Cuando se apartó de ella, prácticamente obligándola a soltarlo, se la quedó mirando sintiendo que el tiempo avanzaba demasiado rápido y retiró el sombrero de su cabeza para entregárselo.

Ella sollozó más fuerte.

—Tú amas este sombrero, Jona.

—Te amo más a ti —. Le acarició la mejilla y la pellizcó suavemente entre dos dedos—. Además, siempre te ha quedado mejor que a mí y de esa forma tendrás una parte de mi mientras no este. Lo pediré de regreso cuando vuelva.

Su tono bromista a lo último fue capaz de hacerla reír un poco por primera vez en días.

Él subió al caballo y le sonrió a su familia.

—No sufran, mis mujeres —dijo, refiriéndose a su hija y Olivia, que lloraban viéndolo partir—. El tiempo pasará más rápido de lo que creen y volveremos a reunirnos pronto.

Él se puso en marcha con los caballos y antes de alejarse demasiado, Olivia gritó su nombre y lo detuvo. La vio correr por el campo para alcanzarlo, levantando un poco su vestido para no caer y cuando llegó a su lado, sujetó su mano.

—Te amo, Jonathan Morgan.

Los labios de él se curvaron, pero también temblaron al borde de llevarlo a llorar.

Se inclinó desde el caballo para llegar a besarla y suspiró.

—No hay mejor forma de alegrarme el alma, mi ángel. Te amo, Olivia Morgan.

Se quedó viendo como su caballo se alejaba con el de los otros hombres y regresó con su familia y las mujeres, sollozando una vez lo perdió en la distancia.

El mes de abril, había sido el peor mes de su vida.

Jonathan llegó a Sant Paul tres días después con sus amigos, todos los hombres que en su momento habían estado en el campamento y con los cuales llevaba años viajando, a excepción de Terrell. Gente de color no tenía permitido anotarse de momento.

Se presentó en la oficina militar y cuando llegó su momento, un oficial tomó sus datos y los de sus amigos.

—Nombre.

—Jonathan Morgan.

—¿Cuántos años tienes?

—Veintitrés, señor —. El hombre lo anotó en una hoja.

—¿Bebes?

—No regularmente, señor.

—¿Tienes alguna relación con el oficio?

—No formalmente, nunca he servido al ejército.

—¿Casado o soltero?

—Casado, señor.

—Nombre de tu esposa.

Decirlo, podría haberlo llevado a las lágrimas, pero se contuvo.

—Olivia Morgan.

—¿Tienes hijo? ¿Cuántos?

—Tres...y uno en camino —. El hombre anotó aquella información junto con la dirección de su hogar y después de otras preguntas, empezó a cerrar la entrevista.

—¿Tienes la costumbre de emborracharte?

—No, señor.

—Bien, puede pasar a que lo examine el médico. ¡Siguiente! Nombre.

—Kyle Thorpe...Treinta y dos años, señor...A veces bebo, señor...Jamás he servido al ejército...Soltero...Sin hijos...No suelo emborracharme...

Kyle avanzó en la fila para que lo revisará un médico y Derby siguió detrás.

Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADORWhere stories live. Discover now