Derby miró la comida y bufó.

—¿Qué mierda es esto? Trabajo todo el puto día y ¿esto me sirves?

El plato voló en su dirección, pero cayó al suelo antes de alcanzarla tirando también toda la comida que contenía, miró como el emparedado se abría y la mayonesa manchaba toda la madera.

—¡¿Esta mierda me sirves?! —. Retrocedió cuando Derby se puso de pie y alzó la vista hacia él—. ¿Trabajo todo el día para que me sirvas esta mierda? ¿Eso me das? No toleraré que me insultes de esa forma...Tu...Agg, maldita sea, es todo por tu culpa...Yo estaba bien...Yo estaba feliz...

Sus palabras se arrastraron, así como sus pasos cuando comenzó a caminar hacia ella. Jian retrocedió.

—Es tu culpa, todo... ¡Todo es tu maldita culpa! Me sedujiste y te embarazaste porque querías arruinarme y hacerme miserable...¡¿Que no entiendes no puedo ser tu esposo?! No puedo...

—Tu me sedujiste a mí, Derby.

—No me contestes —le espetó en el rostro—. No te atrevas a hablarme de esa forma...Tu nos arruinaste a ambos, me obligaste a estar contigo...querías engañarme como engañas a todos los hombres...

Le dio la espalda un segundo como si pretendiera volver a su asiento, pero tan solo lo hizo para mirar hacia el dormitorio de Liam desde la cocina.

—Y ese inútil de hijo que tienes. ¡¿Qué miras, estúpido?! Vete a tu cuarto.

Liam huyó de nuevo hacia su habitación y Jian apoyó el plato con sus sándwiches en la mesa.

—No le hables así, es solo un niño y no es su culpa que su padre sea un borracho.

Derby se regresó hacia ella con su brazo en alto y le cruzó el rostro antes de que Jian pudiera intentar protegerse. Se quedó congelada, mirando hacia el suelo con su cabeza hacia un lado y la mejilla comenzando a arder donde su mano había impactado y jadeó. Derby se había embriagado muchas veces desde que se habían casado y ya podía decir que era una rutina, pero nunca se había vuelto violento físicamente con ella. Esa era la primera vez.

Derby la miró, como sí también se hubiera sorprendido de sus propias acciones y se tambaleó comenzando a llorar.

—P-perdón...Perdón, no quería...Fue un accidente... —. Se acercó a ella para abrazarla y aunque le habría gustado apartarse, no se movió—. Perdóname, soy un mal hombre, perdóname, por favor...

—No importa —susurró, reteniendo sus propias lágrimas—. Fue un accidente.

—Sí, sí, lo fue, sabes que yo jamás te haría daño —. Le sujetó el rostro y evaluó el golpe en su mejilla—. ¿Estás bien ¿no? ¿No le dirás a tu papá ¿verdad?

Negó apretando los labios y evitó mirarlo en el proceso.

Consiguió soltarse de su agarre y aprovechar ese cambio de humores para llevarse la comida de Liam y encerrarse con él en la habitación.

Durmió con el niño esa noche por miedo a encontrarlo en el dormitorio y que las cosas pudieran empeorar.

Lo escuchó tambalearse hacia el cuarto de ellos y como la cama crujió cuando se acostó a dormir y una vez Liam cenó y se durmió a su lado, se permitió tocar el golpe en su mejilla y llorar en silencio.

A veces imaginaba como sería su vida si hubiera permanecido fiel a Winfred, se veía a sí misma en una linda casa de campo a las afueras de Washington, en Virginia. Tenía un gran jardín donde ocupar sus tardes y vestía los mejores vestidos que una mujer podía llevar en la granja, cocinaba todas las tardes con dos de las hijas que tendrían juntos y lo veía llegar con uno de sus varones para la cena. La besaba, la saludaba y charlaban sobre sus días como Jonathan y Olivia acostumbraban a hacer. Imaginaba que conseguía ir a la Universidad como su madre, primera mujer asiática en conseguirlo en esas fechas y que con su nueva educación podía convertirse en enfermera como Olivia y ayudar a los más débiles. Seguramente tendría tres empleadas para ayudarla con las tareas del hogar y para sus treinta ya contaría con varios hijos y una hermosa rutina llena de tranquilidad. Algunas veces Winfred y ella discutirían, pero él nunca le alzaría la mano y siempre la consolaría cuando comenzaba a llorar. A diferencia de Derby, Winfred siempre había sido un caballero y respetaba a las mujeres, pero Jian lo había arruinado y con ese pensamiento en mente se durmió.

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORDove le storie prendono vita. Scoprilo ora