My obsession | Henry Cavill

CAPITULO 29

Maratón 2/3

HENRY

Minutos antes...

Abro la puerta de mi casa, he decidido tomarme el día libre para sacar a pasear a Kal ya que lo tengo un poco abandonado pero en verdad he estado ocupado, entre las cosas de Ben y su hija provocándome a cada nada van a volverme loco.

Lo primero que hago al entrar a mi habitación es cambiarme de ropa por una más cómoda, elijo un pants deportivo gris y una playera negra, me pongo los tenis, un poco de perfume y antes de salir tomo mi celular para meterlo al bolsillo del pantalón.

Bajo las escaleras trotando, me voy al patio trasero exactamente en dirección a la casita de mi perro, al llegar noto que no está, frunzo el ceño mirando hacia todos lados pero no hay señal de él.

Apresurado me adentro a la casa.

—¡Ruth!, ¡Ruth!— la chica con traje de sirvienta llega a mí inmediatamente.

—¿Que sucede señor?

—¿En donde esta Kal?

—Eh...la, la señorita Affleck vino por él, dijo que usted le autorizó para llevárselo— explica nerviosa.

—Yo...si, si se me había olvidado— <<me va a escuchar>> —¿Te dijo a donde lo llevaría?

—Al parque de aquí— asiento.

—Gracias Ruth, vuelve hacer lo que estabas haciendo.

—Si señor— se va.

Salgo de la casa a paso rápido, no puedo creer que se haya atrevido a llevarse a mi perro sin mi consentimiento, realmente pensé lo peor, Julieta me ha amenazado varías veces con que lo regalara aunque ni siquiera se por que me asuste por eso, no se atrevería a tocarlo.

Si lo regala yo le pido el divorcio y lo sabe.

Muevo mis pies lo más rápido que puedo, al adentradme al parque busco por todos lados hasta que la veo, <<no esta sola>>, un pelirrojo está a su lado con mi perro sobre el, le acaricia el pelaje mientras que habla con la castaña.

La sangre me hierve y no se si me enojo mas por que esta tocando a mi can o por que esta con Adele.

—¡Suelta a mi perro!— le grito cuando ya estoy cerca.

Ambos me miran poniéndose de piel, Kal sale corriendo hasta mi así que tomo su correa.

—Señor Cavill...

—Cállate Adele.

—Oiga, tranquilo viejo— aprieto la mandíbula cuando el niño idiota me habla.

—¿Tu quien te crees para meterte con mis cosas?— le pregunto atacante.

—Solo lo sacamos a pasear señor, tranquilo— vuelve a decirme.

—¡No me pidas que me tranquilice!— lo empujo.

—¡Señor Cavill!— miro a Adele —Solo lo paseamos.

—¡Me vale mierda!— miro al pelirrojo —¡Lárgate y no te le vuelvas acercar ni a mi perro ni a Adele o te juro que te vas arrepentir!— la castaña abre los ojos como platos y y no pienso lo que digo.

Él pelirrojo me mira por unos segundos antes de voltear con Adele.

—¿Te vas a quedar? Puedo...

—No, vete, yo me quedo con el señor Cavill.

Trata de darle un beso en la mejilla pero halo a la niña que me saca de mis casillas, una mala mirada me dan los dos pero no me importa, el pelirrojo se va y yo suelto a Adele la cual me mira furioso.