33. Dividida

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No he estado respondiendo a sus comentarios :c perdónenme, pero ando tan full, que solo entro cuando estoy 100% inspirada y nada más.

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El peliverde no dejaba de ver esa cabellera ondeante por la brisa del mar, parecía un sueño el tenerla ahí con él, aunque esta se estaba tornando en pesadilla; desde que ella hizo su aparición, no dijo palabra alguna hacia ellos, recordaba como lo miró con esa cara que no denotaba ninguna emoción alguna, en sus ojos podía ver como su alma estaba rota. Solo vio a su antigua (Tn)______ cuando la mujer recibió a Quilla en sus brazos, parecía que solo era ella misma con Inti y su hija; con el resto, era como una alma en pena en el barco.

Intentó acercarse mil y un veces a ella, incluso después de haber luchado con ella y el cocinero para darle tiempo a Luffy de recuperarse, pero la mujer no reaccionaba ni con ella, ni con Law; ni siquiera se había despedido de este último, después de coger a Quilla entre sus brazos, ella se metió en el barco junto con el tigre, para encerrarse en la habitación de su hija.

Quilla... Quilla había sido otro problema en estos días, desde que ella abordó, pues desde esa vez, ni el peliverde, ni nadie de la tripulación, había pasado tiempo con la pequeña; y eso lo estaba matando a mil, quería tener a su hija en brazos y ver esa mirada que lo hipnotizaba. Pero su madre parecía haberse aferrado a ella como pirata que no dejaba su tesoro, y no quería compartirlo con nadie.

No sabía exactamente qué hacer en ese momento, tal y como lo había hecho en batalla, la mujer parecía poner un muro enorme entre todos, y solo eran dos los que entraban entre esas paredes.

- Quiero bajarme en la próxima isla - empezó a decir la mujer, dándole un pequeño susto al espadachín, pues creía que no lo había sentido - ya alisté las cosas de Quilla, y...

- Tú no te vas a bajar de este barco - replicó furioso - menos con mi hija - eran las primeras palabras que compartían después de cinco días, y no podían ser menos parecidas a las que esperaba Zoro.

- Quilla, Inti y yo no pertenecemos aquí - decía aún sin mirarlo - no te daremos más problemas.

- ¿Quién rayos está hablando de eso? - se acercó furioso dispuesto a voltearla, pero su espalda se convirtió en fuego puro, haciendo que este se detuviera - ¡Deja de hacer eso! Mierda, (Tn)_______, no me has dirigido la palabra en todos estos días, y cuando lo haces es solo para decirme que me apartaras de ti de nuevo ¿Qué mierda te pasa en la cabeza?

- Me pasa de todo - dijo ella volteando bruscamente; que si bien podía botar fuego, sus ojos chispeaban hielo - buenas noches, Roronoa - Zoro convirtió todo su brazo en haki y rodeó su cuerpo con fuerza, aunque ella no dejaba de producir fuego, haciendo que el espadachín sintiera dolor debido a las quemaduras que estaba recibiendo - ¡Suéltame!

- ¡No! - dijo aguantando el calor - No me voy a quedar de brazos cruzados hasta que me digas cuál es tu maldito problema - (Tn)_______ hizo más intenso su calor, haciendo que la carne del peliverde empezara a quemarse a pesar de estar cubierto de haki.

- ¿Quieres saber cuál es mi maldito problema? - preguntó con ojos inyectados de algo más que solo de furia - Mi maldito problema eres tú - dijo apartándolo con fuerza, Zoro vio como sus manos de ella empezaban a endurecerse y su mirada se volvía más oscura - quiero matarte Zoro Roronoa, mi cabeza está tan mal que solo deseo que mueras por habernos condenado a esta vida; te quiero matar con todas mis fuerzas y que tú y tu tripulación nos dejen en paz. ¿Sabes por qué no he quemado este maldito barco con todos ustedes juntos en él? Porque hay algo mínimo cuerdo en mí, que es mi hija; así que deja que concentre mi parte cuerda con ella y déjanos en paz.

La mujer salió furiosamente de donde se encontraban, dejando a Zoro con un nudo apretado en la garganta tras conocer cuáles eran los sentimientos de ella hacia él; pues esperaba de todo, menos eso. Vio como antes de que ella entrara a la habitación, relajaba su cuerpo y parecía contar hasta diez para desvanecer las llamas que aún seguían en su cabellera.

Después de perderla en medio de la noche, Zoro vio como en sus brazos empezaban a generar ampollas debido a las quemaduras que le había provocado la mujer; pero eso era un dolor mínimo en comparación a todo lo que acababa de decirle ella mirándolo a los ojos. No, no quedaba más de la mujer alegre y afable que había conocido; y ahora se culpaba de todo por lo que tuvo que pasar (Tn)_______ debido a su relación.

* * *

"Descendiente de un demonio"

Repetía su cabeza constantemente, Zoro no había sido el único que había condenado a su hija a ser buscada por medio mundo, sino también ella; si bien habían derrotado a Doflamingo, ahora su mente no podía descansar en paz debido al por qué el interés predilecto en ella y en Quilla ¡Tenía que ser una maldita broma!.

"Una raza antigua compuesta de demonios que podían desarrollar distintas habilidades"

Miró a Inti quién dormía plácidamente a su costado, no podía creer que su entendimiento con el animal tenía que ver con una maldita habilidad heredada; aunque adoraba ello, sería más sencillo si solo ella fuese la buscada. Pero no, ahora su hija estaba con un enorme blanco en su espalda, debido a que era hija de dos demonios.

No paraba de llorar en las noches, cuando terminaba de acunar a Quilla, su mente le jugaba mil y unas cosas siempre; por lo que los únicos momentos de desahogos eran en medio de la oscuridad sin que Inti o Quilla la sintieran, con ellos había procurado que fuera su parte cuerda la que predominara. Tener a Quilla entre sus brazos le daba la paz y el aire, que su cuerpo lleno de fuego necesitaba para calmarse. 

Recordaba cuanto miedo tenía al inicio de acercarse a su pequeña, pues temía lastimarla de forma inconsciente; aunque lo seguía teniendo, había disminuido un poco con la confianza que la pequeña le otorgaba en sus ojos. Aunque también había notado como la pequeña ya no se conformaba con su compañía y anhelaba más, pero su parte egoísta y sobre protectora, no quería compartir el único ladito que mantenía su mente en ese mundo.

Su mente estaba tan cerrada a todo, que ni de Law quiso despedirse, su mente también lo hacía responsable de todo; aunque valoraba el hecho de que los haya salvado, es por ello que no quiso despedirse del moreno, porque no quería hacerle daño. 

Por eso tenía que salirse de ahí, no quería lastimar a nadie más, ella no estaba bien mentalmente y tenía que alejarse; ya lastimó a Zoro esta noche y esa parte de ella que había relucido, le decía que no se arrepentía de ello y que era lo mínimo que merecía por condenarla a vagar entre todos los dolores; y la otra parte de ella... entraba en un conflicto enorme con lo que le provocaba el espadachín.

Miro sus manos convertirse en fuego, y contó mentalmente para apagarlo; no, ella ya no era lo misma, su espíritu estaba quebrado y su alma corrompida, y la única que podía salvarla; era esa pequeña personita que dormía en su cuna con los sus labios pequeños entre abiertos. No pudo evitar acercarse y tomarla en brazos para echarla a un costado  de ella, abrazó ligeramente con su brazo el pequeño cuerpo de su hija, y se quedó dormida.

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Chiquito, lo sé, pero quería plasmar esta idea :3 y prometo que obvi todo será explicado xd

Espero les guste y gracias por leerme <3

Lost (Zororo Roronoa x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora