Anudó su delantal en la espalda y sonrió de oreja a oreja.

Quería darle a su hija una buena celebración para sus diecinueve años y que fuera una hermosa sorpresa y quería que todo saliera perfecto, desde la decoración hasta las comidas. Su plan era combinar tiempos y culturas, haría algunas cosas basándose en lo poco que sabía de China y el resto de América e Inglaterra y por supuesto, traería algunas costumbres modernas del siglo veinte para compartir con todo el grupo.

Adrian estaba cuidando a Marie, Susan estaba terminando de limpiar su casa y Cate le daba un baño a su hijo, así que solo le quedaba Lisie para ayudarla a comenzar con los preparativos y los hombres para que armaran la mesa en el fondo de la casa. Quería que fuera en el fondo porque de esa forma Jian no los vería apenas llegara con su padre y todos tendrían el tiempo de ocultarse para gritar sorpresa cuando ella saliera por la puerta de la cocina.

Entró en la casa y asomó por un momento para ver a Adrian jugando con Marie y a Ollie echado en la alfombra junto a ellos. Al igual que Marie, Ollie crecía extremadamente rápido y ya era difícil identificarlo como un cachorro a excepción de su faceta juguetona.

Sonrió y con una mano acariciando su vientre por sobre el vestido fue hacia la cocina y se organizó mentalmente.

—¿En que te ayudo, Liv?

—¿Comenzamos por el pastel? O mejor primero hacemos los espaguetis.

—¿Espaguetis?

—Uhm-mmm —. Tomó uno de los libros que tenía en la mesa y le enseñó la tapa—. Estuve leyendo sobre tradiciones chinas y en lugar de pastel acostumbran a servir un tarro grande de largos, largos espaguetis para simbolizar la vida larga del cumpleañero, pensé que a Jian podría gustarle.

—Eres una excelente madre, Liv —alagó con una sonrisa—. Y me parece una excelente idea. ¿Qué tan largos los haremos?

—Tan largos como sea posible y con cuidado de que no se rompan, dice en el libro que es de mala suerte.

Empezaron preparando la masa y estuvieron rato largo estirándola para que fuera tan larga y fina como esta les permitieran. Querían cortar unos delgados fideos e incluso unir dos de estos entre sí para hacerlos aun más largos y trasladarlos con extremada precaución hacia la olla de agua hirviendo. Para trasladarlos con cuidado necesitaron de la asistencia de Susan y Cate.

—Oh, cuidado, cuidado...Mierda...

Olivia maldijo cuando los fideos se rompieron y regresaron todo a la mesa para volver a empezar.

—Seguro podemos lograrlo —insistió Lisie intentando mantener la actitud positiva.

—Podríamos probar trasladarlos directamente en una bandeja.

—Es muy buena idea, Cate, con un poco de harina seguro podemos evitar que se peguen —. Trajo una bandeja algo grande y Susan comenzó a estirar la masa con Lisie—. Tráeme esta vasija llena de harina por favor, está abajo en la bodega.

Cate se llevó la vasija de madera hacia la puerta debajo de las escaleras que llevaba al descenso hacia la bodega, recorrió los pasillos formados por unas góndolas con alimentos, frutas y utensilios y cuando encontró la enorme bolsa de harina, reposando junto a otras dos bolsas de harina sin abrir, llenó el tarro, la cerró y se regresó, para volver minutos después a buscar unas cuantas frutas para Olivia y otras cosas.

—Oh, no, no...Baja de ahí, Olivia —. Chester se quitó el sombrero al entrar en la cocina y lo primero que hizo fue correr hacia Olivia y sujetarla de la cintura con cuidado para ayudarla a bajar del banco—. Jonathan nos matará a todos si te caes.

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORWhere stories live. Discover now