4. Faltante

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No podía creer que ahora se encontraban en esa situación, ella encima de él, semidesnudos y devorándose uno al otro ¿Cómo era que habían llegado hasta ahí? Solo sabía que estaban peleando porque el peliverde no consideraba necesario usar vendas, y al siguiente segundo, sus labios estaban unidos en un beso un poco romántico que fue subiendo de tono inevitablemente.

Ya había pasado una semana desde la llegada de Kenshi y sin duda, este no se había negado desde un inicio que la mujer despertaba en él muchas cosas, y no las ocultaba; siempre buscaba una forma en como hacerla sonrojar porque adoraba verla así. 

Habían estado durmiendo juntos, e incluso la joven llegaba un poco tarde a donde el mercado y a veces no conseguía su lugar habitual donde se colocaba para cantar; y todo ello porque se quedaba hablando con él hasta altas horas de la madrugada, claro, él no decía mucho, era más ella la que le contaba varias cosas y él solo acariciaba su cintura cuando podía. Y claro que era cuando podía, porque Inti se metía entre los dos cuando algo empezaba a florecer.

Él aún seguía sin conocer quién era y eso lo frustraba de sobremanera cuando estaba solo, se sentía incompleto e inútil, hasta en la manera de caminar, sentía que le faltaba un apoyo; pero cuando llegaba ella, esos dolores de cabezas o punzadas, se quedaban a un lado. Sin duda, le gustaba mucho su compañía y podría conformarse con ello. Aunque, al parecer eso ya no era suficiente.

- Es... espera - jadeó la mujer apartándose de él - estás herido - el hombre rodó los ojos y luego agarró su cintura para poner a la mujer debajo de él.

- Te voy a demostrar que no es así - (Tn)_____ no evitó que una corriente pasara directamente sobre su piel - y vamos a aprovechar que tu gato no está aquí - sonrió burlonamente.

- ¡Que no le gusta que le llamen gato! - golpeó su pecho - ¡Ah! - gimió debido a que Kenshi había mordido su hombro juguetonamente en respuesta, haciendo que ella entre riera y gritara por los gestos cariñosos del peliverde - ¡Basta! - rieron.

- Nop - dijo él mientras bajaba su cabeza hasta colocarla encima de sus pechos - tú me has visto todo, me la debes - dijo dejando besos leves encima de su brazier.

- Que lo he hecho para curarte, idiota - jaló levemente su cabello - no puedo creer que hace semanas estuvieras moribundo - dijo mientras acariciaba su rostro - pareciera que no te hubiera pasado nada.

- Es porque, me tope con una buena doctora - Kenshi devoró de nuevo los labios de la chica, y ella sin duda, no opuso resistencia alguna; quería tener eso con él, lo deseaba.

Ella sentía como su boca de Kenshi era demandante, un poco brusca, pero su lengua era suave y acariciaba la suya, sus manos de ella se dirigieron a su espalda sintiendo la grandeza de cada músculo bajando hasta sus caderas y sintió como se excitaba por solo tener ese cuerpo encima de ella besándola.

Y esa excitación no pasó desapercibida para él, que se saltó de frente a sus bragas haciendo a un lado encima de su hendidura y empezó a masajearla, robándole jadeos que él atrapaba con su lengua; quiso probar más y metió un dedo, haciendo que ella gritara de placer y se safara de su boca, él sonrió y movió más su dedo en su cavidad. La imagen que tenía sin duda era muy buena, ella con la espalda arqueada, su boca abierta y su pelo revuelto; se podría venir teniendo solo eso.

- ¡Espera! - gritó la mujer - más... más lento, por favor - ella sentía sin duda que un gran manojo de emociones ahí abajo mayor cuando sintió una segunda invasión, sentía que se iba a orinar - voy al baño - ni siquiera puedo hacer el ademán de irse, debido a que él había apretado más su agarre ahí abajo y su boca se encontraba dando atención a sus senos por encima de la tela.

- Puede que no sepa quién soy - dijo él mirándola a los ojos - pero sé que te vas a correr ahora - apretó el botón que hizo que fuera suficiente para la mujer, gimió más alto y sentía como todas sus terminaciones se dirigían a su vientre.

- ¡Ah! ¡Kenshi! - gritó mientras agarraba con fuerza sus hombros, buscando apoyo ante el conjunto de sensaciones que la estaba elevando al cielo en ese momento. Ambos juntaron sus rostros y se miraron como si en el otro buscaran un poco del oxígeno que parecían necesitar.

Kenshi no tenía intenciones de parar, (Tn)______ no tenía intenciones de parar; pero el hombre, como si predijera lo que iba a pasar, agarró a la mujer y la colocó debajo de él. Ella se sintió confundida ante el brusco movimiento, pero comprendió luego al escuchar un rugido.

- Tranquilo, Inti, estoy bien - dijo agitad, tratando de recuperar un poco de visión, debido a que aún seguía con esa nube de placer en sus ojos.

Inti le dio una olfateada a la habitación y rugió más al espadachín, pero solo pasó a retirarse de la habitación y cerrar con su cola la puerta.

- Ese gato es muy listo - comentó él mirándola a los ojos, y en esa posición, ambos no pudieron evitar reír ante la situación en la que se estaban encontrando. Se miraron a los ojos y se quedaron ahí buen tiempo - ¿Y ahora qué? - preguntó el peliverde acariciando su cabello, sin dejar de mirarla.

- No lo sé - dijo ella acariciando su cuello - siento que me estoy aprovechando de ti - ese comentario hizo que el hombre sonriera burlonamente y negara con la cabeza.

- ¿En serio, crees eso? - rio - yo siento que acá el que se aprovechó de tu buena voluntad soy yo - pausó - pero debo decirte que no me arrepiento - besó su mentón.

- Ni yo - contestó rápido - aunque, no llegamos a terminar todo - dijo coqueta ella, ganándose una risa estruendosa del hombre.

- Y no sabes cuánto quiero eso - la besó - pero, Roky te va a matar si llegas tarde.

Tras ese comentario, la mujer abrió enormemente sus ojos y con fuerza empujó al espadachín para levantarse; y cuando lo hizo, el temblor en sus piernas, hizo que él se sintiera orgulloso de su labor. Sin duda amaba estar así; se sentía demasiado bien con ella, aunque a veces su corazón y su mente le dictaban otras cosas, se sentía incompleto, pero a la vez completo; no sabía que era lo que significaba, pero prefería quedarse con ello, con ese lado completo que compartía con la joven que se colocaba desesperada su ropa.

Y sabía muy bien que el agradecimiento que le tenía, no tenía nada que ver con lo que se alojaba dentro de él.

* * *

- No creo que esté muerto

- Luffy, lo hemos buscado en toda la isla, estamos terminando de inspeccionar Wano, pero no hay rastro de Zoro - dijo preocupada Nami ante la seriedad que había tomado su capitán.

- No está muerto Nami, eso lo sé - la pelinaranja solo suspiró ante la aún negatividad de su capitán, pero es que tenían que estar preparados ante cualquier posible escenario.

- ¡Nami, Luffy! - ambos voltearon al escuchar a Carrot, que venía montada en Chopper - ¡Encontramos sus katanas!

- ¿Qué?

- Estaban dispersas por todo Wano - explicó Chopper - los grupos de búsquedas encontraron cada una de ellas, pero sigue sin haber rastro de Zoro - sollozó.

- Él nunca dejaría sus katanas - susurró - Luffy....

- Él está vivo Nami, yo sé que así es - dijo mientras ocultaba su mirada bajo el sombrero - y lo encontraremos cueste lo que cueste.

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Cómo van :3 ando full en el trabajo pero tenía esta idea, espero les agrade :3

Act. 16/12/2022

Siempre me critiqué de que porqué no detallé más el como ambos se estaban enamorando, pero ahora que vuelvo a leer, entendí que porque esa no era la principal trama; pero sí quería que se dé la sensación de que ambos sentían cosas fuertes, como para desencadenar todo lo que viene después. 

Bueno eso es todo <3

Lost (Zororo Roronoa x Reader)Where stories live. Discover now