Esa Mujer

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-¿Anny? ¿Anny? ¡Despierta!... Ahí fue cuando oí la voz que me salvaba, pero... ¿como era posible si la había visto morir frente a mí hace unos minutos?
Días antes…7:00 am suena la alarma mientras el sol se va incluyendo en mi habitación ya era hora del primer día de clases y no me podía parar de la cama, me había pasado la madrugada despierta viendo un maratón de Nexflix y sólo había dormido unas cuantas horas, deje que la alarma se apagara sola, pero fue en vano, unos 5 minutos después sonó de nuevo. ¡Hora de levantarse! dije para mí... salí de la cama de un tiro, fui directamente al baño, no podía pedir más, me había tomado 5 vasos de refrescos, papas fritas, galletas, incluso chocolate, bueno lo normal en una noche de películas pero esta vez no tenía con quien compartir, o más bien quien me quitara las cosas para que no me las acabara yo sola. El anterior nos encontrábamos mis cinco mejores amigos y yo viendo el estreno de la película más esperada por toda la escuela "Love prohibited"; era la primera vez que compartíamos una peli de amor, ya que nos gustaba mucho la acción, el terror incluso la ficción. Harry Paters se encontraba en el colchón que habíamos tirado en el suelo junto a Toni Wilde, mientras Nina Langis y Lucia Proust se encontraban en las dos puntas del sofá mientras yo me hallaba en el medio acurrucada con mi gato Michi, el último chico Daniel Chesterton estaba sentado en un almohadón gigante, lo que en realidad era una sábana con muchas almohadas dentro que inventamos nosotros para esas ocasiones. A mitad de la peli los chicos ya se habían quedado dormidos, solo quedábamos nosotras y mi gato, al cual pareció interesarle la película más que a mí. Yo estaba dando cabezazos, pero era imposible dormir con dos chicas llorando a tu lado y gastando pañuelos, ¿cómo podían dormir los chicos así? Solo decidí esperar, y para cuando acabó apagamos todo y subimos a mi habitación, la misma tenía tres camas y era más cómodo que dormir en el sofá y escuchar ronquidos toda la noche, preparé todo mientras mis amigas se ponían sus pijamas, estábamos muy cansadas ya ni siquiera teníamos fuerzas para hablar, las pelis de amor son muy aburridas era más divertido ver como todos gritaban y se quedaban desvelados hasta tarde después de ver asesinatos en serie, fantasmas y seres del más allá, pese a ello, sabíamos que era la última vez que olvidamos nuestra rutina de terror por las cursilerías del amor.
-¡Cama lista! -les grité a las chicas con la poca fuerza que me quedaba y me lancé a mi cama con la cabeza hundida en la almohada, unos minutos después ya todas estábamos bajo las sabanas cuando oí a Lucia en la otra punta de la habitación aludir a  un pequeño plan para un último día de vacaciones, o algo sobre el nuevo curso escolar no sé bien.
-Chicas por qué no vamos a desayunar al café que inauguraron esta semana, y cuando estemos todos reunidos les contaré algo que se me acaba de ocurrir. Un segundo después ya se había quedado dormida, cuando me voltee a ver a Nina también estaba rendida, posiblemente no había escuchado la propuesta, aunque se iba a enterar de una manera u otra.
Al amanecer ya nos encontrábamos en el café, fuimos guiados por la curiosidad y el deseo de no desperdiciar ni un minuto más del tiempo que nos quedaba para reanudar las clases. El sitio era increíblemente hermoso, tenía colores no típicos de una cafetería normal, como el gris o él carmelita, este tenía colores llamativos que se podían ver desde muy lejos, tomamos una mesa para seis y pedimos cada uno una gran taza de café y una galletas.
-Bueno Lucy cuéntanos tu gran plan- dijo Nina mientras echaba un vistazo a todos en la mesa,  y agregaba un poco de miel a su mezcla humeante, la miré con asombro, ya que creía que Lucy no la había escuchado porque parecía muy cansada.
- Oh! Claro -respondió mientras se le dibujaba una sonrisa en la cara - mis padres me compraron una casa no muy lejos de aquí más o menos a media hora de viaje en coche, y no sé qué hacer yo sola con una casa, así que tuve la idea de mudarnos todos allí y así estar juntos, hay espacio para todos, la casa es casi una mansión tiene muchos cuartos y una sala gigante, solo quería saber su opinión al respecto.
- Es una idea genial - expreso Harry mientras Daniel y Tony le seguían con pequeñas expresiones de asombro y asintiendo con la cabeza
- Nos parece genial es increíble poder pasar más tiempo juntos y además como estudiamos en el mismo colegio nos vamos todos a la misma vez, y Daniel tiene coche y nos puede llevar- lo miré mientras se me dibujaba una sonrisa quisquillosa en el rostro, él me la devolvió
- ¿Qué opinas Nina?- pregunta Tony
-No estoy segura, pero, no perdemos nada por intentar- dijo terminándose el último sorbo de café.
Se me estaba haciendo tarde para la escuela, estaba parada en frente del armario, pensando en que ponerme así que hice un pequeño juego, pasé mi dedo por los percheros y en el número diez me detuve, fui a ver que me preparaba el destino, una minifalda negra súper chula, la había comprado hace unas semanas y ya ni me acordaba de ella, ¡me encanta! Dije asombrada, y así procedí con el resto de la ropa mientras la lanzaba sobre la cama, al fin volteé a ver como quedaba todo, me puse maquillaje recogí mi pelo con una trenza francesa y me pare frente al gran espejo que había en la pared y ¡wow! , me quedaba estupendo, mi labial rojo intenso combinaba a la perfección con la blusa rojo vino y las botas que casi llegaban a mis rodillas. Con un pequeño brinco fui hacia la puerta mientras di un vistazo a las maletas que había recogido para la mudanza, también me quedaban la mitad de las cosas, pero aún tenía que probar como iban las primeras semanas entre tantos, no estaba acostumbrada a convivir a tiempo completo con alguien por mucho que fueran mis mejores amigos. Apagué la luz y mientras bajaba las escaleras sentí el timbre de la puerta trasera, me asusté un poco ¿Quién tocaría por la puerta trasera casi a las ocho de la mañana? fui con pequeños pasos hasta lograr ver bien quien estaba en mi propiedad
-Buenos días dormilona- gritó Tony cuando me vio acercarme a la puerta
-¡Qué gran sorpresa! -respondí animada seguido de un buenos días
- He tenido que venir por atrás porque el perro de tu vecino no me dejaba pasar
- ¡Ah! Luks, no le gusta que nadie interrumpa su tiempo de sueño, recuerdo la vez que unas pequeñas vinieron a venderme galletas y mordió a una de ellas, por suerte los padres no presentaron cargos
- Que buena historia, pero nos quedan veinte minutos -dijo Tony mirando su reloj
-¡Oh Dios que tarde! Solo iré a por mí mochila y nos vamos- sonreí mientras me alejaba a buscar mis cosas.

De camino a la escuela nos encontramos con el resto del grupo y nos detuvimos unos cinco minutos para desayunar, era mejor llegar tarde, que desmayarse y terminar en la enfermería del cole, el resto fue como todo primer día de clases, libros nuevos, alumnos nuevos y profesores más viejos que los anteriores.
Solo mirábamos el reloj con deseos que llegaran las dos y media para subirnos al coche de Daniel he ir a visitar nuestra futura mansión de amigos, solo hablamos de eso en el receso, en el almuerzo, incluso en el salón, ya que era el primer día y no dábamos clase alguna. A eso de la una de la tarde entró una mujer de unos, podría decirse, veintidós años, de pelo oscuro casi azul, traía puesto un vestido color rosa, lo cual no le quedaba muy bien para mi gusto
-Me llamo Loreen y soy la nueva directora de esta escuela espero que este año sea diferente a los demás en especial para algunos chicos- cuando terminó de decir esto dirigió la mirada hacia mí y luego hacia cada uno de mis amigos, me sorprendió tal actitud aunque no pareció lo mismo  al resto de la clase. Recuerdo me dirigió una sonrisa mientras se retiraba del salón.
Me quedé pensando unos minutos a lo que realmente fue casi una hora, me encontraba pérdida en mis pensamientos cuando sonó la campana y volví al mundo real. Daniel me dio una pequeña palmada, a fin de que me apresurara a salir del salón y subir al auto, debíamos hacer un gran recorrido por todas las casas para buscar las maletas de todos y por desgracia fui la penúltima en subir al coche así que estuve todo el viaje sentada en el lugar que a nadie le gusta, el medio, ese es el lugar donde no puedes moverte ni mirar por la ventanilla, pero eso no me preocupaba mucho en esos momentos, aún estaba un poco asustada por lo de la nueva detectora. ¿Por qué una nueva? la Dr. Roiz no había hablado nada sobre dejar el trabajo y tampoco tenía edad para jubilarse.
- Ya llegamos- dijo lucí mientras salía del coche para que yo pudiera pasar
-Ah claro enseguida vuelvo - respondí algo confusa, fui a mi habitación lo más rápido que pude y busqué las maletas apagué todo en la casa, no pensaba volver ahí en unas semanas por lo menos, esto sería como una nueva vida para todos, bajé las escaleras mientras miraba a mis alrededores cuando vi a mi gato en sofá
- ¡Michi! -le grité con alegría, caminé hasta él e hice que se subiera a una de las maletas y así podría llevarlo hasta el  auto cerré la puerta con llave y volví.
-Ya estamos todos listos, es hora del viaje largo - dijo Daniel mientras me miraba por el retrovisor, unos segundos antes de que arrancara el auto volteé a mirar de nuevo la casa cuando vi a la señora Loreen en la casa de mi vecino, y restregué mis ojos para asegurarme de que no estaba alucinando, ya estaba algo cansada, la energía había durado bastante con las pocas horas que dormí, pero no, no estaba loca, ella estaba ahí parada observando cómo nos íbamos, ¿Quién era esa mujer? me pasé el camino preguntándomelo una y otra vez , ¿sería la hija de mi vecino? era algo probable, pero nunca la había visto por ahí, entre pensamientos y pensamiento me quedé dormida sobre el hombro de Nina.

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