Don't Judge me

8. Am I falling in love with you?

Una vez que se iniciaron aquellas clases de matemáticas no hubo marcha atrás, los días empezaron a pasar de forma desapercibida, la convivencia fue cada vez más cercana y, de esa forma, Masahiro se hizo tan cercano a Kousuke que ahora prefería pasar más tiempo afuera de la base.

Al inicio le había costado convencer a su madre porque ella tenía preocupación por la boda, pero cuando le dijo que estaba ayudando al "herido" a recuperar su movilidad le dio consentimiento siempre y cuando regresara a su cita con Hasekura.

Y hablando del ojimiel, durante ese tiempo también habían fortalecido aún más sus lazos al grado en que el rubio podía hablar sin sentirse incómodo.

Aunque no sentía tanta emoción como cuando veía al pelinegro, aunque eso tal vez era porque el ojigris era alguien muy diferente a su mundo.

El policía, ahora maestro, le mostraba aquel mundo fascinante de la educación normal, mientras el rubio, al término de estas, le decía cómo mantenía a los refugiados con un gran entusiasmo en su rostro.

Pronto, los días pasaron a meses y, sin saberlo, ambos empezaron a sentir algo intenso dentro de si.

Algo que les pondría todo el mundo de cabeza en el momento en que ambos lo notaran.

Y eso sería más pronto de lo que creían.

Era una tarde cálida, el rubio esperaba la revisión de algunos ejercicios con algo de nerviosismo hasta que el pelinegro asintió y le devolvió el libro con orgullo.

-Muy bien, ninguna respuesta estuvo mal, creo que es suficiente de matemáticas por hoy.

-Hoy estuvo algo más difícil, me tardé más de lo que me esperaba.

-Lo haces muy bien, tranquilo Masahiro, tienes talento para aprender cosas de forma rápida, no todos tienen esa capacidad así que no te presiones.

-Gracias, pero tú también eres un buen maestro, no sería así de efectivo sino fuera por la paciencia y forma de enseñarme que posees, por cierto, ¿puedo preguntarte algo, Kousuke-san?-Cuestiono algo avergonzado el rubio.

-Claro que si.

-¿Por qué no fuiste maestro si te apasiona más que ser policía?

-¿A qué te refieres?

-Se ve que disfrutas ser policía, pero no es lo que te llena, no eres totalmente tu, en cambio cuando me enseñas puedo sentir la misma emoción que tu, de verdad que no lo entiendo.

Kousuke entendió eso como un despertar, ensombreció la mirada y habló serio mientras su mente traía al presente recuerdos antiguos que habían sido enterrados.

-¿Quieres oír una historia, Masahiro?

-¿Historia?

-Es de mi pasado.

El rubio se sorprendió ante aquello, pero decidió mejor quedarse callado y asentir en respuesta.

Kousuke cerró los ojos y habló sin tener algún tipo de contacto visual con el contrario.

-Bien, veamos. Cuando yo era niño, yo tenía un hermano pequeño, él era muy parecido a mi y, aunque era muy travieso en todo sentido, yo lo quería mucho. Desde niños, yo siempre tuve el instinto de protegerlo, aunque tal vez no lo demostraba mucho con mis regaños y golpes cuando hacia travesuras. Pero, un día, pasó un accidente en mi casa y él... Desapareció.