Capítulo 1: Después del sueño.

Start from the beginning
                                    

En cuando cruce el gran portón, mi corazón comenzó a latir con rapidez, pero el orgullo y las ganas de ver la cara de Brandon me pesaban y no podía detenerme. No ahora.

El camino hasta la casa parecía interminable y el viento volaba mi cabello hacía todos lados, cubriéndome la visión. Aunque escuchaba a mis amigas alentándome a lo lejos, aquello me calmaba un poco.

Cuando llegué al pórtico, me sentía triunfante, lo peor ya había pasado, pero al poner un pie ahí. La señora Jones abrió la puerta y viéndome seria a través de sus ojos negros me dijo:

Lárgate de aquí, niña.

Me volví sobre mis pasos, mostrándome tranquila y confiada. Brandon tuvo que aceptar a regaña dientes que una niña fue más valiente que él y en cuanto estuvimos solas, les conté a mis amigas la experiencia.

Desde entonces —y posiblemente para justificar su cobardía— Brandon Davis, el ahora novio de mi mejor amiga Holly, la apodó "la bruja de Belmont".

Ya siendo adolescentes no creemos que de verdad sea una bruja porque esas cosas no existen, solo es una anciana solitaria, pero el apodo le quedó.

¿Por qué soñé con la señora Jones?

¡Ya no puedo protegerte!

¡Tienes que encontrarme!

¿Qué significan esas palabras?

Comienzo a caminar, pensando en mi pesadilla y mis ojos no se apartan de la casa de la señora Jones hasta que me alejo lo suficiente. Aun así, tengo la extraña sensación de que alguien me estaba viendo desde ahí, mejor dicho que alguien está viéndome en este momento.

Con ese pensamiento en mente, empiezo a trotar.

Mi pulso comienza a acelerarse, no solo porque ahora estoy corriendo, sino porque recuerdo sus uñas clavarse en mi piel y la piel se me eriza. Sus palabras. ¿Qué significan? ¿Qué está queriéndome decir mi subconsciente con este sueño retorcido?

Alguien más se une a mi agitado paseo por lo que bajo la velocidad e intento verme menos perturbada de lo que me siento.

— Buenos días, Meg.

Blake Hale me sonríe y todos mis males desaparecen. Sus ojos celestes se achinan un poco y sus hoyuelos se marcan cuando lo hace, lo cual, me fascina. Bueno, todo él me fascina pero hay un problema; es el hermano de mi mejor amiga.

Brid y Blake Hale vinieron a vivir a Belmont hace tres años, se mudaron de Miami luego de la muerte de su madre. Su padre vivió un año con ellos, luego consiguió trabajo en Florida con una paga muy buena, así que se mudó tras la graduación de Blake. Como él es mayor de edad y no quiso ir a la universidad, se quedó cuidando de Brid.

Holly Parker, mi mejor amiga desde que tengo uso de razón y yo, incluimos a Brid en nuestro grupo al instante. Nos cayó tan bien que dejamos que cruce esa línea que no le permitíamos cruzar a nadie. Desde entonces las tres somos inseparables.

En cuanto a Blake, me enamoré de él en el momento que lo vi y obviamente no iba a fijarse en una niñita de catorce, mucho menos en la amiguita de su hermana.

Ahora tengo diecisiete y él veinte, y las cosas no cambiaron mucho. Me ve como su hermana menor, pero yo no lo veo como un hermano. Sin embargo, eso es algo que ni Blake y ni Brid, van a saber.

Mi amor por Blake va a morir conmigo... y con Holly porque ella también lo sabe.

— ¿Meg?

Blake me observa confundido.

— Perdón —contesto volviendo la mirada al frente— Sigo dormida —corrección, babeaba por lo apuesto que eres y sufría porque no me quieres de la misma forma que yo a ti— ¿Qué decías?

Hasta que comience a arder [EN PAUSA]Where stories live. Discover now