Cada día de septiembre Sk8. Renga ( Completado )

30. Palm Trees

Hi Reki! Soy Langa.

Parece que Carla sí lo ha conseguido.

No sé cómo seguir porque, ¿cómo escribes a alguien que solo recuerdas de haberle visto dos veces? La primera en el festival de verano cuando te acercaste a hablar conmigo y la segunda en el aeropuerto cuando iba a tomar el avión para Los Ángeles.

En las dos ocasiones eras para mi un completo desconocido, ahora ya no no.

Todo se debe a estos emails donde me cuentas anécdotas, pero también tus pensamientos, tus angustias, tu desesperación y la esperanza de que yo pueda recuperar algo que ni siquiera sabía que había perdido.

Estoy hecho un lío.

Tus primeros emails me llegaron y de pronto pararon.

Voy a ser sincero, mi madre dice que siempre he de serlo.

Al principio ni los leí. Estaba super liado con los entrenamientos y los pasé por alto, pero en un desplazamiento largo en que me aburría revisé mi correo y vi los cinco primeros.

No entendía nada.

¿Eras un fan loco? ¿Un stalkeador?

Estuve tentando de márcalos como spam, pero algo en mi interior me dijo: „léelos" Y así lo hice.

La sensación que tuve al leerlos fue la misma que sentí al encontrarme frente a ti en esas dos ocasiones, una sensación de que algo no cuadraba, como un „deja vu" pero sin haberlo vivido antes, solo con ese descuadre en mi interior.

Te creí. Te creí desde el primer momento. Ni yo mismo me comprendía como podía estar seguro de que lo que me contabas era cierto si no era consciente yo de haberlo vivido. ¿El motivo? Tus palabras destilaban sinceridad, cariño inmenso hacia mí, y una gran preocupación. Hay algo más que me hace creerte.

¿Sabes Reki? Uso el skateboard azul con el yeti y la palabra FUN cuando no compito, solo cuando quiero pasármelo bien. Le tengo un gran cariño, aunque no sabía donde lo había conseguido. Por eso sé que en verdad lo hiciste tú, para mí. Toco la madera y percibo esa energía dulce y positiva que tu pusiste en ella al construirla pensando en mi.

Me leí los cinco emails ni sé las veces, mientras sentía los nervios y la excitación crecer en mí porque tú me abrías la puerta a entender que se esconde entre las conversaciones a mis espaldas que no quieren sean escuchadas por mí, en los silencios de mi madre.

Es como si mi cabeza tuviese un parche mal puesto y tú me estás ayudando a quitarlo y a arreglarlo para que vuelva a funcionar.

Quise responderte a los emails, pero la opción estaba deshabilitada y tampoco me aparecía tu email completo, estaba como cifrado.

Solo podía esperar que me mandases el siguiente para ver si podía verlo entero. No hubo más emails, hasta ayer en que me llegaron todos de golpe a través de un email que sí puede ver, el asociado a Carla.

Por suerte, yo estaba en la ducha y sin secarme, sentado en la cama del hotel donde me alojo leí uno tras otro, con el corazón latiéndome muy fuerte, intentando quedarme con toda la información que me dabas.

No solo éramos tú y yo los mejores amigos, sino que estábamos saliendo. Eramos novios.

Al comprender esto, algo se quebró en mi, algo doloroso al sentir el vacío de una pérdida y lloré sin entender el muy bien el porqué.

¿ He amado, he sido amado y no lo recuerdo?

Reki, yo olvidé que entre nosotros había algo, pero tus emails me hacen sentir como que sí lo había.

No puedo hablar de sentimientos más profundos porque estoy muy liado y no sé ni como entender lo que me está pasando.

He hablado con mi madre. Le he contado todo y la he tenido que llamar una segunda vez porque se ha puesto a llorar y le he dado un tiempo para tranquilizarse. Ella es la entereza en persona y esa reacción pocas veces se la he visto hacer, ponerse muy nerviosa sí, pero emocionarse tanto...

Ella me ha preguntado:

—¿Recuerdas ahora a Reki?

No la he mentido tampoco.

—No, pero quiero conocerle porque sé que debo hacerlo y quiero hacerlo, porque creo que me necesita, le necesito.

También me ha pedido que no le diga nada a Tadashi ni a Adam.

No entiendo el porqué no debería hacerlo, pero puesto que mi madre me lo pide, lo haré.

De verdad que los dos se portan muy bien conmigo y no deberías estar resentido con los dos. Si Tadashi bloqueó los emails seguro que era pensando que era demasiado información para mi.

Quizá no debería hablar de ellos en nuestro primer encuentro porque presiento que te puedes poner muy alterado por lo que deduzco de tu carácter en tus emails.

Aunque también veo que eres alguien muy sensible, cariñoso, atento y perseverante.

Sí, también noto que me quieres, pero yo no siento lo mismo, Reki. Lo siento.

No quiero hacerte ilusiones, quizá te vea y sigas siendo el mismo desconocido que las dos primeras veces. Pero intentémoslo.

Contestando la última pregunta, no sé a qué palmeras te refieres, pero sé que cerca de la tienda de Dope Sketch hay dos palmeras. No recuerdo haber trabajado nunca allí, pero podemos quedar bajo ellas.

Hoy es mi último día en los Ángeles, mañana tomo el vuelo hacia Tokio.

¿Quedamos este viernes sobre las seis de la tarde bajo las palmeras?

Si puedes, enséñame más fotos, videos, lo que tengas.

Sé que si alguien puede lograr que lo recuerde, eres tú, Reki.

Podemos ir a comer, si es que tienes hambre.

Me estoy dando cuenta que está sonando esto como una cita, aunque en la práctica lo es.

Quizá, si tú estás de acuerdo, podríamos intentar otras estrategias para estimular mi memoria. Algo así como besarnos.

Voy a contestar a través del email de Carla. Espero que te llegue y nos vemos el viernes.

See you soon!

———

Con este llego al final del reto, con retraso, pero ¡ lo logré !

Gracias a tod@s los que habéis seguido este fic.

No es el fin, como podéis suponer. De antes de empezar este desafío tenía pensado un fic donde Langa ha olvidado a Reki y a sus amigos para centrarse en el skateboard. Ahora se enlaza con este y en él, POV Langa, sabremos qué pasó y si recordará a Reki tras su encuentro con las palmeras.

Os avisaré por Twitter cuando lo publique.

Gracias de nuevo por estar ahí. Sin vuestro apoyo sería muy duro el escribir porque escribo porque me hace feliz pero también para compartirlo, con vosotros, queridos lectores.

Nos leemos.