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Capitulo treinta y dos.

"Final"

— Maldita sea, esto es peor de lo que creí.— murmuró entre dientes el pelicenisas.

— Iré a llamar a Recovery Girl.— avisó la castaña mientras salía rápidamente de la enfermería y se marchaba tan rápido como pudo.

Recovery Girl no tardó en aparecer frente al pelicenizas, junto a la castaña, quién preocupación le observaba.

— Tan solo necesitas descansar tu cuerpo, Almenos una semana completa.

— ¿Ah? Y qué carajo de supone que debería hacer mientras tanto?— preguntó casi a gritos.

— ¿Una cita?—emitió con una divertida sonrisa la anciana mientras se retiraba, dejando al par de jóvenes casi mudos.

— ¿Como es que esa anciana..agh olvidalo cara redonda. Por ahora ve a descansar a tu habitación.

— ¿Descansar?

— Si. Descansar. —enfatizó la última palabra, —¿Crees que no me e dado cuenta de que no has dormido nada? Tan solo vete a dormir cara redonda o te mataré.

La castaña sonrió con alegría al ver que el pelicenizas estando en pésimas condiciones, se preocupaba por ella. Besó fugazmente la mejilla derecha de bakugou y se retiró, dejando de buen humor al ya nombrado.

Se observó las manos en silencio y se las masajeó con lentitud. El dolor al principio pareció insoportable pero ahora no sentía ningún dolor.
Necesitaba descansar durante una semana entera y por supuesto, no le fue nada agradable. Pero la idea de pasar días enteros con la castaña, lo hiso cambiar de parecer. Esa anciana sin duda sabía cosas realmente raras.

— ¿Puedo entrar?—escuchó por detrás de la puerta.

Bakugou no dijo nada. Solo se limitó a observar a cierto pelinegro entrar con lentitud hasta pararse frente a su camilla.

— vine a ver cómo estabas.—respondió ante la sofocante mirada de el pelicenizas quien lo miraba acosadora mente.

Por supuesto no iba a verlo por mera preocupación de el pelicenizas, solo se trataba de ser un "sensei responsable" ante el director de la escuela.

Bakugou se limitó a acomodarse en su cama. Por ahora no tenía ganas de explotarle la cara a nadie, debía mantenerse lo más sereno posible para su mejoría.

— Uraraka se preocupó mucho por ti y lloró mucho por una fotografía que tenía en sus manos.

¿Fotografía?¿Acaso la cara redonda la tenía?

— ¿La cara redonda tenían una fotografía?—preguntó con interés.

—Si. Si no me equivoco ahora mismo la tiene en su cuarto.

—¿Y tú por qué sabes hacerca de la foto?—interrogó con el seño fruncido.

—Ella se quedó dormida afuera de la enfermería y se le calló la fotografía, fotografía que encontré y al parecer Salias tú y ella durmiendo.— respondió con cierto desagrado.

Bakugou asintió.

«Esa cara redonda va a causar que muera de diabetes maldita sea.»

Pensó un tanto conmovido. Con lentitud se fue levantado de la camilla.

—¿Que diablos haces?

—levantandome ¿Que no ves feo de mierda?

El pelinegro rodeó los ojos mientras abría la puerta y salía de la enfermería rápidamente. El pelicenisas bufó con molestia al sentir el malestar en la pierna.

✔️💥 l Aᴄᴄɪᴅᴇɴᴛs ᴅᴏɴ'ᴛ ᴇxɪsᴛ l  💥[KACCHAKO]✔️Where stories live. Discover now