Soy inocente (Yaoi/Gay) PAUSADA

24. Porque soy débil

El simple hecho de seguir con vida, tan solo existiendo, es muy duro para él. Es una constante presión en el pecho que le causa un dolor que ya no quiere sentir y también se llena de pensamientos y recuerdos que quiere dejar atrás. Está cansado, sus labios están resecos y está pálido debido a lo poco que ha estado comiendo últimamente. Le tiemblan las manos desde lo que ocurrió con Guadalupe, pero si puede tener un momento de tranquilidad, ese sería al dormir.

Las pesadillas lo han dejado tranquilo durante un tiempo, quizá es su mismo inconsciente teniéndole piedad, dejándolo descansar de todo su dolor con un sueño ligero, un pequeño alivio.

De todas maneras, su descanso se ve interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose, despertándolo inmediatamente, también asustándolo mucho.

Kanzaki se gira hacia la puerta para encontrar al responsable de despertarlo: Seishiro Vólkov.

—Vól-kov... ¿qué estás haciendo aquí...?

Está sorprendido de la repentina visita.
El pecoso se da cuenta de que Seishiro tiene la llave de su habitación y no sabe qué pensar al respecto.

—Seguramente Murakami va a intentar volverte loco de todas las maneras posibles, todo para que te trasladen a su hospital psiquiátrico, así que es bastante obvio por que estoy aquí.

El rubio se le quedó viendo al chico, se veía desecho.
Por alguna razón desagradable, en cuanto miró su cuerpo acostado en la cama le vino a la mente la imagen de cómo se veía Kanzaki, sin pantalones, siendo abusado por Yamato, como lloraba y sufría.
Era un recuerdo desagradable que sacó de su mente con molestia.

Caminó hacia donde Shinomiya descansaba y le indicó con la mano que le hiciera espacio.

—Hazte a un lado.

El de cabello rosa se hace bolita y junta sus piernas con su abdomen lo más que puede.
La cama se sume un poco cuando el fornido Seishiro se sienta en ella y luego se recarga en la pared.

—Guadalupe iba a vigilar que nadie entrara, pero no quiso hacerlo porque le dijiste que se largara.— Dice con algo de gracia. —Y si te molesta que esté aquí puedes irte a la mierda, porque me voy a quedar de todas maneras.

Shinomiya toma asiento y su ojito se encuentra con los de Vólkov. Parece asustado y solo se queda callado.

—¿Te doy miedo?— Pregunta con burla.

Kanzaki niega con la cabeza de manera tierna.

—En mis primeras semanas en este lugar, tú eras de los reclusos que más miedo me daba. Pero ahora... la verdad es que eres el único al que no le temo. Y tampoco me molesta que estés aquí.

"Tengo la certeza de que Vólkov no me va a lastimar. Él es el único que sé que no va a lastimarme si yo no le doy motivos, y ahora... va a vigilar que nadie entre a mi celda a hacerme daño."

No esperaba que la presencia de Seishiro le brindara calma, puesto que ya no tenía que mantenerse alerta.

—Voy a dormir... ¿te-te molesta si ocupo más parte de la cama...?— Le pregunta tímido.

—Me da igual.

Kanzaki asintió y se recostó en su lugar, en posición fetal.
Por un momento, recuerda lo tranquilas que eran las noches en su celda en el ala uno, con Vólkov.
Eran normales y silenciosas, pero comparado a su estado actual, ahora parecen un recuerdo relajante y entrañable, es por eso que se siente cómodo estando cerca del rubio.

Puede quedarse dormido nada más cerrar su ojo, con su parche tapando su cuenca ocular izquierda.

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