Estimo el rumor de la cremallera de tu pantalón, deslustrado por el bullicio del cerrojo que separa el mundo exterior, con mi mundo.
Perderemos el tiempo perdiendonos un tiempo, perdidos con ganas y tiempo.
¿Qué ganas haciéndome perder? ¿Ganas?
Tus prendas arropan el frío territorio. Tan tuyo, como algo que nunca fue mío. Pero si esta velada es de ambos, nos llenaremos hasta que la habitación se derrita.
Aprovecha el tiempo con tu falda, no es necesario quitarla. Saltando con el ulaula de una bailarina. Puedo conocerte como mis ganas de comerme al mundo, porque siempre estarás encima de mí.
Déjame comerte hasta saciarte. Déjame tocarte hasta amoldarte. Déjame lamerte hasta secarte. Déjame llenarte hasta vaciarme.
Déjame, y no querrás dejarme.
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Madrugadas.
Poetry-¿Qué haces al estar cansado? -Camino. -¿Y cuando tienes insomnio, qué haces? -Sueño. Y cuando los párpados pesan más que la vida, escribo.
