AEV

Capítulo 29

Los dos no se quedaron demasiado tiempo en el país C. En cuanto dejó de nevar, se fueron a casa.

Durante los siguientes días, Shen Tingwei no volvió a ver a Lian Jue. Se alojó en la villa dónde vivía antes, con la tía cuidando de él durante las tres comidas al día. Lin Chen se acercaba de vez en cuando a visitarle y a comprarle algunos artículos de primera necesidad, pero no se quedaba mucho tiempo, ni hablaba mucho con él; "era más una confirmación de que seguía vivo que una visita" pensó Shen Tingwei, de forma un tanto absurda.

Shen Tingwei aún no estaba acostumbrado a que lo cuidaran, así que se tomó la libertad de despedir a la tía cuando la fiebre se le pasó por completo. Cuando Lian Jue llamó para preguntar, Shen Tingwei le dijo lo que quería hacer y le aseguró de que era capaz de vivir por su cuenta. Lian Jue no dijo nada más y le dijo que contactara directamente con Lin Chen si necesitaba algo. Y el dijo que sí.

Probablemente Lian Jue estaba muy ocupado y colgó el teléfono a toda prisa. Pero al día siguiente le entregaron un montón de material médico que le resultaba familiar y algo desconocido, junto con el obstetra que había visto en el hospital privado.

—El Sr. Lian me pidió que viniera todas las semanas para hacerte una revisión física, así que no hay necesidad de molestarte con viajes semanales al hospital. —El médico le sonrió e hizo una broma inofensiva: —No es un lugar tan agradable después de todo.

El médico estaba más relajado que cuando lo conoció en el hospital, tratando a Shen Tingwei de la misma manera que a una persona normal, lo que hizo que se relajara mucho.

Una vez finalizado el examen físico de rutina, el médico le hizo algunas preguntas más privadas, como el entorno en el que vivía y los antecedentes familiares de enfermedades hereditarias, a las que Shen Tingwei respondió con la mayor sinceridad posible.

El médico tomó nota de la conversación y le dijo que haría algunas investigaciones sin afectar su salud ni al desarrollo del bebé. Por un lado, para planificar su futura fertilidad y, por otro lado, con la esperanza de que Shen Tingwei pudiera hacer una pequeña contribución a un campo de la medicina tan poco frecuente.

El médico pudo ver la preocupación de Shen Tingwei y le explicó: —No se preocupe, el Director General Lian le ha explicado que todo el proceso será altamente confidencial hasta que tenga un parto sin problemas.

Sólo entonces Shen Tingwei dijo: —Entonces, por favor continúe.

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Al día siguiente, Lian Jue llegó, todavía cerca de la hora de la cena.

Entró y fue directamente al sofá, se sentó y empezó a fruncir el ceño ante su teléfono.

Shen Tingwei sólo había hecho la cena para una persona y no había tenido tiempo de llevarla a la mesa. Se sintió un poco avergonzado y le saludó con rigidez: —Sr. Lian, ¿ha cenado?

Lian Jue no levantó la vista, omitiendo los pasos de "no" y "¿quieres comer?", y simplemente dijo: —No.

Shen Tingwei se tocó la nariz y dejó escapar un "Oh".

Se quedó un rato al lado del sofá, no muy a gusto, viendo que Lian Jue no tenía intención de irse durante un tiempo, y dudando si sería descortés acercarse a comer primero.

Lin Chen entró en la casa, saludó primero a Lian Jue y luego entregó la bolsa de papel que había traído a Shen Tingwei.

Shen Tingwei lo tomó inexplicablemente: —... ¿Qué es esto?