04

1.6K 213 174
                                    

Eran un poco más de las cinco de la tarde, por lo cual el arrebol comenzaba a hacerse presente en el cielo.

Ambos jóvenes apenas habían llegado a un hotel que se encontraba en los límites de ambos países, era un lugar muy acogedor, sus paredes principalmente estaban hechas de madera, adornos con temáticas de caza al igual que las banderas de ambos países, antes de entrar la de orbes T/O miro con atención el nombre del lugar "Hotel Arbez" saco su celular y le tomo una foto al cartel, luego se la enviaría a su hermano.

Guardo nuevamente el aparato y entro hacia el establecimiento encontrandose con el varón, que aparentemente la estaba esperando.

-Habia una sola habitación disponible -levanto la llave moviendolas de un lado al otro- pero no te preocupes, tiene dos camas al igual que baños.

Dió media vuelta y tomo su maleta para comenzar a caminar hacia el cuarto, siendo seguido por la T/C.

-Eso es bueno -suspiro aliviada llevando una mano a su pecho- siempre me han dicho que en los hoteles hay fantasmas...

El melocotón detuvo su andar y miro con la nariz arrugada a Soyama, nego con la cabeza y nuevamente retomaron su andar.
Cuando llegaron a la habitación saco las llaves abrió y se adentraron en el lugar.

Era bastante lindo a decir verdad, justo en la mitad de la habitación había una línea que mostraba el límite en el que se encontraban.
T/N dejo la maleta a un lado y camino hasta llegar a dicha línea, se movió de un extremo al otro repetidas veces, llamando la atención del contrario.

-¿Que está haciendo? -ladeó un poco la cabeza.

-Estoy en Francia -se paro del otro lado de la línea- ahora estoy en Suiza. Otra vez en Francia -volvio a imitar la misma acción de hace unos segundos- y ahora Suiza -se paro justamente en medio de la línea sonriendo maliciosamente, mientras junto sus manos frotandolas- ahora estoy en ambos.

Apretó los labios intentando no reírse, le pareció tierno la manera en la que se emocionaba por cosas tan insignificantes, como pararse sobre una línea.

Comenzaron a desempacar algunas pertenencias ya que solo estarían una noche no era necesario sacar todas las cosas. No les tomo mucho tiempo acabar, por lo cual tomaron asiento en sus respectivas camas y encendieron la tv.

-Sabito... -el varón hizo un ademán con la cabeza para que continuará hablando- ¿No podemos dar un paseo por Francia?

La fulminó con la mirada, se llevó una mano al puente de su nariz y respiro varias veces.

-Lo hubieras dicho antes -bufo y con su mano movió los mechones que caían sobre su frente para hacerlos aun lado- creo que podríamos recorrer un poco el pueblo que está cerca, pero no tardaremos más de una hora, quiero dormír.

🔹🔹🔹

-¡Mira! ¡Esos están muy bonitos! -sus ojos brillaron mientras alzaba su dedo apuntando a una tienda de recuerdos.

Llevaban alrededor de dos horas paseando, pues, se habían entretenido recorriendo las calles comprando una que otra cosa.

-Ya tienes tres bolsas T/N, no malgastes el dinero. -comento burlón.

Arrugó los labios y miro las bolsas que tenía en sus manos, traía desde ropa hasta llaveros.

-Es que todo es muy bonito, no me puedo resistir a comprarlos. -contesto llevando sus manos a sus mejillas.

Rio levemente y la empujó un poco con el codo.

-¿Ya viste ese adorno de allá?

Sabito la jalo de la muñeca hasta llegar a un puesto en dónde habían diversos adornos. La vista de T/N viajaba de un lado a otro admirando los tallados, una especie de muñeco tallado en madera había llamado su atención, era una especie de vagabundo con un barril en la parte de los pantalones que decía "El curioso".

-Sabito -pellizco su antebrazo hasta tener su atención- ¿Que es esto?

El melocotón arrugó la cara extrañado, se acercó al objeto inspeccionandolo suspiro y alzo los hombros.

-Ni idea, ¿Deberíamos levantar el barril, no crees? -alzo una ceja en busca de su confirmación.

-Tienes razón, veamos.

Ambos miraron de cerca al muñeco, con cuidado T/N levanto el barril y al hacerlo por completo, salió una pequeña ramita moviéndose de un lado a otro, estaba pegada en el pantalón del mismo con un resorte, que simulaba ser "eso" que tienen los hombres.

Los dos cruzaron miradas para comenzar a carcajearse, les parecía algo muy vulgar, pero tenía cierta gracia.

-Compralo, así lo puedes tener de adorno -sonrió divertida al ver su cara de asco.

-Ja, ni loco, compralo tú. -contesto del mismo modo.

Al final de cuentas, fue T/N quien lo termino comprando.

Siguieron con su recorrido hasta llegar a un restaurante donde hicieron una pequeña parada para cenar, ya que de la emoción se les había olvidado.

Una mueca de espanto de hizo presente en el rostro de T/N.

-¿Ancas de ranas fritas? -Se llevó una mano a la boca asqueada por lo que acababa de leer en el menú.

-Que delicada eres-una risa sacarrona salió de los labios de Sabito.

La pobre no pudo contestar, estaba intentando no vomitar al ver cómo las personas se lamian los dedos mientras comían tal plato.

🔹🔹🔹

Al llegar al hotel entraron en silencio en la habitación, se cambiaron y se acostaron en sus respectivas camas, dieron las buenas noches y posteriormente no pronunciaron una sola palabra.

Estaban agotados y le hecho de tener que levantarse temprano no los emocionaba mucho.

De la nada se escuchó una gran carcajada.
Harto, Sabito se levantó de golpe del colchón mirando con fastidio a la muchacha.

-¡¿Ahora que pasó?!

T/N reía hasta el punto de soltar lágrimas y apenas podía respirar.

-Es que... Es muy raro -limpio sus párpados aún riendo- mis pies están en Francia, pero mi cabeza esta en Suiza.

Entrecerro los ojos, ella era demasiado fastidiosa para su gusto, tomo la almohada y se la tiró con tanta fuerza, que al impactar contra su cara algunas plumas salieron de la funda.

-¡Ya duérmete! -su voz se volvió chillona, producto del enojo.

-Ash amargado, y para que tomes tu merecido ¡No te voy a devolver la almohada! -indignada se dió media vuelta abrazando el cojín y se cubrió por completo con la sábana.

Sabito soltó un grito ahogado y se dejó caer en el colchón con brusquedad cruzandose de brazos. Por fin la menor había hecho silencio, pero se quedó sin almohada...
Definitivamente, este sería el viajé más largo que el melocotón habría tenido en toda su vida.

🇼 🇮 🇳 🇹 🇪 🇷  ┊❄️ 🇸 🇦 🇧 🇮 🇹 🇴 Where stories live. Discover now