Italiano (Solangelo One Shot)

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¡Hola!

Bien, esta idea la saqué de una imagen que vi en Tumblr de Nico y Will peleando por unas Oreo's, así que no es idea mía, simplemente quise crear una historia porque me encantó adjklñs <3 

Nikky

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—¿Por qué tenemos que hacerlo nosotros? —preguntó Nico, mientras Will y él salían del apartamento de Sally y Paul Blofis—. Nosotros nos encargamos de la música. 

Will tosió. 

—¿Nosotros? —respodió el hijo de Apolo, enarcando una ceja—. Yo lo hice, si fuera por ti escucharíamos sólo metal. No está mal, pero... es una fiesta, ¿sabes?

Nico rodó los ojos para mostrar su desacuerdo, sin embargo al ver la sonrisa que Will le regalaba, no pudo más que sonreír de vuelta. 

Los dos semidioses caminaban por las calles de Nueva York, buscando un lugar donde vendieran las cosas que necesitaban para el decimo octavo cumpleaños de Percy. Sin embargo, no era la tarea más complicada en la lista. Los dos estaban de acuerdo en que Annabeth se había llevado la parte difícil, al tener que distraer a Percy toda la tarde. 

—¿Qué crees que estén haciendo? —soltó Nico, mientras entraban a una tienda de alimentos—. Me refiero, Percy y Annabeth. 

—Creo que Annie le está dando su regalo de cumpleaños, Nico. —Will sonreía, tratando de hacerle una broma al Hijo de Hades. Le gustaba ver cuando se sonrojaba, resaltaba mucho su piel olivacea, que era su herencia Italiana. Las cosas habían estado calmadas en el campamento, por lo que Nico no había estado bajo presión, y las visitas al Inframundo eran menos frecuentes. 

—¿Regalo de cumpleaños? Umm, ¿No ibamos a darselos todos en la fiesta?

Will sonrió ante su inocencia y negó con la cabeza. 

—Veamos, fantasmita, necesitamos galletas, sodas, dulces, un pastel... —Will frunció el ceño— ¿Dónde vamos a encontrar un pastel azul? Dioses, ¿cuál es su obsesión por la comida azul? Bien, iré a una pastelería y pediré un pastel azul, tú encárgate de las galletas y los sandwiches. 

Y así Will desapareció, dejando a Nico sólo, con la lista. 

...

Will regresó a la tienda 15 minutos después, y buscó a Nico por todas partes. Lo encontró en la sección de lácteos. 

—¿Qué estás haciendo, DiAngelo? Necesitamos sodas, no leche. Nadie sirve leche en una fiesta. 

Nico rodó los ojos, y la atención de Will fue al carrito donde se encontraba una funda de galletas. Sólo galletas. 

—¿Esto es todo lo que conseguiste en 15 minutos? —tomó el carrito, y se alejaron de la sección de lácteos—. Sé que no puedes hacer nada sin mi, cariño, pero... —dijo, sonriendo. 

—¿Me acabas de llamar cariño? —los ojos de Nico parecían dos platos.

—Uh... ¿Sí? Es una broma, Nico. —soltó rápidamente Will, rogando porque no se notara el sonrojo en su cara.

—Oh, sí... Claro. —Nico bajó al cabeza, y aunque no lo quisiera aceptar, se sentía algo decepcionado. Su corazón había dado un salto al oír a Will llamarlo cariño. 

Habían estado muy unidos últimamente, Will era su amigo. Desde la guerra contra Gea, los dos se habían acercado mucho. También gracias a Jason. Nico no entendía por qué, pero Jason se empeñaba en que ellos dos estuvieran juntos. Fue su idea que los dos salieran a comprar, y cuando se juntaban todos siempre ideaba una forma para que se quedaran los dos solos. 

Will tosió, sacando de sus pensamientos a Nico. 

—¿Helado de chocolate o Vainilla? Nico, no me estás prestando atención. 

Penso che ti amo. —soltó Nico, esperando que Will haya olvidado tomar las clases de Italiano que prometió que tomaría en verano. 

Will alzó las cejas. 

—¿Esa es una manera rara de decir chocolate en Italiano? —preguntó mientras sonreía y tomaba el helado de chocolate del refrigerador. 

—Sí, algo así. —respondió Nico, tratando de disimular la vergüenza. No sabía por qué lo había dicho... Pero tal vez era cierto. Tal vez sí estaba enamorado de Solace. Y hasta ese día, una parte de él no quería aceptarlo. 

—Bien... Eso es todo, es tarde, Percy y Annie deben estar por llegar. 

... 

Volvían al departamento con una bolsa en cada mano; el sol se ponía, y el cielo estaba pintado de naranja, amarillo y rosa. El clima era perfecto; ni mucho calor, ni mucho frío. Nico agradeció eso, detestaba el calor. 

Will y él subían las escaleras, cuando Will se detuvo y dejó las bolsas en el suelo. 

—¿Te cansaste tan rápido, Solace? —Will negó con la cabeza; se veía nervioso. Nico dejó las bolsas junto a las de Will. 

—¿Cuál es el problema?

—Creo que te amo. 

A Nico se le heló la sangre. Will continuó. 

—Eso dijiste. No chocolate, dijiste "creo que te amo". Siempre cumplo mis promesas, Nico. 

Nico maldijo por lo bajo. 

—Lo siento, yo... no sé qué me pasaba por la cabeza y... —Pero no pudo continuar, pues el hijo de Apolo lo calló con un beso. 

Nico sintió cómo le sacaban un peso de encima, y rodeó con los brazos a Will. Éste posó sus manos en la cara de Nico, tratando de acerarlo más. Quería tenerlo lo más cerca posible, y disfrutar del momento. Este momento que él había esperado desde que él volvió de Grecia, desde que llegó con una estatua de 12 metros, incluso desde que lo encontró en la enfermería. Tal vez desde antes, no lo sabía. Sólo sabía que quería estar cerca de Nico, era su necesidad. Él se separó, necesitando aire. Los dos jadeaban, y sus mejillas estaban encendidas con un tono brillante tono rosa. 

—Creo que te amo, Di Angelo. —Y plantó un beso en su frente. Tomó las bolsas—. Vamos, nos están esperando, cariño. 

One Shots Percy JacksonWhere stories live. Discover now