Capítulo 15: Venganza.

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Venganza

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— Te aseguro que el cuñado tiene el mejor trato, por si te preocupa. —Los astutos ojos de Wei Wuxian miraron de reojo al líder de Qinghe, este frunció el seño, sabiendo que el Patriarca buscaba cualquier indicios de debilidad en él, lo que resultaría aterrador si no era por el hecho de que tenía un niño de 2 años en brazos, el cual jugaba con su cabello, y literalmente estaba rodeado de niños que revoloteaban sin irse muy lejos de su madre.

— Mi preocupación no esta en eso, sino en como lo está tomando él. —La risa burlona que el menor soltó provoco más dudas en él, era imposible saber que planeaba Wei Wuxian, un día podía simplemente mandar a masacrar pueblos enteros y otro día tendría ganas de negociar con esos pueblos, su humor dependía de lo peligroso que podía ser, pero esto no lo captarías hasta que estuvieras hablando con él sobre negocios o muerte, ya siendo parte de su ejercito. 

— Eso puedes verlo por ti mismo. —Los ojos plateados se tiñeron de carmín en un parpadeo, el mismo tiempo que necesito para que dejaran de estar en los pasillos del castillo para aparecer dentro de una habitación.

Nie Mingjue se sorprendió por aquello, aunque no lo demostró abiertamente, quienes si lo hicieron fueron el grupo de 5 niños, los cuales soltaron pequeños gritos de sorpresa y asombro, Wei Jingyi fingió mareo para tirarse a los brazos de Wei Zizhen, el niño le siguió el juego haciendo lo mismo para que Wei Yuan los agarrara a los dos, al final fue su hermana mayor quien termino sujetándolos para que no se cayeran, el juego de los niños y sus risas provocaron que su A-Niang sonriera, su rostro se ilumino con aquel gentil y sincero gesto.

— Hoy no matara a nadie. —El Nie susurro con tranquilidad, sintiéndose más tranquilo por el buen humor de su excelencia. 

— ¿Hermano mayor? —Una suave voz se escucho, Nie Mingjue fijo sus ojos hacía dentro de la habitación, esperando que sus oídos no lo hubiesen traicionado, y no lo hicieron, ya que un tranquilo Lan Xichen apareció, con su mano derecha apartaba la delicada tela que ocultaba su cama e intimidad del resto del lugar.

Aunque no poseía las túnicas propias de su secta, su vestimenta era totalmente blanca, y la cinta en su frente era una prueba de que era él, ya que para Nie Mingjue era un poco difícil de reconocer al otro líder, estaba pálido, mucho más delgado y se veía cansado, como si en esos dos días no fuese dormido ni un minuto, cosa que en parte era cierta, pues solo había dormido máximo dos horas desde que llego al palacio y fue porque Jiang Cheng lo noqueo de un golpe para que descansara un poco.

— Xichen. —Sin dudarlo fue donde su hermano jurado, quien le dedico una débil sonrisa, pero era sincera, importándole poco cualquier protocolo, lo abrazo, sintiéndose aliviado por verlo en una pieza y respirando.

— Que poca fe me tienes. —Wei Wuxian bufo al ver la escena y comprender el significado de aquel abrazo, pero no podía negar que se sentía un poco dichoso al ver lo feliz que estaba Lan Xichen con aquel gesto y al tener a su hermano mayor con él, era una linda escena, una que lo llenaba de emoción.

Siempre era una alegría ver el sufrimiento de su Didi.

Y justamente como sabía que pasaría, Jiang Cheng salió del mismo lugar que salió Lan Xichen, se veía igual de cansado que el mayor, pero incluso así se notaba su aura orgullosa y digna, pero eso no era lo importante, lo que los ojos del Patriarca captaron fueron el disgusto que había en la expresión facial del loto, sentimiento que se dirigía al abrazo de los hermanos jurados.

Su Excelencia, El Patriarca de YilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora