𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟒

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—Ahora que estamos todos, pueden empezar. —Habla el señor regordete del cual se le olvidó el nombre después de que se hubiera presentado con todos.

Leilani se iba a tomar su tiempo, si termina demasiado rápido llamaría demasiado la atención y es lo que menos quiere en esos momentos. Sin embargo espera que se le dificulte al menos un poco para no caer completamente dormida. La primera hoja es demasiado fácil para su gusto, piensa que podrían haberlo hecho un tanto más difícil.

—Estudiante N° 162.

"¿162? Es el N° de Elle, ¿ahora que habrá hecho?"

De forma bastante tranquila dirige su mirada hasta donde se encuentra su esposo, este se encuentra sentado en su típica posición mientras mira fijamente a Light, como si buscara llamar su atención.

"Para ser inteligente no sabe aún que esa forma de sentarse llama la atención ¿cómo quieres pasar desapercibida? En eso habíamos quedado."

—Por favor, siéntese como es debido.

Leilani por un momento pudo notar como el hijo del señor Yagami cruza su mirada con Elle y al verlo un escalofrío recorrió todo su cuerpo.

Unas horas pasaron, lo suficiente para que Leilani terminara unos minutos antes de que se terminara el tiempo, tal y como acordó con su pareja. Se acercó a este entre la multitud, se ganó varias miradas por parte de algunos hombres y algunas mujeres, y mucho más al ver como ella sin vergüenza alguna agarra la mano del hombre que consideran un loco. Además de que casi se les cae el cielo cuando ven cómo le besa la mejilla "ella no está bien" es el pensamiento de todos los que pudieron ver la escena.

A pesar de todas las miradas que ambos reciben la mujer no les presta demasiada atención, se siente demasiado feliz como para hacerlo, le gusta ir de la mano con su esposo como si fueran una pareja normal en la Universidad, además de que muy pocas veces pueden salir juntos. Pero, para Elle es completamente diferente, su mente solo tiene atención para Kira.

—¿Quieres que vayamos a comer? De todas formas no podemos hacer mucho hasta que entremos a la Universidad, vi un lugar en donde venden unos pasteles que se ven deliciosos, ¿Que te parece?

—Hmn... —El detective se rasca un poco la nuca al no saber qué responder, al principio pensó en negarse pero al ver la sonrisa que tiene su mujer se puso demasiado nervioso como para poder decirle algo. —Yo supongo que... —Quiere rechazar la idea de Leilani, no sabe cómo hacerlo sin quitarle la sonrisa. —¿Podemos comer en casa? es más cómodo y no nos miraran tanto.

Elle claramente falló en su intento de no quitarle la sonrisa, sin embargo de igual forma asiente con una fingida.

—Vamos a casa.

En todo el camino hacia donde se están hospedando Leilani no le dirigió la palabra, no porque ella no quisiera, simplemente siente que le está empezando a estorbar ya que en esos momentos ambos tienen preocupaciones y pensamientos diferentes. Al llegar al departamento la mujer sube rápidamente para cambiarse de ropa, Elle solo se queda mirándola hasta que sale de su campo de visión.

—¿Sucede algo L? —El detective se queda mirando a su mentor y niega. —La vida de casado debe ser difícil, en especial con alguien como Cherry. Es inteligente, intrépida, valiente, su personalidad en pocas palabras es deslumbrante. Llamame cuando necesites algo.

Elle se queda pensando en las palabras de su mentor. Su esposa es una persona bastante inteligente a tal punto que muchas veces ha pensado que lo desperdicia al no querer demostrar su gran potencial, incluso cree firmemente que ella fácilmente podría sobrepasar su IQ si se lo propusiera. También sabe que su esposa es muy valiente e intrépida, desde que la conoce en ningún momento ha temido en enfrentarse a situaciones de peligro por algo antes de casarse ella era una agente de campo, si el necesitaba información del exterior Cherry era quien iba y muchas veces llegaba con alguna herida pero con una sonrisa por haber logrado su cometido.

Y si, ella tiene una personalidad deslumbrante, para él, tiene algo que hace que las personas sientan cierta atracción, en especial en personas como él y un claro ejemplo de eso son sus sucesores quienes han estado llamando a Watari para preguntar sobre la chica a excepción de uno que es Near pero sabe que este ha estado yendo a su casa a escondidas para poder ver una que otra foto. Además le gustaría poder decirle a su esposa que las cámaras eran una buena idea pero sabe que a Near no le gustaría nada que ella se enterara.

Claramente cualquier persona inteligente sabría que su esposa está bastante cerca de la perfección y muchas veces eso es lo que lo agobia.

Los días pasaron con bastante tranquilidad, en la última semana su esposa no le habló demasiado. En realidad lo estaba evitando, cualquier se hubiera dado ya que no pasó desapercibido para los detectives e incluso pudo sentir que uno de ellos, mejor dicho, Matsuda se ha acercado poco a poco a Leilani. Siempre ha pensando que es un idiota, ahora lo puede afirmar.

—Señorita Hanae. —Elle al escuchar a Matsuda hablarle a su esposa de inmediato puso una pequeña parte de su atención en él, sabe que Leilani jamás estaría con una persona como ese chico, carece de inteligencia a su parecer.

—Dime Matsuda.

—¿A qué edad te casaste con Ryuuzaki? Aún son jóvenes. —Ante los ojos de todos Elle demuestra unos 18 años al igual que Hanae, por lo tanto la curiosidad es bastante grande para Matsuda.

—Bueno hace algunos años, yo tenía unos ¿19 o eran 20 años?

—Te lo pedí cuando cumpliste 19 y nos casamos unos meses después de que cumpliste los 20. —La mujer mira a su esposo, este se encuentra bastante sumergido en algunos documentos o es lo que al menos intenta aparentar. —Pudo haber sido antes.

—Se casaron bastante jóvenes, me hace sentir un poco mal por no estarlo aun. —El joven policía se empieza a reir un poco nervioso. —¿Y cómo fue?

A Leilani le emociona bastante cuando alguien se interesa por su boda, claramente ante su falta de amigos y conocidos solo fueron cierta cantidad de personas de las cuales puede contar con ambas manos pero para ella fue uno de los momentos más bonitos que ha vivido. Sin embargo, conversar ese tipo de cosas con Matsuda no sería lo mejor, en especial por respeto a Elle.

—Prefiero no hablar de ese día, es un asunto demasiado privado.

—Tienes razón, lo siento.

Elle ya no siguió escuchando la conversación porque terminó gracias a su esposa pero el recuerdo del día de su boda se hace presente en su memoria.

SIEMPRE JUNTOS - L LAWLIETWhere stories live. Discover now