Su abdomen se tensó de una forma que le provocaba dolor incluso en las vértebras y cuando creía que no podría soportarlo e iba a empezar a llorar, se relajó sin previo aviso y respiró de alivio.

Harvie se lavó las manos en agua caliente y en alcohol y la ayudó a sentarse en la cama.

—Déjame ver qué tan dilatada estás.

Se recostó un poco, apoyándose en sus antebrazos y apretó los ojos cuando otra contracción le dio ese fuerte dolor en la espalda.

—Aún no lo suficiente —observó Harvie—. Todavía te faltan varios centímetros.

Olivia se puso de pie con cuidado y caminó un poco por la habitación con una mano sobre la parte superior de su vientre donde sentía que le presionaban un pulmón, haciendo respirar una tarea algo difícil. Estaba sudando y estaba agitada.

—¿Dónde está, Jona?

—Ya enviamos a uno de los niños por él —le aseguró Cate e intentó consolarla masajeando su espalda baja—. Estará aquí pronto.

—Agg, le dije que no debía ir a trabajar estas semanas.

Jonathan estaba en la mina y estaban haciendo progresos; buenos progresos. Tenían ya varios metros avanzados tanto por debajo del río como hacia abajo en la tierra. Los hombres se movían mucho más rápido con el nuevo equipo que Sheridan les había conseguido y los humores estaban bastante elevados con todo el cobre que estaban sacando.

Entró en la mina llevando una lampara para alumbrarse y miró el carro que estaba lleno de piedras de cobre. No podía evitar sonreír, con eso harían unos cinco mil dólares, incluso más y Jonathan conservaría la mayor parte.

—Señor, debe ver esto.

Siguió a su empleado por uno de los túneles, obligándose a agachar la cabeza para no llevarse el techo de piedras puesto y alcanzó a otros de sus hombres al final del camino donde una pared de piedra los bloqueaba.

—¿Qué sucede? ¿Por qué no siguen picando?

—Está hueco —le comentó uno de los hombres y golpeó con su pico para demostrarlo.

—Tenemos miedo de que toda la estructura colapse sobre nosotros si continuamos.

—Después de todo no sabemos qué hay del otro lado.

Frunció el ceño, igual de inseguro con respecto al tema que ellos y mandó a llamar por Derby, de los pocos hombres que podía dar una visual exacta sobre el problema. Derby tenía algo de relación con las minas y su padre había sido un minero durante su juventud y hasta el día de su muerte.

Cuando Derby llegó y le explicaron el problema, se dedicó a inspeccionar la pared entorno a aquel bloque en el camino y golpeó algunas rocas con el pico.

—Está un poco flojo así que no creo sea seguro picar, pero está hueco... —. Golpeó suavemente la roca y chasqueó la lengua—. Y no son rocas huecas, es del otro lado que no hay nada...tal vez encontremos otra cueva interna y estas rocas no son tan gruesas, podemos romperlas bastante rápido.

—Pero es peligroso.

—Y sí, Jona, es bastante peligroso.

No iba a poner en riesgo a todos los hombres rompiendo una pared que podía provocar que toda la estructura colapsara sobre ellos, así que se dispuso a rechazar la tarea y ponerlos a picar en otro lado, pero Derby hizo otra observación.

—Podría haber más cobre del otro lado, abundante...—dijo y les enseñó que había cierto polvo pintando las rocas que parecía cobre pulverizado mezclado con algo de humedad—. Yo puedo quedarme a picar solo, vaciamos la mina y si consigo llegar al otro lado les avisaré y sino...

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADOROpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz