𝖥𝗋𝖾𝗌𝖺𝗌 𝖾𝗑𝗉𝗅𝗈𝗌𝗂𝗏𝖺𝗌 / [𝗕𝗮𝗸𝘂𝘁𝗼𝗱𝗼]

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Capítulo VI.

→14 años atrás.

No entendía la decisión de su padre, mandarlo al extranjero solo para estudiar la preparatoria. Según este era para que saliera de su zona de confort.

Salió del departamento donde se hospedaba, en la entrada ya se encontraba el chofer que lo llevaría a tal dichoso colegio, observaba las calles cubiertas de nieve, ahora que lo pensaba el uniforme era molesto, era completamente blanco a excepción de la gorra, que también tenía que usar, al frente tenía una insignia con el nombre y logo de la preparatoria de color dorado "Elite Hawks, école de l'honneur et du courage. / Elite Hawks, escuela de honor y coraje."

Llegó diez minutos antes de la hora de entrada, decidió caminar por los pasillos para conocer el colegio, si bien tenía tres años para eso, recorrer y conocer la mayor parte del colegio, pero no quería parecer idiota caminando solo y confundido en medio de estos en el primer día de clases.

Cada pasillo estaba adornado de cuadros de distintos artes y lleno de volantes de diferentes clubes que ofrecía la misma, uno llamó su atención "Club de violon, vous pouvez faire partie de l'orchestre / Club de violín, puedes ser parte de la orquesta".

Recordó que cuando era niño su madre lo llevaba a clases de piano y violín, aunque le gustaba más el último, pero cuando entro a la secundaria lo dejo, quizás era buena idea volver a retomarlo. Siguió observando los distintos clubes que publicitaban, por el momento tenía tres en mente: violín, literatura y teatro.

—¡Hors de mon chemin, idiot! / ¡Hazte a un lado, idiota! — el chico de cabello de dos colores se sobresaltó, el pasillo era bastante grande como para que él siquiera estorbara.

—Pardonnez-moi / Perdóneme — murmuró, su mirada se dirigió al dueño de la voz desconocida.

Fue la primera vez que sus miradas conectaron. La primera vez que los heterocromáticos orbes de Shoto se fusionaron con los carmín intensos de Katsuki.

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→Tiempo actual.

Llevaban media hora de trayecto, conversaban y reían al recordar los momentos que pasaron en Francia donde ambos cursaron la preparatoria. Para Shoto era casi una maravilla revivir aquellos recuerdos, cuando conoció a Katsuki le pareció un chico molesto y explosivo, de ahí su apodo, pero cuando empezaron a conocerse más pudo sentir algo indescriptible, cuando estaba al lado del rubio podía sentirse en casa, el amor y la calidez de una. Simplemente se sentía, y se siente, completo con Katsuki a su lado.

—Llegamos — anunció el chico de orbes carmín deteniendo el auto. Shoto observó el local por la ventana.

—¿Es en serio que me trajiste aquí? — canturreo con una sonrisa.