37. Secuelas

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Otra noche que no podía dormir, bueno, en realidad no quería; las pesadillas no se iban y su mente se ponía más vulnerable cuando despertaba de ellas, a veces no podía dejar de sentir el dolor que había estado sufriendo en ese tiempo, y el hecho de que su cuerpo se calentara a la más mínima señal de estrés, no ayudaba.

Salió a la fría noche para calmar su ansiedad, y se encontró con quién dio origen a todo ello; Zoro estaba entrenando en cubierta, alzando esos aparatos que eran inhumanamente pesados. El coraje que estaba acumulado en su corazón, le hacía tener pensamientos que la hacían querer llorar de rabia e impotencia.

Su respiración se volvió errática y violenta, por lo que cerró sus ojos para concentrarse en su aliento y empezar a contar; tenía que relajar su cuerpo a modo automático cada vez que veía a Zoro, si no iba a empezar una batalla que de por sí, ya la tenía perdida sin siquiera empezarla. A veces comparaba la furia que tenía dentro con la de la historia de Pachamama ¿Sería verdad de que ella provenía de ahí? 

Desde que había leído la historia, se había obligado a controlar bastante su temperamento, tenía miedo de que al igual como había pasado en la historia, Zoro se diera cuenta de que representaba un peligro mayor para su hija y la arrancara de su lado; aunque a diferencia de aquella Diosa, ella iría al mismo infierno para recuperar a su hija.

- ¿Todo bien? - preguntó el espadachín sacando a la mujer del infierno que pasaba en su cabeza.

- Sí - respondió casi en un suspiro - solo no puedo dormir.

- ¿Quilla?

- Durmiendo

- Bien - dijo acercándose a la mujer. Ella no pudo evitar tensionarse fuertemente ante la proximidad que estaba tomando el peliverde, contó hasta diez nuevamente, pero cuando abrió los ojos, se encontró con su mirada dura.

Zoro observaba los ojos de la mujer con tanto que decir y hacer, pero a la vez no quería malograr esta especie de convivencia que había tenido con la mujer en esas semanas; no pudo evitar recordar la primera vez que la vio. Él se encontraba confundido y con un dolor punzante en su cabeza, mientras ella trataba de acercarse a él, el primer pensamiento que se le había formado en su mente esa noche, era de que esos ojos habían sido los más hermosos del mundo.

Pero ahora esos ojos se encontraban apagados cuando lo miraban, quería ese brillo de vuelta, quería esa mirada que ella le había dedicado cada día que habían pasado juntos; de un momento a otro, se encontraba agarrando su rostro con sus manos toscas y grandes; ella no dejaba de mirarlo, como si estuviera estudiando su próximo movimiento.

Sus manos actuaban solas y no era que se quejara, quería sentirla nuevamente; la (Tn)_______ de antes hubiera agarrado sus manos y las hubiera besado con amor y sensualidad. La (Tn)______ de ahora, solo se quedaba quieta observando sus ojos, como si desconfiara de su agarre.

"(Tn)_______-ya empezaba a corresponderme"

La conversación con Law saltó directamente a su cabeza, y su cuerpo se tensó a los celos que estaba reteniendo en su mente, el saber cuánto había pasado con el moreno carcomía en su mente de vez en cuando; pero no tenía nada que reclamar, y era algo que el cirujano tenía un punto a su favor, él las había salvado, y era lo único que lo mantenía a raya de esa situación.

Pero otra parte, no pudo empezar a pensar del por qué había llegado todo a esa situación.

- ¿Por qué me mentiste? - preguntó acariciando su nuca con sus dedos callosos.

- No entiendo - respondió sin mover nada de su cuerpo.

- Sé que hablaste con Hiyori y Sanji antes de hacer que me fuera de la isla - suspiró - mejor dicho, antes de que me botaras de la isla.

Lost (Zororo Roronoa x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora