Íngrimo, como la profundidad de un vaso bebido a la mitad. Tus palabras nunca poseían censura, aunque antes de revelarse surcaban por un filtro. Anclados a una embarcación sin tripulantes, experimentandonos ínfimos ante la negrura del ecotono donde se unifica la calle con el cielo.
Sin escapatoria ni salvación. Servidos por su servidor, perdidos, pero no por perdedor, sino por desventurado en un triángulo vicioso. Y si la noche dura eternamente, dormiré hasta dejar de sentir esta soledad.
Y acompañado por la luz de la luna y de las estrellas.
Me di cuenta, que la vida solo dura un trago.
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Madrugadas.
Poetry-¿Qué haces al estar cansado? -Camino. -¿Y cuando tienes insomnio, qué haces? -Sueño. Y cuando los párpados pesan más que la vida, escribo.
