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Capítulo XIII

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Capítulo XIII.

El resultado de la extraña fiebre de Katsuki fue estrés. El estrés de saber que Shinso Hitoshi, más conocido para el rubio ceniza como "el francés ojeroso" estaba conquistando a Shoto, aquella promesa de hace años la estaba cumpliendo. Maldecía el día en que se reencontraron, aquella cita se suponía que era para arreglarlo lo suyo, ver a Shoto sonreír una vez mas solo para él, pero no, Shinso tuvo que intervenir.

La voz preocupada de Shoto interrumpió sus pensamientos.

—¿Ya estas mejor, Kats? ¿Qué tal te sientes ahora? — retiro las compresas tibias de la frente del rubio ceniza para poner unas nuevas. Inconscientemente, comenzó a dejar carias sobre las mejillas y barbilla del mayor, un par de suspiros salieron de sus labios.

—Algo mejor, solo... ya sabes, estúpida fiebre, no dejo que terminara mi trabajo — bufo fingiendo molestia.

—Pero te hubieras sentido peor, las fiebres pueden ser peores de lo que parecen. Lo mejor es que llegaras a casa antes.

El silencio inundo la habitación, Shoto seguía con las caricias y Katsuki disfrutaba de ellas, era aquellas de las pocas burbujas que creaban donde solo eran ellos dos disfrutando del otro, ajenos de los problemas que tenían. El tono de llamada del teléfono del medio albino los interrumpió.

—¿Qué pasa, Mitsuki? — respondió después de tres tonos, Katsuki al escuchar el nombre de su madre solo rodo los ojos. "Arruinando momentos como siempre" pensó para volver a cerrar los ojos disfrutando aun de la esencia de Shoto, durazno y fresas.

¡Encontré la solución para todo! — escucho atento atrevés de la línea telefónica arrugando el entrecejo, ¿Mitsuki estaba emocionada?

—¿De todo? Mitsuki, no sé a qué se refiere, yo...

Deja eso de lado, Shoto. ¿Mi hijo idiota está en casa o aún está en la empresa?

—Kats... — dudo en que responder, pero no podría mentirle a la rubia ceniza—. Él esta en casa, le dio algo de fiebre en la oficina, pero ahora ya esta mejor, el medico dijo que fue por estrés.

Así no me sirve — murmuro—. Bien, Shoto te diré algo, acabo de terminar de salir con unas amigas y olvidaba que una de ellas es psicóloga, bueno, da sesiones de terapia en pareja y le pedí que por favor les diera un espacio y dijo que mañana tendría tiempo libre, así que tú y Katsuki irán a terapia mañana.

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Terapia, ellos no la necesitaban y menos en pareja, pero ahora iban en camino al consultorio de la psicóloga, su nombre era Nemuri Kayama. Según lo contado por Mitsuki, Nemuri era muy buena y hasta les había ayudado a Masaru, su difunto esposo, y ella en su matrimonio, y demás cosas en pareja que no quisiera indagar más.

𝖥𝗋𝖾𝗌𝖺𝗌 𝖾𝗑𝗉𝗅𝗈𝗌𝗂𝗏𝖺𝗌 / [𝗕𝗮𝗸𝘂𝘁𝗼𝗱𝗼]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora