando la habitación de directora. Estoy en la casa de la directora, no lo puedo creer, pase de espiarla por la ventana, después en su despacho y ahora a su casa, pero bueno, ella me invitó a pasar, pero ¿Por qué?, eso no venía al caso en estos momentos,
- ¡Bingo! - encontré la habitación, eche un vistazo nuevamente al ambiente y entre cuidadosamente, no tenía mucho tiempo antes de que me buscaran, ya conocía la habitación, así que no era difícil encontrar lo que buscaba, saque mi móvil y rápidamente tire una foto a la pared donde se encontraban las cosas importantes, sobre la cama se encontraban la laptop, estaba abierta y no tenía contraseña
- Perfecto- seguía hablando sola como una loca, por suerte siempre tengo mi cargador encima, así que conecte mi móvil a la computadora, busque los archivos más recientes y los envíe, busque más y más hasta que di con algo que me llamo la atención, había una carpeta de fotos, fotos personales, la había nombrado " Infancia" Mande todo a mi móvil lo más rápido que pude,
- ¡Anny! - te falta mucho- grito Loreen desde la cocina
- ¡No, estoy lavándome las manos, en seguida voy - respondí asustada, solo les quedaban unos segundos a los archivos
- ¡Esta bien, ya la cena esta lista!
- Bien, ya está- susurré, ya tenía los archivos y había dejado todo tal y como estaba, salí de la habitación y me dirigí a la cocina unos cuantos metros delante de mí,
- Aquí estoy, disculpen la tardanza
- No pasa nada querida, es normal en las mujeres tardarse una eternidad en el baño - comento en señor Arnold
- Si, es una fama que tenemos las mujeres
- Bueno, a comer familia - dijo Loreen, aunque luego me dirigió una mirada tensa y la sonrisa que tenía dibujada se esfumó, como si lo que hubiera dicho se le había escapado así sin más
- Oye no pasa nada - trate de tranquilizarla, mientras observaba la cena que había preparado. El resto de la noche fue muy agradable, parecía una de esas reuniones familiares, me sentí muy a gusto con su compañía, casi me olvido entre risas y conversaciones de mi misión principal, hasta que sentí una pequeña vibración en mis muslos, tenía un mensaje:
Hola compañera, no sé dónde te has metido, pero llevo 5 minutos en la puerta de tu casa, y me estoy congelando.
P.D: Chico congelado
Era de Harry, no sé porque había venido aquí, pero no me molestaba su compañía
- Lo siento, pero debo de irme, un amigo ha venido a verme - me lamento con Loreen y Arnold
-No pasa nada, nos ha encantado cenar contigo, ojalá y se repita - Añade Loreen- bueno apúrate hace frío afuera
- Muchas gracias por la cena, me ha encantado- me despedí de todos y salí corriendo a mi casa. Allí estaba Harry, sentado en el porche de la casa, cuando me vio se puso de pie y se sacudió el polvo, me alzo la mano y yo hice lo mismo
- Hasta que al fin llegas- dice mi amigo angustiado
- Lo siento, no sabía que vendrías
- ¿Y dónde estabas hasta estas horas?
- En casa de la directora Loreen- abrí la puerta y entramos a la casa
- ¿Te metiste en casa de la directora? - puso una mano en su cabeza- estás loca
- No me metí en ningún lado, ella me invito a cenar y aproveché la oportunidad para hacer mis deberes de espía - respondí casi a carcajadas
- Si, definitivo estás loca y como f
ue la cena
- De lo más bien, parecen personas humildes, incluso me sentí en familia. Pasamos el resto de la noche charlando en mi habitación, le conté sobre todo lo que había pasado y lo que copie a mi móvil, precisamente que saque mi laptop y pase los documentos a ella, y así poder verlos mejor, la curiosidad me estaba matando, incluso me interesaban las fotos más que nada, nos sentamos en mi cama y cuando termine de pasar los archivos, puse mi móvil sobre la mesita de noche, Harry apago las luces y encendió la lamparita de noche,
- ¿Estas listas para esto? - pregunta confundido- No sabes lo que puedas ver
- No lo sé, pero lo importante es saber si tenía razón o no, busque el primer archivo, era el más reciente, posiblemente seria el que envió desde la escuela, era hora de saber si todo había sido en vano, o tenía su recompensa, aunque no sabía que haría si tuviera razón, o que haría si están equivocada y había metido a mis amigos en todo esto, pero si estaba segura de que ninguna profesora tiene fotos de sus alumnos en su cuarto, así que por una parte sabía que tenía razón y era hora de averiguarlo.

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