𝑫𝒐𝒖𝒛𝒆

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Ahí estaba, la que fue su alfa, tan bonita e intimidante como siempre lo fue, no podía ser posible que le estuviera pasando esto; ahora se sentía feliz con la vida que estaba teniendo, ¿por qué tenía que suceder esto?

Esperaba que con suerte y la alfa no lo viera, comieron con prisa, estaban a punto de irse, pero el omega necesitaba urgentemente ir al baño, el pequeño cachorro estaba presionando fuertemente su vejiga.

Se levantó de la mesa y fue directo al baño para omegas, para su suerte el baño estaba vacío, cuando terminó, lavó sus manos y salió.

Al mismo tiempo iba llegando cierta alfa, pero Harry no se percató de eso, hasta que ella habló.

-¿Harry?- esa voz, demonios. Quería seguir de largo, quería salir de ahí, pero su cuerpo hizo lo opuesto.

-¿S-si?- contestó titubeante, dio media vuelta para encarar a Atenea, sin duda la alfa se percató de su pancita, donde estaba su cachorro, por qué aún no era muy tarde ¿cierto?

La alfa tragó saliva fuertemente, su omega siempre fue hermoso pero ahora se veía resplandeciente, tenía un brillo especial.

-¿Cómo has estado?-tambaleo su peso en las puntas de sus pies, estaba nerviosa.

-Bien, huh, ¿sabes? Mitch me está esperando- no quería verla, no deseaba estar cerca de ella.

-¿Puedo ir a tu casa para hablar?- ¿era en serio?¿ahora si quería hablar?

-Yo. . .Ya no vivo ahí-suspiró-debo irme, adiós.

Se fue tan rápido que no le dio tiempo a Atenea para siquiera responder.

Cuando llegó con Mitch, le pidió que se fueran ya, y eso hicieron. Al llegar a casa Harry estaba muy nervioso, nunca espero volverla a ver y haberlo hecho le causó muchos sentimientos.

¿Por qué tuvo que volver?

Su vida estaba siendo buena sin ella, por fin la había superado.

El universo lo odiaba.

Al otro día Harry fue a casa de los Tomlinson, hoy era sábado, día de pan, al llegar pudo ver que todos ya estaban listos para salir, Camille estaba vestida con un jumper de pana colo rosa y una playera blanca que tenía un cuello bobo, se veía muy linda, en su cabello tenía un liston rosa que evitaba que su cabello cayera directamente en su cara.

Los alfas estaban vestidos como normalmente lo hacia, no eran nada creativos con su vestimenta.

Tardaron casi una hora en llegar a la panadería y es que había mucho tráfico en todos lados, aparte de que pasaron a comprar té y eso tomó mucho tiempo.

–Llegamos– dijo obvio Louis.

Harry ayudo a bajar a los niños de los asientos traseros, Jules le pidió ser cargado, no quería caminar, tenía flojera.

Entraron a la panadería como si fueran una familia, realmente parecían una, una bonita y funcional.

–Buenos días– saludó entusiasta Marie, sentía que tenía años sin verlos aunque se vieron la semana pasada.

–Buenos días–saludaron Harry y louis al mismo tiempo, Cam solo soltó un pequeño "hola" y Jules movió su manito de lado a lado.

–Pasen, pasen, ya esta lista su mesa.

–Trajimos té, iré a llamar a todos, si te parece bien– dijo Harry tímido.

–Claro que si muchacho, adelante.

Después de que Harry llamo a los chicos que estaban en la cocina todos se sentaron a desayunar.

Todos platicaban entre si, pero no hacían mucho escandalo, sabían que a Jules le molestaba un poco cuando había mucho ruido.

"Lovie" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora