No podía creer que ahora se encontraban en esa situación, ella encima de él, semidesnudos y devorándose uno al otro ¿Cómo era que habían llegado hasta ahí? Solo sabía que estaban peleando porque el peliverde no consideraba necesario usar vendas, y al siguiente segundo, sus labios estaban unidos en un beso un poco romántico que fue subiendo de tono inevitablemente.
Ya había pasado una semana desde la llegada de Kenshi y sin duda, este no se había negado desde un inicio que la mujer despertaba en él muchas cosas, y no las ocultaba; siempre buscaba una forma en como hacerla sonrojar porque adoraba verla así.
Habían estado durmiendo juntos, e incluso la joven llegaba un poco tarde a donde el mercado y a veces no conseguía su lugar habitual donde se colocaba para cantar; y todo ello porque se quedaba hablando con él hasta altas horas de la madrugada, claro, él no decía mucho, era más ella la que le contaba varias cosas y él solo acariciaba su cintura cuando podía. Y claro que era cuando podía, porque Inti se metía entre los dos cuando algo empezaba a florecer.
Él aún seguía sin conocer quién era y eso lo frustraba de sobremanera cuando estaba solo, se sentía incompleto e inútil, hasta en la manera de caminar, sentía que le faltaba un apoyo; pero cuando llegaba ella, esos dolores de cabezas o punzadas, se quedaban a un lado. Sin duda, le gustaba mucho su compañía y podría conformarse con ello. Aunque, al parecer eso ya no era suficiente.
- Es... espera - jadeó la mujer apartándose de él - estás herido - el hombre rodó los ojos y luego agarró su cintura para poner a la mujer debajo de él.
- Te voy a demostrar que no es así - (Tn)_____ no evitó que una corriente pasara directamente sobre su piel - y vamos a aprovechar que tu gato no está aquí - sonrió burlonamente.
- ¡Que no le gusta que le llamen gato! - golpeó su pecho - ¡Ah! - gimió debido a que Kenshi había mordido su hombro juguetonamente en respuesta, haciendo que ella entre riera y gritara por los gestos cariñosos del peliverde - ¡Basta! - rieron.
- Nop - dijo él mientras bajaba su cabeza hasta colocarla encima de sus pechos - tú me has visto todo, me la debes - dijo dejando besos leves encima de su brazier.
- Que lo he hecho para curarte, idiota - jaló levemente su cabello - no puedo creer que hace semanas estuvieras moribundo - dijo mientras acariciaba su rostro - pareciera que no te hubiera pasado nada.
- Es porque, me tope con una buena doctora - Kenshi devoró de nuevo los labios de la chica, y ella sin duda, no opuso resistencia alguna; quería tener eso con él, lo deseaba.
Ella sentía como su boca de Kenshi era demandante, un poco brusca, pero su lengua era suave y acariciaba la suya, sus manos de ella se dirigieron a su espalda sintiendo la grandeza de cada músculo bajando hasta sus caderas y sintió como se excitaba por solo tener ese cuerpo encima de ella besándola.
Y esa excitación no pasó desapercibida para él, que se saltó de frente a sus bragas haciendo a un lado encima de su hendidura y empezó a masajearla, robándole jadeos que él atrapaba con su lengua; quiso probar más y metió un dedo, haciendo que ella gritara de placer y se safara de su boca, él sonrió y movió más su dedo en su cavidad. La imagen que tenía sin duda era muy buena, ella con la espalda arqueada, su boca abierta y su pelo revuelto; se podría venir teniendo solo eso.
- ¡Espera! - gritó la mujer - más... más lento, por favor - ella sentía sin duda que un gran manojo de emociones ahí abajo mayor cuando sintió una segunda invasión, sentía que se iba a orinar - voy al baño - ni siquiera puedo hacer el ademán de irse, debido a que él había apretado más su agarre ahí abajo y su boca se encontraba dando atención a sus senos por encima de la tela.
- Puede que no sepa quién soy - dijo él mirándola a los ojos - pero sé que te vas a correr ahora - apretó el botón que hizo que fuera suficiente para la mujer, gimió más alto y sentía como todas sus terminaciones se dirigían a su vientre.
- ¡Ah! ¡Kenshi! - gritó mientras agarraba con fuerza sus hombros, buscando apoyo ante el conjunto de sensaciones que la estaba elevando al cielo en ese momento. Ambos juntaron sus rostros y se miraron como si en el otro buscaran un poco del oxígeno que parecían necesitar.
Kenshi no tenía intenciones de parar, (Tn)______ no tenía intenciones de parar; pero el hombre, como si predijera lo que iba a pasar, agarró a la mujer y la colocó debajo de él. Ella se sintió confundida ante el brusco movimiento, pero comprendió luego al escuchar un rugido.
- Tranquilo, Inti, estoy bien - dijo agitad, tratando de recuperar un poco de visión, debido a que aún seguía con esa nube de placer en sus ojos.
Inti le dio una olfateada a la habitación y rugió más al espadachín, pero solo pasó a retirarse de la habitación y cerrar con su cola la puerta.
- Ese gato es muy listo - comentó él mirándola a los ojos, y en esa posición, ambos no pudieron evitar reír ante la situación en la que se estaban encontrando. Se miraron a los ojos y se quedaron ahí buen tiempo - ¿Y ahora qué? - preguntó el peliverde acariciando su cabello, sin dejar de mirarla.
- No lo sé - dijo ella acariciando su cuello - siento que me estoy aprovechando de ti - ese comentario hizo que el hombre sonriera burlonamente y negara con la cabeza.
- ¿En serio, crees eso? - rio - yo siento que acá el que se aprovechó de tu buena voluntad soy yo - pausó - pero debo decirte que no me arrepiento - besó su mentón.
- Ni yo - contestó rápido - aunque, no llegamos a terminar todo - dijo coqueta ella, ganándose una risa estruendosa del hombre.
- Y no sabes cuánto quiero eso - la besó - pero, Roky te va a matar si llegas tarde.
Tras ese comentario, la mujer abrió enormemente sus ojos y con fuerza empujó al espadachín para levantarse; y cuando lo hizo, el temblor en sus piernas, hizo que él se sintiera orgulloso de su labor. Sin duda amaba estar así; se sentía demasiado bien con ella, aunque a veces su corazón y su mente le dictaban otras cosas, se sentía incompleto, pero a la vez completo; no sabía que era lo que significaba, pero prefería quedarse con ello, con ese lado completo que compartía con la joven que se colocaba desesperada su ropa.
Y sabía muy bien que el agradecimiento que le tenía, no tenía nada que ver con lo que se alojaba dentro de él.
* * *
- No creo que esté muerto
- Luffy, lo hemos buscado en toda la isla, estamos terminando de inspeccionar Wano, pero no hay rastro de Zoro - dijo preocupada Nami ante la seriedad que había tomado su capitán.
- No está muerto Nami, eso lo sé - la pelinaranja solo suspiró ante la aún negatividad de su capitán, pero es que tenían que estar preparados ante cualquier posible escenario.
- ¡Nami, Luffy! - ambos voltearon al escuchar a Carrot, que venía montada en Chopper - ¡Encontramos sus katanas!
- ¿Qué?
- Estaban dispersas por todo Wano - explicó Chopper - los grupos de búsquedas encontraron cada una de ellas, pero sigue sin haber rastro de Zoro - sollozó.
- Él nunca dejaría sus katanas - susurró - Luffy....
- Él está vivo Nami, yo sé que así es - dijo mientras ocultaba su mirada bajo el sombrero - y lo encontraremos cueste lo que cueste.
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Cómo van :3 ando full en el trabajo pero tenía esta idea, espero les agrade :3
Act. 16/12/2022
Siempre me critiqué de que porqué no detallé más el como ambos se estaban enamorando, pero ahora que vuelvo a leer, entendí que porque esa no era la principal trama; pero sí quería que se dé la sensación de que ambos sentían cosas fuertes, como para desencadenar todo lo que viene después.
Bueno eso es todo <3
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Lost (Zororo Roronoa x Reader)
FanfictionNo sabía ni dónde estaba, ni quién era, no sabía cómo había llegado ahí. Lo único que sabía, era que esos ojos grandes le estaban encantando de sobremanera. Créditos de la imagen: @ANASXART - ArtStation Los personajes no me pertenecen, son de Eiichi...