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Capitulo veintiuno.

"Bestia"

Había pasado tiempo desde la última vez que la había visto. Uraraka era demasiado dulce como para ser tratada de mala forma. Aún cuando se esforzaba por superarse cada día.

Él la conocía desde que tenía ocho años y claro, el siempre había sido mayor por 4 años. Ambos se volvieron inseparables desde la primera vez que se conocieron. Él la protegía y ella se encargaba de hacer su vida más dulce o eso era la que pensaba él cada vez que la veía sonreír.

Su amistad llegó a tanto, que en la escuela se hisieron llamar incontables veces hermanos, aún cuando no tenían ningún rasgo similar.

Ambos se amaban de una forma pura e inocente.

Cuando uraraka cumplió sus 13 años, fue cuado el par de niños, fueron separados. Ella fue a la escuela y él ya cruzaba la preparatoria. Era triste para ellos, y les fue aún más cuando se dijeron el último adiós.

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Bakugou cargó a la castaña hasta la sala de enfermería y sentarla en una de las camillas, mientras que se disponía a rebuscar en la enfermería en busca de un botiquín de primeros auxilios, ella jugaba con sus pies en silencio.

Sabía que el pelicenisas estaba un tanto molesto y sabía que no era por precisamente ella. Una parte le decía a ella que su bakugou se estaba muriendo de celos y la otra le decía que eso era imposible.

Observó cómo sacaba una pequeña botellita de agua oxigenada. Tragó saliva al ver como se agachaba frente a ella y con un trozo de algodón empapaba con el líquido el pequeño trozo y lo pasaba suavemente por el raspillon que tenía en una de las rodillas de la castaña.

— Bakugou-kun— le llamó casi inaudible mente.

— ¿Mhm?— emitió sin interés miéntras se concentraba en hacer lo que estaba haciendo.

— ¿No crees que estás siendo exagerado?

— ¿Ah?¿Exagerado en qué? Exagerado en qué, en que ese idiota te pusiese las manos ensima!— exclamó entre dientes.

— Bakugou-kun, hablaba de la herida.

— ah..

— Es que estabas empapando en sobremanera el algodón. Además de estar empapando por completo mi pierna y eso me resultó un tanto desesperante.— musitó miéntras rascaba con uno de sus dedos su mejilla derecha.

Bakugou se avergonzó en sobremanera.

«La cara redonda hablaba de su jodida herida y yo exponiendo mis estúpidos celos por esa mierda de afuera puaj, desde cuándo soy de esta repugnante manera!? Debería explotarme yo mismo la cara.»

Pensó internamente con cierto asco miéntras un escalofrío se encargó de hacerle reaccionar lo cerca que estaba la castaña como para robarle un beso.

«¿Debería besarla?»

Se preguntó un tanto dudoso.

«A la mierda todo. Si yo quiero besarla lo aré y punto.»

Se terminó de convenser así mismo.

Uraraka observó cómo bakugou no le quitaba los ojos de encima y eso Causó que lograse predecir el siguiente movimiento de él.
Sabiando lo que se proponía el pelicenisas, actuó más rápido que él, hasta tomarlo de su camisa y juntar sus labios con los de él, causando que jadeara con sorpresa.

✔️💥 l Aᴄᴄɪᴅᴇɴᴛs ᴅᴏɴ'ᴛ ᴇxɪsᴛ l  💥[KACCHAKO]✔️Where stories live. Discover now