Obelia rinde alabanzas al joven heredero Alpheus.
La espada del Imperio.
El protector de su majestad.
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historia en español |
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Las grandes puertas del ducado Alpheus se abrieron para dar el paso a la llegada del joven maestro de ella. Las mucamas flameaban sus pañuelos en las ventanas de mientras gritaban con sonora alegría alabanzas al héroe soldado del Imperio.
El séptimo escuadrón del batallón imperial del primer príncipe fallecido fue el que dio la victoria en la guerra debido al valor del duque joven; finalmente la bandera del imperio del Sol flameaba en el obelisco de Asturias. La medalla de guerrero león se lucia en el galante uniforme de Ainsphener y su sonrisa cansada junto a su expresión fatigada fue lo primero que todos los obelianos vieron y decidieron por alabar. Esa mirada le pertenecía a un verdadero guerrero que, sin importarle el no poder dormir con calma o el siquiera beber agua purificada, decidió darlo todo por el pueblo en el que le había tocado vivir.
