- Lo siento, no puedo. - Sandra se para y va hacia el cuartel en paso rápido.

- ¿De nuevo me va a negar una cita, Sandra? - Dijo Franco con las manos en los bolsillos.

- Lo siento, de veras. - Sandra y el cuartel entran al ascensor, todas hacen una señal de despido.

En el ascensor, las del Cuartel, confusas, deciden romper el silencio.

- Sandra, ¿Qué fue eso? - Dijo Aura Maria.

- ¿Cree que yo sé? No, simplemente me persigue por todos lados. - Sandra contesta ante la pregunta de Aura María, fastidiada.

Al no resolver su duda, ellas continúan confusas.

Se abren las puertas. Juntas caminan hasta la puerta, donde Wilson se encontraba.

- Hasta mañana, chicas. - Dice Wilson, con la boca llena, ya que, estaba comiendo un pan. Nada raro de Wilson, él siempre comía y nunca se le quitó esa magnífica costumbre.

- ¡Hasta mañana, Wilson! - Todas dicen al unísono mientras él les abre la puerta.

Mario se encontraba abriendo la puerta de su carro, por inercia observó hacia la puerta de Ecomoda y Sandra y él conectaron miradas.

Se sonrieron y Mario soltó un suspiro antes de entrar a su adorado carro.

Él arrancó y Sandra siguió su recorrido con la mirada.

- Bueno, muchachas, tomaré un taxi. Nos vemos mañana. - Dice Sandra.

- Hasta mañana, Sandra, cuídese. - Las del cuartel se despiden.

Un Taxi se aproxima y Sandra hace una señal para que este pare.

Ella le indica su parada y el taxista acepta, Wilson amablemente le abre la puerta. Ella hace una pequeña reverencia y entra, hace una señal de despido a las chicas del cuartel y el carro se pone en marcha.

. . .

- Muchas gracias, Señor. - Sandra le dice al taxista.

- A usted, señorita. Que tenga buena noche. - Dijo él.

Sandra sale del Taxi, camina hacia la puerta de la casa que comparte con Mariana y Aura María, y la abre. Tenía apuro, así que, tomó rumbo hacia el baño para darse una ducha. Se desprendió de la ropa que tenía puesta y se duchó.

Por otro lado, Mario llegó a su apartamento, no había mucho tiempo, por lo cuál, decidió ducharse. Venía muy cansado, en Ecomoda trabajó muy duro el día de hoy. Quería estar como nuevo para la esperada salida con Sandra.

- Listo, a ducharnos. - Fue hacia el baño y comenzó.

Vamos hasta donde está Sandra..

Ella ya terminó, así que, fue rumbo a su habitación. No sabía que ponerse, este momento, es un debate para ella.. Mario no le dijo a dónde irían, si a un Restaurante, al Cine, a la Plaza.. No tenía idea, por esa razón, se le hacía complicado.

Optó por unos pantalones negros, una camiseta blanca la cuál metería dentro de sus pantalones, una chaqueta negra y unas zapatillas blancas. Se deshizo de su toalla y se puso la ropa que había elegido. Ya estaba lista, a lo que, se miró al espejo. Se sentía satisfecha, notó lo bien que le quedaba cada una de sus prendas.

Fue hacia su tocador, donde se encontraban sus perfumes, y eligió su favorito, este tenía un leve olor a cereza y se lo echó. Su cabello lo dejó suelto. El maquillaje era sencillo, sólo peinó sus cejas, se echó rimel y un brillo para los labios.

Sé que fue un error • MandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora