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Capítulo seis.

"Un oscuro deseo"

Pov. Uraraka ochako.

Las sensaciones que había experimentado eran demasiadas para mí. Al principio no entendía que ocurría. No entendía el porqué me sentía tan bien al ser besada tan salvajemente por alguien, alguien que se supone que es aterrador y que no se podría fijar en alguien como yo.

Admito que él, siempre me a parecido guapo, su cuerpo siempre estuvo bien trabajado, miéntras que su rostro era perfección absoluta. Pero lo único que no era mi gusto, era su malhumorado carácter.

El ser besada por él al principio me pareció ser algún tipo de sueño, sueños como los que e tenido últimamente y que son demasiado vergonzosos de explicar.

Desde un inicio mi cuerpo se movió a voluntad propia, el tocar el rostro de Bakugou de esa manera tan suave, causó que terminase yo teniendo nuevamente el control de mi misma, aún no entiendo por qué no hise nada para detener sus besos, sus caricias, pero todos nos equivocamos alguna vez.

Cuando me miró con sus ojos lleno de sorpresas lo supe.

Él estaba arrepentido.

Estaba confundido.

Y eso de alguna forma me entristeció.
Pero no puedo hacer nada ¿Verdad? Solo debo fingir ser alguien totalmente opuesta a lo que soy e irme.

— ¿Que sucede Katsuki, arrepentido?— pregunté miéntras fingía una divertida sonrisa.

— ¿Ha?

Con delicadeza activé mi quirk y floté, hasta lograr alejarme lo suficiente de él. Pareció pensar seriamente en que decir o que hacer. Abrió su boca pero no emitió ninguna palabra.

— Nos veremos pronto Katsuki.— me despedí.

Dismulando lo avergonzada y nerviosa que estaba, doblé hasta llegar a la entrada de los dormitorios. Y al estar apunto de tomar el pomo de la puerta del edificio, fuí jalada del brazo y arrastrada hacia atrás nuevamente.

Sentí sus manos posarse en mi cintura mientras me alzaba a los aires y me cargaba devuelta al lugar en el que estábamos hace solo unos segundos.

Me bajó con cuidado y evitó que pudiese escapar.

Tragué saliva.

— Cara redonda. ¿Desde hace cuánto que estabas conciente de ser tu misma?

Voy a ser descubierta.

— ¿D-De que hablas?

— Tsk eres una mierda para fingir.

Reí levemente al oír sus palabras.
Siempre lo había sabido, desde pequeña me gustó el teatro pero nunca pude actuar correctamente.

—¿Estás arrepentido, verdad?— pregunté evitando su mirada.

Pareció tensarse ante mi pregunta y guardó Silencio por unos segundos, segundos que me parecieron eternos.

Se alejó de mí mientras se empezaba a pasear de un lugar a otro. Se revolvió el cabello un par de veces hasta nuevamente volver hacia mí.

De alguna forma me pareció gracioso verlo en ese estado.
Su mente delataba lo nervioso e incómodo que estaba ante la situación.

Tal vez sentía lástima por mí.
Tal vez no quería decirme las cosas tan crudas como la hacía casualmente, tal vez era mera concideración por el buen rato que pasó conmigo.

Mi pecho se estrujó al pensar de esa manera.

No debí entrenar ese día

No debí dejar que mi cuerpo se moviese a su antojo.

No debí corresponderle aquel beso.

«no mientas, sabes perfectamente quién siempre actuó todo este tiempo fuiste tú.»

Me acusó mi conciencia.

Era verdad.

Quién siempre manejó su cuerpo a voluntad fui yo.

Fuí yo quien se dejó llevar por su «oscuro deseo».

—Entiendo.— murmuré al no recibir respuesta.

Desde un inicio todo era claro.

El me atraída.

Yo a él no.

El me parecía atractivo.

Yo a él no.

Corrí rápidamente hasta abrir la puerta del edificio y subir escaleras arriba hasta entrar a mi habitación donde me encerré.

Si yo sabía que era lo que iba a pasar.. ¿Por qué me duele tanto?

Unas cuantas lágrimas resbalaron por mis mejillas. Mi pecho dolía, mi corazón está hecho añicos.

No puedo culpar a nadie más que a mí misma.

Soy yo la responsable de esto.

Lloré en Silencio hasta quedarme dormida en mi cama.

.

.

.

Desperté a esa de las 3:00 de la madrugada. Y no se debía a que no podía dormir o algo así por el estilo.
Si no por los fuertes portazos que estaba recibiendo mi puerta.

Somnolienta y con mis ojos hinchados, me levanté de mi cama hasta abrir la puerta y encontrarme a Bakugou con sus mejillas rojas y su ropa llena de tierra.

Su cabello estaba desordenado y su respiración agitada.

— Si no quieres que te explote la puta cara, será mejor que me sigas cara redonda.

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¡Hola! Aquí el sexto capítulo. Espero lo halla gustado uwu.

No olviden dejar su suculenta estrella y sexy comentario. 7w7.

¿Que les pareció? ¿Confundidos?

Sin más que decir me despido..

Sa-yo-na-ra 💜✨💜


✔️💥 l Aᴄᴄɪᴅᴇɴᴛs ᴅᴏɴ'ᴛ ᴇxɪsᴛ l  💥[KACCHAKO]✔️Where stories live. Discover now