—No puedo negarme a tan bella oferta, muchas gracias.

Asintió restándole importancia y cuando sus hijos le regresaron los vasos vacíos se volvió hacia la casa.

La señora Finn estuvo ayudándola con Marie, y Jian se encargó de la cocina y de Liam, parecía un poco más tranquila, aunque Olivia la conocía y sabía que solo disimulaba sus nervios y angustias como había hecho durante los últimos siete meses hasta el regreso de Jonathan. Le preparó el baño a Chester y luego lo dejó para que se limpiara en la habitación y guardó el agua aun tibia para que Darion o Kyle también se bañaran si lo querían, cuando los tres hombres terminaron, tiró toda el agua sobre el césped, tarro por tarro.

Estaba terminando con el último cuando vio dos caballos llegando desde la distancia cerca de la hora del almuerzo.

Derby se bajó no muy cerca de la casa y mantuvo cierta distancia antes de provocar la furia de Olivia, Jonathan avanzó hasta la puerta y subió el porche para besarla como siempre hacía cuando volvía de un viaje; intenso, pasional, hambriento por ella y demostrando lo mucho que la había extrañado durante el tiempo que pasaban separados, así fueran minutos.

—¿Lo convenciste?

—Sí, fue fácil —. Entró en la casa en busca de Marie y cuando la encontró en el salón con sus juguetes, sonrió extendiendo sus manos hacia ella y ella agitó sus brazos y brinco sobre sus nalgas emocionada—. Venga con papá, mi princesa.

Jonathan la alzó en brazos y Marie no perdió tiempo de comenzar a babearle el mentón y tirarle de la camisa.

—Visite el banco también, para pedir un préstamo.

—¿Y qué te dijeron?

—Pueden darme seis mil dólares —. Olivia se atoró con su saliva—. Pero el precio es esta propiedad en caso de que no llegue a pagar.

—¿Nos dejarían en las calles? —. Asintió, besando a Marie en las mejillas y meciéndose a un ritmo que la entretenía—. ¿Y crees que tendrás el dinero?

—No, realmente no y tampoco quiero correr el riesgo y acabar en la calle. No podemos darnos ese lujo con tantos niños en la casa.

—Tienes razón, así que mejor no lo hagas.

Jonathan aceptó, había imaginado que ambos llegarían a aquella conclusión.

—Yo tengo dinero —susurró Jian desde el marco de la puerta.

—¿Qué? ¿Qué dinero?

Jonathan puso a Marie en brazos de Olivia cuando Jian se fue hacia las escaleras llamándolo y la siguió. Olivia fue detrás de ellos con Marie en brazos.

—Cuando nos conocimos en Washington me dijiste que lo guardara y eso hice, intenté ofrecérselo a Lisie cuando ustedes se fueron y quedamos cortos en dinero, pero ella insistió en que también lo guarda y se consiguió un trabajo —. Levantó una madera floja del suelo de su dormitorio y sacó una pequeña bolsa de tela cargada—. Tengo como quince mil dólares...Quizás más.

Jonathan tomó el dinero y lo volcó sobre la cama de Jian para comenzar a contarlo casi con desesperación. Estaba a segundos de montar una fiesta con todo lo que eso resolvía; comida, telas, materiales, animales, casas, podían comenzar a mejorar sus vidas después de todos los estragos que la guerra había causado.

—Quince mil dólares seiscientos.

—Oh Dios mío —. Olivia quiso lanzarse sobre Jian en esos momentos y no soltarla jamás—. Esto soluciona todos nuestros problemas por al menos unos años, Jona.

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORWhere stories live. Discover now