Prólogo

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Ultrajadores, fugitivos, maleantes... Bandidos.

Todas esas palabras son sinónimos que describen a las personas que lastiman a los inocentes quitándoles lo poco que tienen ya sea material o hasta la vida.

Conocia muy bien a cada uno de ellos, desde que era niño sabía que era debido a todo el mal que hacían en la sociedad que queria dedicarse a hacer justicia.

Gracias a esa vocación natural, es que estaba a punto de terminar aquella carrera deseada.

Policia.

Pero, ¿quién era el exactamente?

La respuesta era simple.

Oshiba Kousuke, uno de los más brillantes aspirantes a ser policía.

Tal parecía que seguiría los pasos de su padre, el cual era todo un miembro destacado del cuerpo policiaco.

Era obvio que este se había enorgullecido al ver que seguros sus pasos y lo mejor, es que el talento y los ideales que poseían eran naturales.

Sin embargo, este no había podido decírselo más que por teléfono ya que su trabajo lo mantenía aislado de su familia.

A Kousuke no le gustaba eso, sobre todo por dejar sola a su madre, pero entendía que era su deber como protector de los más débiles.

Una responsabilidad que pronto sería la suya y de la cual, estaba muy emocionado.

No negaba que le habia costado, pero su dedicación y talento habian llamado la atención de todos sus directivos y profesores que tuvo en la universidad.

Gracias a ello, no le fue difícil convencerlos al momento de presentar su propuesta para llevar a cabo su servicio comunitario.

De esta forma, ahora previo a titularse tendría que trabajar un año de forma gratuita en el mejor servicio de policías para empezar a tener experiencia.

Manteniendo y recordando su misión, entró a aquel lugar en su primer día, se dirigió a la oficina central donde enseguida enseño sus papeles al que era el superior de esa estación.

El policía vio el nombre escrito y expresó una sonrisa.

-Oshiba-san, el alumno estrella, que honor tenerte aquí. Eres bienvenido, me presento, soy el jefe de policías del departamento de Shimane, Hatano Natsuo.

-Es un placer, Hatano-san-Respondió Kousuke con una sonrisa amplia.

-Solo llámame Natsuo, no seas tan formal, mejor dime, ¿estás listo para estar con nosotros un año y dar tu vida por la justicia?

-Claro que si, servir y encerrar a los que hacen el mal, esa es mi visión que mantendré hasta que muera.

-Y recuerda que, en casos extremos, hasta la muerte contra los bandidos es permitida, todos esos sujetos son una vergüenza para la preservación del bien, solo hacen daño a nuestra sociedad imponiendo los malos ideales-Respondió el jefe con una furia que inspiró a Kousuke a asentir con determinación.

-Totalmente de acuerdo, ¿qué tiene de divertido lastimar a los más débiles quienes apenas y tienen para sobrevivir? Son un par de salvajes, ni siquiera merecen llamarse humanos.

-Parece que me comprendes, tienes un gran futuro brillante si sigues con esos ideales.

-Lo seguiré, mi propia experiencia me ha ayudado a formarme mis objetivos y metas propias.

-Exactamente, esa es la actitud que quiero en mi próximo trabajador. Se que serás el mejor y obtener un puesto en este departa. Ahora bien, para llevar a cabo nuestras misiones, trabajarás en pareja como los demás. Tú compañero es el señor Tsunehito Hojou, él te espera con los demás en la sala de reuniones.

Don't Judge meWhere stories live. Discover now