Ella lo conoce desde siempre, todos los veranos hacían castillos de arena en la playa, jugaban en la piscina, iban a la librería, todo los veranos estaban juntos.
El verano pasado Zoe no fue a su playa, el no la vio ese verano, todo habrá cambiando...
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Después de que el avión aterrizará a tierras Españolas, me encuentro llendo al pueblo de Begur Girona donde viven mis abuelos maternos a mi lado escucho a mi hermana terminando con su novio por teléfono.
Lo se como puede cortar con su novio por teléfono, pero bueno asi es mi hermana no recuerdo que haya tenido un novio que le durará más de un mes.
Después de aparcar el coche nos toca caminar una larga bajada para llegar a la casa de mis abuelos, con todo y las maletas yo solo cargo una mochila porque recuerdo que deje un poco de ropa en la casa de mis abuelos, en cambio mi hermana trae 3 maletas que ocupan todo el maletero del carro.
Pero como ella dice "mejor prevenir que lamentar"
Llegamos a una casa que está cerca de la costa ya que para bajar solo tenemos que ir por un sendero, la casa es blanca con ventanas de madera azules, nuestros abuelos nos dan la bienvenida y nos ayudan con las maletas, bueno ayudan a Martina mi hermana con sus tres maletas.
Cuando entró un olor a madera me invade extrañaba ese olor, también el olor a sal.
Subo las escaleras de madera hasta llegar al segundo piso, mi habitación es la primera que está justo al frente de mi.
Subo un escalón más y camino,cuando abro la puerta, una brisa de verano me pega en el rostro.
Dejo mi mochila en la cama y me dirijo al balcón, abro un poco más la puertas corredizas, la vista desde aquí es increíble el agua clara con unos rayos de sol que penetran en ella.
Bajo y les informo que voy a dar un paseo por el pueblo, pero antes agarró el bote de protector solar, y me lo pongo en la cara, brazos y piernas.
Saludos a los vecinos que me encuentro subo por el camino por donde acababa de bajar, llego al pueblo y veo las tiendas antes de seguir caminando veo que alguien se me acerca.
— Hola sabrás donde queda este lugar— me muestra una foto, él un chico rubio con el cabello alborotado por la brisa, ojos verdes, viste unos pantalones cortos y un suéter sin mangas con una mochila guindado de su hombro,y no me pudo pasar por alto que tiene un acento diferente.
—Si, esa galería queda a unos 5 kilómetros de aquí, por ese camino si quieres te acompaño—no tengo nada mejor que hacer así que porqué no
—Vale, me vendría bien una guía turística—lo dice de broma y me sonríe y veo que tiene una mandíbula marcada
—Me se algunas historias de aquí te las puedo contar—empezamos a caminar—Sabes catalán
