24. Porque soy débil

255 15 0
                                    

A unos pasillos de la celda individual de Kanzaki Shinomiya... muy lejos de su campo de visión, en la sección A del ala cinco, camina un recluso de cabello castaño, supuestamente llamado Tora Katsuragi, a la par que dos guardias lo escoltan.

Anda con las manos esposadas, paseándose por lo más recóndito de los pasillos que parecen interminables. Así era hasta que llegan a una celda con el número cincuenta y seis en ella.
Al entrar, el verdadero Tora Katsuragi, Touya Minami, se encuentra ahí cruzado de brazos y sentado en la cama, con un paquete de pastillas en la mano. Parece haber estado esperándolo.

En la celda individual se puede observar un televisor encima de un refrigerador miniatura, un retrete con lavamanos y un pequeño mueble con cajones para guardar ropa. Es una celda privilegiada pese a los lujos que parecen nulos.

—¿Ya puedo salir?, me dijeron que el último día de las investigaciones de la policía sería ayer, ¿por qué demonios sigo aquí?— Pregunta Touya malhumorado. Su aspecto es horrible, ojeroso y con despeinado cabello grasoso, también le tiemblan las manos ligeramente porque el estrés del encierro y su insano estado mental son suficientes para que no pueda soportar ni estar vivo.

—La doctora Murakami está siendo buena contigo, quería mantenerte encerrado hasta que todo este asunto esté resuelto, pero sabe que te volverás más loco si te hacen eso y te necesitan cuerdo para experimentar contigo también.— le responde el contrario.

Touya se enojó más e impulsivamente se dispuso a atacarlo con un trozo de topacio, pero el hombre con su misma apariencia le sonrió cínicamente.

—¿Vas a matar a la persona que se ha encargado de asumir la culpabilidad por ti?, si me matas y te someten a otro interrogatorio, ¿te vas a presentar en serio?, pero si tienes la cara de un muerto, no puedes hacer eso.— Finge un tono inocente que resulta castroso. —¿O qué?, ¿ya te cansaste de tener un doble y quieres decirle la verdad a todos?

Touya se aleja bruscamente del sujeto y se recarga en la pared cruzando los brazos.

—No voy a matarte, si lo hiciera... mi papá se enojaría conmigo.— Responde lleno de furia.

—Eres un hijo muy obediente, ¿verdad?— Cuestiona en tono de burla.

Touya aprieta la caja de pastillas con toda la fuerza que tiene. Requiere toda su tolerancia no destrozarle el estómago con su cristal, clavándolo y luego haciendo pequeños remolinos dentro de sus desagradables intestinos.
Se imagina que lo hace y es tan agradable que incluso se calma un poco.

—Sí, por el momento obedeceré a mi padre y a todo lo que Murakami me diga. Pero... un día de estos, cuando ya no tenga nada que perder, voy a matarte. — Respondió con una expresión que no reflejaba emoción absoluta, con sus profundos ojos mirando al sujeto, dándole la impresión de que sus palabras eran honestas y algún día lo cumpliría. —Ahora... ¿puedo volver a mi ala?— La inexpresividad cambió a una sonrisa y gesto de niño bueno.

—Sí. — Le respondió su doble, ya en un tono más serio.

• • •

Katsuragi era llevado a su celda por un guardia cuya identidad era irrelevante. Estaba esposado y caminaba adelante, pero entonces hizo sus manos hacia atrás, sus dedos entrelazados dejaron ver un pequeño fajo de billetes. Llamó la atención del empleado de inmediato.

—Al ala tres y luego de regreso a la dos.— Pidió, dando a entender que para eso era el dinero.

El hombre lo tomó con discreción y cambiaron su rumbo hacia la dichosa ala tres.








Retomando la situación de Kanzaki Shinomiya, el chico se encuentra durmiendo en la cama de su nueva celda individual.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Mar 06, 2022 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Soy inocente  (Yaoi/Gay) PAUSADA Where stories live. Discover now