Killer (KimTaeHyung)

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Bajé mi cabeza hasta su pierna, acaricié su muslo por la parte de atrás y dejé mis labios en la parte interna de él, poniendo atención a sus reacciones, agudizando mis oídos ante su voz, disfrutando sus dedos en mi cabello y sonriendo ante su respiración acelerada.

Subí mi boca hasta la tela de su ropa interior, incluso dejé un beso en ella y seguí subiendo por su estomago hasta estar de nuevo en sus labios. Presione mi cuerpo contra el de ella haciéndola estremecer por la sensación. Subí mi mano por su piel hasta deslizarla por debajo de su brasier cual serpiente. Mis dedos sintieron esa piel y la voz que salió de su garganta fue más fuerte que antes, por lo que cubrí su boca y dije un suave shh.

-Si haces demasiado ruido, los vecinos nos escucharan ¿Quieres eso? -dije

Y ella simplemente movió la cabeza negando al no poder hablar.

-Entonces, tendrás que morder tu lengua y ser silenciosa ¿Harías eso por mí?

Aceptó con la cabeza.

-Eres muy obediente, cariño

Solo así quité mi mano de su boca y ella mordió su labio, lo hacia para no hacer ningún ruido demasiado fuerte, simplemente suspiros.

-¿Aun me tienes miedo? -suspiró por un momento

-No

-¿Estas seguro?

La miré directo a los ojos, aunque fuera de noche, podía ver el brillo de ellos y las cosas fueron diferentes, seguía viendo ese profundo agujero oscuro, pero ahora la sensación era diferente, era como si yo pudiera ahora salir de ese agujero, como si ahora fuera posible salvarme. Porque ahora la tenia a ella.

Claris ahora me pertenece, nada ni nadie cambiara eso, yo me encargare de cualquiera que quiera cambiarlo.

Por la mañana, mi reloj sonso ruidosamente y lo apagué como siempre. Me quedé en silencio, mirando el techo de mi habitación y tratando de terminar de despertar. Giré mi cabeza a mi lado y encontré a Claris aún dormida, creo que el ruido del reloj n o fueron suficientes para despertarla.

Estaba acostada de lado, dejándome ver su rostro. La cocina cubría su pecho por lo que vi la marca roja en sus clavículas y la cicatriz en su cuello. Deslice mi mano por su brazo desnudo hasta su cuello donde mi mano cubrió la marca de mis dientes.

Me giré a mi mesa de noche donde abrí el cajón y saqué la pomada que yo mismo había usado con la mordía que Austin me dio, tomé un poco y la puse en la herida de su cuello con suavidad para no despertarla.

Dejé la pomada en su lugar y antes de levantarme de la cama me acerqué a su odio para susurrarle.

-Me voy a trabajar, volveré después

Ella no dijo nada, solo se quejó un poco y eso lo tomé como una respuesta de que me había escuchado.

Me levanté e hice toda mi rutina de siempre para ir al trabajo.

En la oficina, las cosas fueron normales, Helen aun parecía un poco alterada por el incendio de la casa de Austin y los detectives aún no se veían por ningún lado, pero solo era cuestión de tiempo.

-Escuche que te dieron vacaciones, Taehyung -preguntó Alex

-Sí, quince días

-¿Pediste vacaciones? -me miró Helen

-Sí, siento que lo de las ultimas semanas ha sido demasiado para mí, quiero descansar un momento

-Tú también deberías tomarlas, Helen

-Suena bien, pero, no quisiera dejarte con todo el trabajo

-No hay problema -sonrió él -pude con esto solo antes y podre por 15 días

-Suena muy bien -dijo ella, parecía pensarlo seriamente

-¿Iras de viaje? -preguntó al final Alex

-No lo sé, estaba pensando simplemente quedarme en mi casa, perder el tiempo ¿Sabes?

-Suena relajante -sonrió -en cuanto ustedes regresen, pediré mis vacaciones también

Al final lo hice, dejé mi trabajo pausado, continuaría con él dentro de 15 días. Pensar en la pregunta de Alex me hizo pensar en otras cosas. Nunca había salido de esta ciudad, crecí aquí y aquí me he mantenido después de hacerme independiente, ahora tengo dinero y tiempo, además de la compañía.

Regrese a casa y la sensación de ver a alguien, de escuchar el recibimiento de alguien me hizo tener una sensación que jamás había tenido antes, era una sensación acogedora, cálida, agradable.

-¿Cómo te fue hoy? -ella estaba sentada en el sofá mirando la televisión, llevaba la misma ropa de ayer y en cuanto me vio, bajó el volumen y se me acerco a darme un beso en los labios

-Bien, pedí mis vacaciones. Me dieron 15 días

-Genial ¿Qué piensas hacer en eso días?

-No lo sé aún -me quité el saco y la corbata

-¿Deberíamos salir de la ciudad?

-Lo había pensado, pero no lo sé

-¿Por qué no?

-Jamás lo he hecho

-Pues ahora es cuando

-Tal vez

Me acerqué a la cocina para preparar la cena.

Creo que mi rechazo a Claris no me dejaba disfrutar del todo de su compañía, pero ahora que la aceptaba con mejor cara en mi vida, su compañía no era mala. Era un chica sonriente y alegre, parecía que su día había sido un tanto más interesante que el mío y por eso su platica me hacía compañía mientras preparaba la cena.

Ahora podía tomarme un poco más de tiempo antes de ir a dormir porque mañana no tenía que levantarme temprano, así que después de la cena, me tomé un baño para estar más cómodo, ordené un poco de comida chatarra, más que nada botana para poder ver unas cuantas películas.

Esto era agradable, estar en casa, cómodo, viendo una película, con un poco de compañía.

¿Así se siente tener una familia? ¿Así se siente tener a alguien que te quiere?

Al día siguiente cuando abrí los ojos y miré a mi lado, ella ya no estaba, agudicé mis oídos esperando escuchar que ella estuviera en la cocina, pero no había ningún ruido, así que definitivamente no estaba en casa. Sentí un poco de rabia en mi pecho. No puedo creer que no me haya avisado que iba a salir.

Tomé mi teléfono con intención de llamarla, pero vi que tenia un mensaje de ella.

Fui a casa para cambiarme de ropa y también por la tarde tengo que verme con una amiga, así que llegaré por la noche. No te quise despertar porque parecías muy cansado. Nos vemos en la noche ¿Bien?

La rabia bajó y me relajé para poderle responder el mensaje.

Esta bien, te espero en casa más tarde

Dejé el teléfono de nuevo en mi mesa de noche y me levanté de la cama para comenzar con mi primer día de vacaciones.

Me puse unos pants y una sudadera, me quedé descalzo, puse un poco de música y comencé a prepararme el desayuno. Sabia la razón de mi buen humor el día de hoy, lo que me resultaba extraño, pero, simplemente puedo esperar a acostumbrarme a este nuevo sentimiento.

Después de desayunar y al no tener un plan para mi día, me propuse a comenzar a limpiar. Comencé por la cocina tomándome mi tiempo hasta que el timbre sonó.

Lavé mis manos y me acerqué a la puerta aun secándome las manos con un trapo de tela.