what is love? (Harry Potter)

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-Muy bien alumnos, esto es todo por hoy.- dijo Slughorn antes de finalizar la clase.

Kaia se apresuró en recoger todo para ir junto con Madame Pomfrey. Necesitaba explicarle que había ganado diez puntos para su casa inmediatamente. Se sentía así de bien?

-Hola.- dijo una voz, interrumpiendo su camino, parándola completamente.- Soy Harry, Potter, seguramente ya sepas mi nombre...

La chica miró fijamente al azabache, haciendo sentirlo demasiado intimidado. Kaia sin duda tenía unos ojos preciosos, transmitían demasiadas emociones con las que uno perfectamente podía quedarse hipnotizado.

Sin embargo esos ojos se apartaron en segundos escasos. La chica como era de costumbre, había bajado la mirada.
-Genial.- dijo para ignorarlo y seguir su camino.

Harry parpadeó unas veces antes de darse cuenta de que ella lo había dejado solo. Miró a Ron quien tenía una sonrisa burlona en el rostro por el ridículo que acababa de hacer y rodó los ojos antes de salir detrás de ella.

Se apresuró para quedar a su lado, entonces sintió como la chica empezó a tensarse y a ponerse realmente nerviosa.
-Estás bien?- le preguntó este algo preocupado.

-Si.- respondió ella sin mirarlo, esperando que se fuera inmediatamente de su lado. Como se le decía a una persona que la dejara en paz?

Hey, no es por ser grosera pero me molesta tu presencia y me gusta estar sola. Esa definitivamente no era una opción. Aún.

Al ver que ella no quería seguir hablando, Harry decidió cambiar de tema. Quería seguir a su lado y descubrir que escondía.
-No sabía que eras tan buena en pociones.- dijo de repente haciendo que ella se encogiera de hombros.

-Ha sido suerte.- respondió cortando todo tipo de conversación, si es que había alguna.
-Por qué nunca vienes a clase?- le preguntó de repente.- Tampoco suelo verte en el gran comedor.

Mal Harry, mal y más mal, la estaba presionando demasiado y Kaia odiaba a los entrometidos.

-Algún problema?- preguntó con algo de brusquedad, intentando ir a su sala común ya que se le habían quitado todas las ganas de hablar con la enfermera.

Harry parecía creer que eran preguntas simples para ella. Por qué se comportaba de esa manera?
-Podrías venir con mis amigos, podríamos ser...- empezó a decir este de nuevo, viendo como ella no estaba interesada en mantener ningún tipo de conversación.

Kaia lo pensó. Pensó en que no tenía amigos. Genial, cada vez se empezaba a encontrar peor. Acaso se estaba burlando de ella? No le hacía falta que me recordasen lo sola que estaba.

Miró al azabache quien aún mantenía el contacto visual con demasiada curiosidad y le dedicó una mirada neutra.
-Yo no tengo amigos, no los necesito.- dijo antes de entrar completamente en su sala común dejando muy confundido al chico.

-Harry, no vale la pena.- dijo una voz detrás suyo.- Créeme, mucha gente lo ha intentado.

El azabache se giró encontrándose con Ginny quien lo miraba algo comprensiva.
-De qué hablas?- le preguntó este.

-Luna me hablo de ella, se Kaia.- dijo la pelirroja mientras miraba a la sala común de Hufflepuff.- Intentó ser su amiga para... animarla.
-Y que pasó?- le preguntó oeste demasiado intrigado.

Ginny se encogió de hombros.
-Lo único que se es que Luna no ha vuelto a juntarse con ella. Debe haberle hecho algo, vamos, es Luna.- respondió Ginny con clara obviedad.

El azabache asintió algo confundido.
-Bien, supongo que tendré que hablar yo mismo con Luna, nos vemos en la práctica!- le dijo algo apresurado.

Si, Harry no se quitaba en mente a la chica tan distante y fría. Misteriosa. Estaba dispuesto a buscar a la Ravenclaw para que le explicara más cosas de la Hufflepuff.

-Aún sigue con lo de Kaia?- le preguntó Hermione al pelirrojo quien asintió mientras veía como su mejor amigo caminaba en dirección a la sala común de Ravenclaw.
-Es Harry, sabes como es.- dijo este cruzándose de brazos.

-Luna... Luna! Espera!- le dijo este encontrando a la chica mientras caminaba dando saltitos por los pasillos.
-Oh, Harry.- dijo ella con una sonrisa mientras paraba de caminar.

-Tengo algo, algo que preguntarte. Es sobre Kaia Sparks.- dijo de repente tomando por sorpresa a la Ravenclaw.
-Lo siento Harry, no se de que me hablas. De todas formas, no puedo decírtelo si lo supiera, que quede claro que no lo sé.- dijo con la mayor tranquilidad,

El azabache frunció el ceño.
-No... espera, como sabes que te iba a preguntar eso? Luna, si sabes algo de ella, por favor...- empezó a decir este.
-Creo que eres tú el que debería hablar
con ella. Yo no... no debo decir nada.- dijo encogiéndose de hombros algo nerviosa.

Harry se quedo sólo en los pasillos mientras Luna seguía con su camino. Pensaba en la chica, que debía esconder solo para que Luna lo supiera?

Y de repente, una cabellera platinado pasó de largo, llamando la atención del azabache.
-Malfoy.- se dijo para si mismo.

Entonces, una historia muy loca, muy retorcida estaba pasando por la cabeza de Harry. Y si Draco Malfoy y Kaia Sparks eran mortífagos? Tendría algo de razón pues en clase de pociones estaban hablando.

Empezó a seguir al platinado sin que el se diera cuenta. Intentando descubrir que tramaba pero suerte que Draco no era tonto, por lo que tubo que crear una distracción.

Fue a enfermería, el único lugar que se le había ocurrido en ese momento.
-Joven Malfoy, que lo trae por aquí?- le preguntó madame Pomfrey.

-Un dolor de cabeza. No puedo concentrarme, es insoportable.- dijo refiriéndose en realidad a Harry.
-Mhmm, déjeme unos minutos, iré por el remedio.- dijo con una sonrisa.

Se sentó en una de las camillas, esperando, no solo a que la enfermera volviera sino a que el azabache se cansara de espiarlo.

Frunció el ceño al ver a la misma chica de Hufflepuff en otra de las camillas, y le dio por un momento curiosidad saber que hacia allí.
-Cuál es tu excusa para estar aquí?- le preguntó de repente.

Kaia miró al platinado y negó.
-Mi cara lo dice todo.- dijo realmente mareada y con nauseas.- Y la tuya?
-Dolor de cabeza.- respondió este encogiéndose de hombros.

La chica agradeció mentalmente que Draco no le preguntara nada sobre ella. Le caía bien, no le importaba quien fuera, sin preguntas.

Sin embargo, un azabache entró en el lugar llamando la atención de los dos chicos quienes bufaron algo molestos.