—¿Puedo tomarles una foto, señor Morgan?
Jonathan miró hacia la cámara que un hombre cargaba y se dirigió a Olivia para alzar los hombros y esperar a su respuesta. Habría sido descortés negarse, así que ella siguió a Jonathan hasta una silla y cuando él se quedó de pie, comprendió que debía sentarse.
El hombre acomodó la cámara sobre un trípode y se cubrió la cabeza con una manta negra para sacar la fotografía. No estaba segura cuánto debía esperar hasta que esta saliera, pero se le acalambraron las mejillas de sonreír y estuvo segura de que había salido seria y probablemente con expresión cansada al igual que Jonathan.
—Una sola de la novia, por favor.
Se tomó otra foto junto a la estufa, esta vez consiguiendo mantener la sonrisa durante los sesenta segundos y por último volvió a sentarse en una silla, con Jonathan de pie a su lado y los niños acompañándolos. Luke de pie junto a Jonathan, Eli de pie junto a ella y Adrian sentado sobre sus piernas.
Finalmente fue un alivio que dejaran de tomarles fotos y pudieran llegar a la mesa para sentarse y comer pastel y otros aperitivos.
Adrian venía agarrándose de la falda de Olivia y se ocultaba de toda la gente que lo rodeaba. Cuando Olivia llegó a la mesa y quiso enfocarse en cortar el pastel con Jonathan, la constante presencia de Adrian se lo impidió.
—Cariño, deja que yo hago esto y ya te agarro ¿sí?
Adrian negó y le tiró de la falda comenzando a ponerse ansioso.
—Tengo miedo, mami.
—No, mi amor, no hay nada que temer.
Jonathan lo alzó en sus brazos y lo sostuvo del lado de Olivia para que estuviera cerca de ella y no se angustiara, como resultado Adrian volcó su cuerpo hacia ella y se aferró a su cuello.
—¿Nos ayudas a cortar el pastel, pequeño?
Miró hacia Jonathan y luego hacia la torta de tres pisos que servían y finalmente el dulce pareció ser más fuerte que su miedo, pues asintió.
Olivia sonrió y tomó el cuchillo por sobre la mano de Jonathan y dejaron que Adrian pusiera su mano sobre la de ellos.
—¿Nos ayudan ustedes dos también?
Luke y Eli se colaron entre sus cuerpos y la mesa y pusieron sus manos para cortar la torta y cuando la primera porción acabó en un plato, otra vez los invitados que los observaban comenzaron a aplaudir y la cámara sacó otra foto.
—¿Le damos la primera porción a los niños?
—Se supone que la primera porción es nuestra —explicó Jonathan y ella cortó otro trozo—. Pero podemos darles la segunda. ¿Te sientas a comer, Adrian? ¿Qué dices?
Esta vez Adrian aceptó y cuando Jonathan lo dejó en una silla, a pesar de estar lejos de Olivia, se concentró en su pastel.
Jonathan tomó una cuchara y agarró una porción de su torta para convidar a Olivia. Ella se rio y sus mejillas enrojecieron.
—Es tradición —le aseguró al acercarle la cuchara.
—¿Debo hacer lo mismo?
—No me quejo si lo haces.
Ella se relamió los labios y con la misma cuchara le cargó un poco de pastel y se lo acercó a los labios.
Solo fue ese breve intercambio y luego cada uno continuó comiendo con su propia cuchara y saludando a aquellos que se acercaban a hablarle.
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Vidas cruzadas: El ciclo. #1 TERMINADA +18. BORRADOR
Historical FictionOlivia Eades es psicóloga y periodista con una vida hecha en el 1970, con su madre y hermano, sin deseos de casarse o tener hijos, sin preocuparse por la comida que todos los días tiene en su mesa y sin tener que luchar cada segundo para sobrevivir...